Una mirada a la riqueza

GUADALAJARA, JALISCO (09/DIC/2015).- Diego Enrique Osorno, periodista mexicano, recién presentó su más reciente libro “Slim: Biografía política del mexicano más rico del mundo”, de la editorial Debate. El autor se encuentra impresionado por los numerosos lectores que tiene, hasta este momento no estaba consciente de haber terminado el libro: “Ya me cayó el veinte, ahora el libro no es mío, ahora es de los lectores quienes lo criticarán y crearán reflexiones en torno a éste”.

La biografía de Slim se posicionó dentro de los libros más vendidos de la editorial Penguim Random en la semana de la FIL.

La idea de escribir la biografía del magnate Carlos Slim surge cuando Forbes anunció —hace ocho años— su conocida lista de los hombres más ricos del mundo; para Osorno fue impactante leer el nombre de un mexicano a la cabeza de dicha lista. En aquel momento, tras una visita a los estados de Chiapas y Guerrero, el autor reflexionó sobre la importancia de rescatar historias que abordan la riqueza mexicana: “En México se reportea mucho —como debe ser— porque es un gran problema, la pobreza extrema pero por el otro lado se encuentra la riqueza extrema y ese es un tema poco abordado”.

La situación de extremos socioeconómicos en que vive la población mexicana es para el periodista, un absurdo. A través de la historia de Slim, el libro pretende ser un puente con el lector y llevarlo a una reflexión hacia la crítica del escenario tan desigual que se vive en México cotidianamente; el autor espera que los ciudadanos se cuestionen qué hacer con la riqueza extrema en vez de qué hacer con la pobreza, que se busquen maneras para formar un país más equitativo.

El regiomontano resalta el papel del Estado mexicano dentro de las desigualdades sociales: “Se ha visto muy débil, éste tiene la responsabilidad de poner en orden a los monopolios para distribuir la riqueza y esto se ha dado porque existe mucha corrupción, la corrupción es el sistema”.

Los ricos mexicanos como Slim, asegura Osorno, deberían hacer una filantropía radical, como Zuckeberg, quien donara el 99% de las acciones de Facebook, u otros grandes magnates. Para él, México merece una retribución similar por parte de Carlos Slim, puesto que gran parte de su fortuna se debe a la privatización de bienes del Estado: “Debe existir una responsabilidad social que debe asumir Slim de una manera más radical ,como todos los mexicanos deberíamos dada la situación, estamos en crisis”.

Pese a que Slim crítica este tipo de altruismo, Osorno ve la posibilidad futura de una muestra generosa ya que dentro del ser humano el deseo de trascender es innato y quizá el empresario mexicano quiera pasar a la historia no sólo como una persona que acumuló una cantidad increíble de dinero en un país pobre.

“La búsqueda de la verdad implica riesgos, el periodista debe asumirlos, últimamente, en mis compañeros periodistas, he notado más radicalidad, ya no se encuentra el autoritarismo que dejó el priismo durante tantos años de gobierno; para ser periodista hay que ser rebelde”.

La sencillez ante todo

Entre las cosas que más sorprendieron a Diego Osorno de Slim fue su sencillez como persona, “sobre todo en comparación con otros millonarios mexicanos que también me tocó buscar y entrevistar para este libro. Fue sorprendente (...) el nivel de austeridad, casi de ordinariedad”, comentó tras señalar que sus modales “son bastante comunes”.

“No es una persona refinada, una persona extravagante, una persona excéntrica, como ocurre en el prototipo del millonario”, añadió el periodista.

Tras su investigación, Osorno también pudo comprobar la relación entre la política, la economía, la cultura o incluso el poder judicial, “ese conjunto de poderes fácticos que forman el sistema” y lo vinculado que está Slim a todos ellos.

“Tiene un impacto sobre la vida cotidiana de los mexicanos, tanto por el nivel de dependencia que tenemos con muchas de las empresas que posee como por el poder que él representa en la escena política”, apuntó.

Además, tiene “una capacidad para adaptarse a todos estos virajes” del sistema en los últimos años; bien puede coincidir con personajes tan dispares como los expresidentes Carlos Salinas de Gortari, Vicente Fox o Felipe Calderón.

El magnate también ha tenido una relación “muy importante con la prensa” y puesto que sus compañías destinan grandes sumas a la publicidad, “eso le permite tener en los medios una cierta capacidad de intimidación que no necesariamente usa, pero la tiene ahí, de protección”.

Durante muchos años su estrategia fue que no se hablara de él y era poco lo que se conocía del multimillonario, por ello Osorno asume que su libro servirá para saciar la curiosidad de los mexicanos, que tras leerlo tendrán “los elementos necesarios” para hacer una valoración del personaje.