* 'Chicharito', again...

El peligro que se corre, a partir de la noticia de que el “Chicharito” Hernández volvió a ser, por la inapelable vía de los goles, la figura del Manchester United en la victoria de ayer sobre el Olympique de Marsella en la Liga de Campeones de Europa, es que se quieran tomar, como ya ha sucedido alguna vez en el pasado, los rábanos por las hojas.

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El antecedente más remoto data de los tiempos en que los triunfos personales de Hugo Sánchez, como goleador del Real Madrid en la generación conocida como “La Quinta del Buitre” (por su jugador insignia: Emilio Butragueño), dieron pie a que se afirmara que “México ya era productor de talentos futbolísticos de exportación”: una hipótesis que la experiencia, implacable, se encargó de hacer añicos: cerca de una docena de jugadores mexicanos que salieron resueltos a “hacer la Europa” (en compensación por los europeos que vinieron cinco siglos antes, en las carabelas, a “hacer la América”), regresaron a la brevedad, despedidos de sus equipos con cajas destempladas, sin haber dejado huella en el Viejo Continente.
La historia, en menor escala, se repitió a raíz de la salida de los Carlos Salcido, “Maza” Rodríguez, Aarón Galindo, Pavel Pardo, Andrés Guardado y alguno más, a equipos centroeuropeos (de Alemania y Holanda) principalmente. No fueron muchos más los que se sumaron a la aventura, y no todos alcanzaron, ni remotamente, el rango de figuras.

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Ésa es la diferencia con el “Chicharito” Hernández: que, a diferencia de lo que sucedió con Jared Borgetti, que se enroló en un cuadro modesto --el Bolton--, Javier fue requerido por un equipo grande --el Manchester United-- cuyo técnico, Sir Alex Ferguson, lo ha llevado de la mano, criteriosamente. No le ha regalado el rango de titular. Lo baraja discrecionalmente con los Nani, Rooney, Berbatov y anexas. Lo alterna sabiamente con ellos, en función de las circunstancias de los partidos, de las exigencias de los adversarios y de las características de los compañeros. Saca partido de sus virtudes, como lo demuestran los resultados...
La experiencia sirve para demostrar que el joven atacante tapatío --sin ánimo de hacer comparaciones con Omar Bravo, por ejemplo-- está triunfando en Europa, en toda la línea, no por haberse trepado apresuradamente al primer tren a Europa que iba pasando por la esquina, sino porque supo aprovechar la mejor opción.