Una crítica al 'mundillo' de los intelectuales, desde dentro

GUADALAJARA, JALISCO (30/NOV/2011).- ¿Adónde nos puede llevar la muerte de un ser querido?, en el caso de Antonio Ortuño provocó dos cosas: dejó salir su interés de la infancia por incursionar en la creación cinematográfica y hacer una crítica a aquellos que finalmente lograron realizar el sueño.

Con Arturo Letrán, El Animal Romo y El Gato Vera cómo cómplices se logra este escape emocional, donde Ortuño rinde una especie de homenaje transformado en “arranque de venganza sobre los otros” a su amigo Rigo Mora, cineasta fallecido en mayo de 2009  y que detonó la inspiración para ‘Ánima’.

El libro que Ortuño mira serio, cruzado de brazos, en la presentación ante los visitantes de la Feria del Libro es una obra escrita en primera persona. “Soy todos los personajes de la obra”, dijo el autor en alguna de la inumerables entrevistas concedidas previo a la Feria del Libro y que quizás aún estaba atendiendo a la hora agendada para su aparición ante los lectores.

Ortuño entró al salón apenas a la mitad de capacidad en medio de aplausos tímidos como para borrar la senciación extraña de un retraso de cinco minutos. En minutos, al auditorio llegaron de de manera espontánea una docena de jóvenes que portaban gaffete de “Invitado especial”.

Cuatro amigos de Ortuño y del fallecido cortometrajista, lo acompañan en la presentación de esta novela que fue comparada por uno de ellos, Mariño González, con “una ciudad llamada vacío”.

Los tres cuartos de hora de la presentación estuvieron dedicados a hacer un repaso de los recuerdos, a su vez motivos, del amigo común que ya no está. Los asistentes permamanecían un tanto a la distancia de esos destellos de íntimidad y sólo reían en los momentos que más lo requerían.

‘Ánima’ critica la hipcresía, el ‘ninguneo’, la frialdad, la lejanñia, el abandono y la falta de reconocimiento a las creaciones artísticas de quienes pretenden brillar en la escena. Pero a la vez es una evocación a potenciar los esfuerzos contra corriente y hacer “que se vea que aquí hay arte”, título dado al texto leído por Jaime Mesa.

En este ejercicio de fuga sentimental, Antonio Ortuño se percibe “màs relajado que en las obras anteriores, porque termina hablando de nosotros mismos”, asegura Carlos Velázquez, otro de los que aparecieron ante el público con un humor negro que bien podría ser el común de la evidente amistad.

A pesar de las críticas de Ortuño a los personajes del entorno cultural de nuestros días, él mismo ha cobrado renombre en todo el mundo a últimas fechas. Hace poco más de un año, fue incluído entre los 22 mejores escritores en lengua española menores de 35 años, lo que lejos de demeritar su labor, recalca el valor que tiene la posición que mantiene en 'Anima'.

Además de lo anterior, Antonio Ortuño ha sido incluido en una docena de antologías en México, Sudamérica, Estados Unidos y Europa. La revista "GQ" lo eligió escritor del año en 2010.

“Tú concentrate en fingir que puedes producir una película de zombies”

EL INFORMADOR / SERGIO RODRÍGUEZ