Utópica 'Ciudad Nube' en el techo del Museo Metropolitano de NY

NUEVA YORK, ESTADOS UNIDOS (02/JUN/2012).-  La constelación de módulos de múltiples caras espejadas y transparentes brilla bajo el sol en la terraza del techo del Museo Metropolitano de Nueva York: parece una estación espacial, pero se trata de la "Ciudad Nube", la nueva aventura del artista argentino Tomás Saraceno.

"El día en que existan las ciudades voladoras, que se muevan con la libertad que se mueven las nubes, vamos a estar en otra sintonía con el planeta Tierra", dice a la AFP Saraceno, de 39 años, oriundo de Tucumán (norte de Argentina) y que vive desde hace diez en Francfort (Alemania).

"Cloud City" (tal su nombre original) combina distintas disciplinas (arquitectura, ciencia, diseño) para dar lugar a una visión futurista sobre nuestro hábitat mediante 16 módulos de acero y acrílico interconectados, cada uno del tamaño de una habitación pequeña, a través de los cuales los visitantes se mueven mediante escalerillas.

Al atractivo de la estructura (16 metros de largo, 8 de ancho y 8 de alto) se suma la belleza del lugar en el que está instalada: la terraza con jardín del techo del Museo Metropolitano con sus extraordinarias vistas de Central Park y los rascacielos de Manhattan.

"Este entorno es fantástico. Cada vez que entro al museo es como cruzar la historia de la humanidad. Me pone muy contento estar acá y espero poder devolver algo de lo recibido", afirma Saraceno al referirse al marco de presentación de su primer gran trabajo en Estados Unidos.

Esta "instalación utópica", que puede ser visitada hasta el 4 de noviembre,

forma parte de la serie "Cloud Cities/Air Port City" de Saraceno, mediante la cual el artista investiga la expansión del modo en el que vivimos y experimentamos nuestro medio ambiente, tomando el término de ecología en un sentido más amplio que incorpora niveles social y mental.

"Busco la utopía más allá de la técnica, la utopía mental, social. Cloud City puede ayudar a renegociar lejanías y cercanías, los espacios en los cuales uno se mueve, expandir las fronteras con un principio ecológico", piensa Saraceno, para quien la obra ofrece diferentes horizontes y permite ver las cosas en una multirrealidad a través de su juego de espejos.

"Una de las cosas que me gusta mucho es que la obra hable por ella misma. Se va construyendo una especie de imaginario. A través de la imaginación de la gente se va completando. Por eso también esa voluntad de que la gente la pueda transitar. Hay una escala casi física. Me gusta ver a la gente, cómo conecta con la obra", explica el artista.

"A nivel personal me gustaría tener mi casa y mi estudio volando", continúa Saraceno, que ha estudiado arquitectura y arte en Argentina, Alemania e Italia y a quien le gusta hablar de "futuros" en plural, ya que eso incluye la idea de participación, suma y construcción conjunta del mismo.

Al final de su exhibición en el Museo Metropolitano, "Cloud City" quedará en manos de un coleccionista privado que ayudó a materializar la obra y que va a instalarla en un parque en Colorado (oeste de EU), señala Saraceno.

De su lado, en la agenda del artista se vislumbra la posibilidad de presentar una obra en Milán (Italia) y también hay contactos iniciados para trabajos con un museo de Dusseldorf (Alemania) y el Palais de Tokyo en París.