Yo utilizo mucho el silencio: José Ovejero

GUADALAJARA, JALISCO (02/DIC/2013).- A José Ovejero no le gusta explicarle al lector el motivo por el cual un personaje tomó una decisión. Ni tampoco qué es lo que siente y por qué.

"Pienso que una buena parte de la tensión de una novela no proviene de ese suspenso de qué va a pasar, ¿van a matar a fulano o no lo van a matar?, sino también de ese deseo del lector de ponerse en el lugar de un personaje y al mismo tiempo no conseguirlo del todo.

El escritor de 'La invención del amor', Premio Alfaguara de novela 2013, afirma que igual que en esta historia, buena parte de la vida está hecha de silencios, de interpretaciones.

"Nosotros no sabemos por qué actúan así los que nos rodean. Nuestro trabajo de relacionarnos con los demás es un trabajo de interpretación".

El español dijo que lo mismo pasa cuando el lector se relaciona con los personajes de los libros, ya que, para que una novela sea rica y tenga un mayor número de significados, se necesita intentar entender por qué los personajes son como son y por qué toman decisiones viscerales o acertadas.

Sin embargo, destacó que si el escritor explica demasiado una situación, hace que el lector entienda la historia, pero lo aleja, ya que no la vive.

"En la ficción es importante esa parte de sombra, porque lo que está explicado por completo se convierte en pura información, y la información no tiene un valor dramático, no nos engancha de la misma manera. Si está todo claro, si son puros hechos, puras descripciones, entonces lo leo desde fuera, me informo pero no me implico. Esa es una parte importante de los libros que a mí me interesan, que me exigen a mí participar, que me tratan como un adulto que es capaz de dar su propia interpretación de las cosas y del mundo".

Resaltó que lo que no decimos marca nuestra relación con los otros, el grado de intimidad y de confianza que tenemos con ellos, "el deseo o no de medio engañarlo o de ser honesto. Todo eso que vamos callando genera en nuestras relaciones ese poder dramático que también genera la literatura. Yo utilizo mucho el silencio".

Al principio de la historia, Samuel recibe una llamada en la que le comunican que Clara ha muerto en un accidente. Él, una persona que no se compromete con nada, ni con nadie, decide acudir al funeral. Clara, una mujer que sólo existe por la obsesión de Samuel, es el centro alrededor del que gravitan los demás personajes.

"Los personajes que se interesan por Clara son gente que no se ha atrevido a cambiar su vida, que ha vivido una especie de zona de confort n o muy feliz, pero confortable y Clara es la única de ella que se ha atrevido a arriesgar".

Ovejero acentuó que una buena novela debe cumplir con dos aspectos: un juego inteligente y forma de conocimiento. Sin embargo, él busca un poco más en la novela; que la historia no se agote en sí misma. Le interesa conseguir eso que escapa de las buenas novelas y que pone al lector en contacto con su propia vida y con la realidad que lo rodea.

"Lo que hace Samuel es lo mismo que hacemos cuando leemos buena literatura: imaginar un mundo que no existe, que sabemos que jamás vamos a vivir en ese mundo, pero el hecho de ir allí, el hecho de imaginarlo, nos pone en contacto con nuestros propios deseos, con nuestros propios miedos, con aquello que no nos satisface".

EL INFORMADOR / GONZALO JAÚREGUI