* Chicharrones

Dijo bien Andrés Iniesta (integrante, con Xavi y Messi, la terna para el Balón de Oro de “L’Equipe”, convertido por la costumbre --y ya se sabe que las costumbres hacen leyes-- en emblemática credencial del mejor futbolista del mundo): “Los premios individuales en un deporte colectivo siempre son injustos”.

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Los premios individuales, sin embargo, una vez que han adquirido carta de ciudadanía en el futbol, sirven de algo...

Por una parte, tanto la designación de aspirantes como la elección de ganadores, fomentan un ejercicio saludable: el afán por el análisis. Primero, porque, en el caso concreto del Balón de Oro, son los entrenadores y los capitanes de las selecciones nacionales quienes, en pleno ejercicio del argumento de autoridad, votan a los ganadores; segundo, porque los críticos propiamente dichos proceden, a continuación, a analizar los veredictos decisivos.

Por la otra, los galardones retratan, de cuerpo entero, con bastante fidelidad, la realidad de un futbol... Así, en el caso que ayer fue noticia, se impone la reflexión de que, aun en la temporada en que llegó a la cima del futbol al ganar --por primera vez en su historia-- el Mundial disputado en Sudáfrica, el futbol español sigue dependiendo, en gran medida, del concurso de los jugadores extranjeros. Con ellos, los equipos que los tienen en sus elencos están entre los mejores del mundo; sin ellos, quizá serían del montón...

Lo que sucedía, pues, en los tiempos de Di Stéfano, Puskas, Kopa, Kubala, Czíbor y compañía, sigue vigente en los de Messi, Cristiano Ronaldo, Kaká y anexas: los reyes, de ordinario, son extranjeros; los cortesanos, nacionales.

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Curiosamente, aquí entre nos, en México sucede lo mismo...

Ayer que la Federación Mexicana de Futbol difundía las ternas de aspirantes a la versión casera del Balón de Oro, entre los porteros, defensas laterales y volantes defensivos, se advirtió que hay mayoría de mexicanos. En cambio, en lo referente a “medios ofensivos”, los postulados son Walter Ayoví, Christian Giménez y Antonio Naelson “Sinha”; los atacantes netos incluidos en la terna, Christian Benítez, Humberto Suazo y Emanuel Villa. Y por si fuera poco, los aspirantes a “mejor jugador” del reciente Torneo de Apertura son Christian Benítez, Christian Giménez y Humberto Suazo.

O sea que también en México, como en España, los arquitectos, de ordinario, son extranjeros; los albañiles..., orgullosamente nacionales.
(Moraleja: los chicharrones que mejor truenan, son los de importación).