Cultura | Necesario actualizar la Ley Federal sobre Monumentos Vulnerable, arquitectura posterior a 1950 El despacho Albertina realizó un inventario de fincas patrimoniales, que incluye 205 inmuebles del movimiento moderno o funcionalista Por: EL INFORMADOR 27 de junio de 2010 - 01:20 hs Edificio de la autoría de Alejandro Zohn, en el cruce de las calles Pedro Moreno y Marcos Castellanos. M.FREYRÍA / GUADALAJARA, JALISCO (27/JUN/2010).- La arquitectura moderna que surgió en los años cincuenta y que transformó a la ciudad de Guadalajara --gracias a la mente y trazo de Julio de la Peña, Miguel Aldana Mijares, Max Henonin, Rafael Urzúa, Pedro Castellanos, Jorge Matute Remus, Alejandro Zohn, Ignacio Díaz Morales, Bruno Cadore y Eric Couffal, entre otros--, se encuentra desprotegida al no estar contemplada en la Ley Federal sobre Monumentos y Sitios Arqueológicos. De acuerdo a un inventario de fincas con valor patrimonial que realizó la arquitecta Mónica del Arenal, existen 205 construcciones que datan del periodo 1950-1970, distribuidas en los municipios de Guadalajara, Tlaquepaque, Tonalá y Zapopan, y que corren el riesgo de ser demolidas al no estar previstas en un marco normativo. La Ley Federal sobre Monumentos, promulgada en 1972, y la Ley de Desarrollo Urbano de Jalisco y su Reglamento de Zonificación Estatal protegen solamente la arquitectura construida antes de 1950. Lo mismo sucede en la Ciudad de México, Monterrey y otras metrópolis del país. Mónica del Arenal, directora del despacho Albertina Proyectos Culturales, pone como ejemplo de este “descuido legal” una de las primeras fincas construidas por el arquitecto austriaco Eric Coufal, que se encuentra en el cruce de las avenidas Montevideo y Américas (colonia Providencia), que fue demolida parcialmente para construir un edificio en su lugar.“El año pasado la tumbaron para hacer un edificio y nadie puede decir ‘no tiren esa casa, es de Eric Coufal, aquí está en este inventario o es una de las 21 obras de Coufal en Guadalajara’, porque no está catalogada”. La arquitecta expone que puede o no gustar este tipo de construcción, “porque nos pueden parecer más bonitos los chalets del Porfiriato, pero la arquitectura del movimiento moderno, funcionalista o racional, sí marcó una época en Guadalajara; incluso se innovó en el uso de materiales”. Para resarcir el vacío legal, la arquitecta recomienda que los planes parciales de desarrollo incluyan un listado de las obras que deben protegerse, “pero que estén referidas con el predio, el número catastral, el año, el estilo, el autor y la denominación. Además, al momento de inscribir los planes parciales ante el Registro Público de la Propiedad, se convierten en ley”. Otro punto importante es que la población conozca el valor patrimonial de las fincas. Para ejemplificar, Mónica del Arenal reflexiona que “si a un arquitecto nunca le dan la clase de Historia local de la arquitectura, quizá nunca sepa quién es Eric Coufal o Enrique Nafarrate, ni cuáles son sus obras ni el valor que representan”. Agrega que hay otra confusión que se interpone en este proceso, porque las autoridades y los constructores piensan que “una casa vieja sí vale, pero una nueva no tiene que valer igual. Se suele pensar que lo más antiguo es lo más valioso y no necesariamente es así. Son valores, expresiones, estéticas y significados diferentes, por eso no se pueden meter en el mismo costal, pero se tienen que proteger estas fincas que dan cuenta de un periodo histórico importante de la ciudad”. Durante esas dos décadas, en Guadalajara se crearon colonias como Lomas del Valle, Country Club, Vallarta Poniente, Vallarta Norte, Jardines del Bosque, Chapalita. Lo común en las viviendas es que las casas incorporaban banquetas y jardines amplios con arbolado. “Había un concepto de ciudad que ya no hemos visto”, asevera la también restauradora de monumentos. Legislación permisiva Mónica del Arenal explica que a partir de la década de los setenta el concepto de hacer ciudad se rompió, “porque la ley comenzó a ser muy permisiva con los desarrolladores privados”, quienes comenzaron a hacer casas de interés social o cotos de lujo. “Se permitió que se edificaran cotos tanto ultra exclusivos como los que vemos desperdigados en medio de la nada, que están lejos de todos los servicios de la ciudad. Son fraccionamientos que se venden sin haber asegurado el abastecimiento de electricidad, agua o drenaje”. Como ejemplo de cotos lujosos, Del Arenal menciona a los que se encuentran alrededor de la Base Aérea y de la carretera a Tesistán. “Hace 10 años esas zonas eran sólo terracería y ahora están llenas de casas de lujo, pero eso no es hacer ciudad, porque no se crean espacios públicos para convivir, los cuales dejaron de fomentarse con los permisos indiscriminados para hacer obra netamente privada”. Revertir este problema es trabajo de las autoridades, pero es necesaria la presión que ejerzan las universidades y organismos ciudadanos, “porque la población se tiene que sumar a estos esfuerzos”. En la Dirección de Patrimonio Cultural de la Secretaría de Cultura no existe oficialmente un inventario con la obra pública del movimiento moderno o funcionalista, aunque de acuerdo a su titular, Modesto Aceves, “ya está en proceso el registro de dichos inmuebles con la intención de protegerlos”. Sin embargo, para que sea válido debe estar acompañado de un plan parcial de desarrollo urbano. “Por ello, desde el punto de vista legal, los constructores pueden demoler con cierta facilidad dichos inmuebles”. En un recorrido realizado por las estas fincas que hasta ahora sólo figuran en un inventario en posesión del despacho que dirige Mónica del Arenal, muchas de ellas ya fueron modificadas o no cuentan con la placa que identifique al autor. “Esto en el mejor de los casos, porque obviamente ya no inventariamos los inmuebles que fueron demolidos”. Obra de muerto, vale más La misma Ley Federal de Monumentos obstruye la protección de los inmuebles de dicho periodo, ya que no contempla la obra de arquitectos vivos. “Está totalmente desfasado de la realidad pensar que 40 años después de muerto el autor, es cuando la finca adquiere un valor artístico o cultural”. Temas Artes Plásticas Arquitectura Lee También Muere Manuel “Pajarito” Andrade, creador del logo de los Pumas “Sensacional de diseño mexicano”: Expresiones del imaginario popular Esta es la mejor pintura de José María Velasco, según la IA Inauguran nuevo rincón cultural para la ciudad Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones