Cultura | Ana se refugió ahí con su familia tras la aparición nazi Vivienda que refugió a Ana Frank cumple medio siglo como museo Actualmente la vivienda recibe alrededor de un millón de visitantes al año Por: NTX 11 de junio de 2010 - 16:48 hs El sitio muestra, ahora, los horrores de la guerra en imágenes, carteles y objetos personales. ESPECIAL / CIUDAD DE MÉXICO (11/JUN/2010).- La vivienda que dio refugio durante el Holocausto a la niña judía Ana Frank, nacida el 12 de junio de 1929, cumple medio siglo como museo. En ese lugar, ella, junto con su familia y algunos de sus vecinos, se escondió tratando de huir de los horrores de la 'Solución Final' de los nazis, es decir, el intento de aniquilar definitivamente a la población judía en Europa. El sitio muestra, ahora, los horrores de la guerra en imágenes, carteles y objetos personales de la familia de Ana Frank. Está localizado en Amsterdam y de no ser por la triste historia que este recinto albergó, pasaría inadvertido, opacado por otras construcciones más atractivas y modernas. Fue en el mes de mayo de 1960 cuando se inauguró el museo Casa de Ana Frank. La 'casa de adelante' se adecuó como centro internacional de jóvenes; mientras que la 'casa de atrás' como lo que hoy se conoce como museo. La popularidad alcanzada por la publicación del diario de Ana Frank hizo que gran cantidad de visitantes llegara a este sitio, que debió cerrar un par de veces por mantenimiento y ampliaciones. Actualmente recibe alrededor de un millón de visitantes al año, que se muestran especialmente conmovidos al visitar el lugar en el que se conservan fotos y afiches que Ana pegara en las paredes, así como unas rayas que Otto, su padre, iba haciendo en la pared para marcar el crecimiento de sus niñas; lo mismo que un mapa de Normandía donde Otto señalaba el avance de los aliados durante la Segunda Guerra Mundial. Por supuesto, también se exhiben los facsímiles del diario de Ana, compuesto en realidad por varios cuadernos y muchas hojas sueltas. De igual forma se muestran gran cantidad de objetos personales de la familia Frank y los demás compañeros con quienes compartieron ese refugio, así como material relacionado a la publicación del diario, su adaptación teatral y cinematográfica, y sobre todo gran cantidad de cartas de lectores de todos los rincones del mundo. Ana Frank, quien fue víctima de la violencia nazi por ser judía y cuyas vivencias plasmó en un diario que escribió en sus días de encierro durante la ocupación alemana en Holanda, país en el que vivió un tiempo, nació en Frankfurt, Alemania. Fue la hija menor de la familia judía formada por Edith y Otto Frank, quienes además tuvieron otra niña, Margot, tres años mayor que Ana. A la llegada al poder de los nacionalsocialistas en 1933, con Adolfo Hitler a la cabeza, junto con su familia huyó de Alemania hacia Holanda. En ese país, donde se suponían a salvo de la persecución nazi, el padre de la pequeña trabajó en la empresa Travies N. V y fundó su propio negocio. Sin embargo, la expansión guerrera en Europa de los nazis ocasionó que en 1942 la familia Frank se ocultara, junto con otros cuatro exiliados, en las habitaciones traseras y aisladas de la casa que la familia tenía atrás del edificio donde trabajaba Otto Frank. Durante 25 meses ese fue su mundo, en él transcurrieron las horas y los días; mientras Ana registraba sus vivencias y temores en su diario, escrito sobre un cuaderno de tapas con cuadrículas rojas. El lugar del escondite de la familia fue descubierto en 1944 y todos fueron detenidos y deportados. Después de pasar por los campos de concentración de Westerbork y Auschwitz, Ana Frank fue a parar al de Bergen-Belsen. Hacia marzo de 1945, antes del fin de la guerra, Ana falleció víctima del hambre y la tifus, dentro de ese campo de concentración, el cual fue liberado por tropas británicas un mes después de su deceso. Sin embargo, su testimonio no se perdió, como muchos otros, debido a que el diario que escribió durante esa época, en el que describió sus penosos años de reclusión, fue descubierto por su padre. Tiempo después fue publicado por su padre, único sobreviviente de la familia, y después fue adaptado al teatro en 1956, por Frances Goodrich y Albert Hackett, y posteriormente al cine en 1959, por George Stevens. Este testimonio, traducido a más de 60 idiomas, se ha convertido en un símbolo del sufrimiento causado a los judíos por los nazis. Además, la pequeña fue elegida entre las 100 personas más influyentes del siglo XX por la revista 'Time', ya que llevó su mensaje de esperanza a millones de personas. La vivienda de Amsterdam, donde Ana se refugió junto con su familia, conmemora este año medio siglo de existencia como museo, mostrando a los visitantes los horrores de la guerra. Temas Museos Patrimonio Ana Frank Lee También Sociales: Escaparate, inspirado en las joyas y bellas artes La segunda temporada de la serie “Ojitos de Huevo” se estrena hoy en Netflix Cartier México devela mural de José Noé Suro Concierto Sinfónico del Despecho en H Live Club Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones