Un ejemplar para evocar 80 voces insurgentes

GUADALAJARA, JALISCO (19/SEP/2010).-A Jorge Souza y Raúl Bañuelos les tomó dos años de investigación  rescatar la obra de 80 poetas. Este arduo trabajo se verá reflejado en la publicación del libro Poesía Insurgente 1810-1910 y que estará lista en la segunda quincena de octubre.

Al avanzar la investigación, el descubrimiento cada vez era más sorprendente, afirma Jorge Souza, director de Literatura de la Secretaría de Cultura (SC) de Jalisco, “porque fuimos encontrándonos con poetas poco conocidos o con poesía insurgente que se ha publicado escasamente. Este esfuerzo que hacemos es un rescate de textos de tiempos de la Independencia hasta Efraín Huerta”.

La publicación además deja ver las dificultades a las que se enfrentaban los escritores de principios del siglo XIX, ante la falta de una libertad de expresión que entonces era regulada por la Corona Española, así como por las cuatro imprentas que había.

“En la época de la Independencia la poesía que reflejaba un espíritu insurgente era más bien la que andaba en la calle: canciones, coplas, boleras, que tenía mayor libertad, obviamente porque se difundía de boca en boca. Fue hasta después de la Independencia que los autores tuvieron mayor libertad”, expresa el autor de Luz que no vuelve.

Poesía Insurgente 1810-1910 está dividido en dos apartados. En el primero, las figuras notables, sobre quiénes se escribe son Miguel Hidalgo, José María Morelos y Pavón, Pedro Moreno, Javier Mina y Vicente Guerrero, quienes son enunciados por Anastacio de Ochoa y Acuña, Amado Nervo, Manuel Acuña, José Juan Tablada y Efraín Huerta. En el segundo, los textos se enfocan a la poesía inmersa en la canción como son los corridos de la Revolución, que son creados e interpretados al interior de las filas del movimiento armado.

Rescate valioso e inigualable

Para Jorge Souza ha sido muy grato conocer y reunir esta obra, en un esfuerzo que califica de “valioso y que nunca antes se había hecho al menos de poesía insurgente. Podrán haber otros intentos, pero son más pequeños que este que presentaremos en octubre”.

En las primeras páginas se leen unas décimas que Hidalgo escribió con carbón en la pared de su celda horas antes de ser fusilado la mañana del 30 de julio de 1811. Las líneas que dedicó a Ortega, uno de sus carceleros en Chihuahua rezan: “Ortega tu crianza fina, / tu índole y estilo amable / siempre te harán apreciable / aun con gente peregrina. / Tiene protección divina / la piedad que has ejercido / con un pobre desvalido / que mañana va a morir, / y no puede retribuir / ningún favor recibido.

En cambio, el otro capítulo inicia con los corridos de La Cucaracha,  La Valentina y La Adelita, de los cuales se encontraron diferentes versiones, atribuidas a distintos autores y por diferentes razones.

Evolución poética

A lo largo del compendio de textos, los dos poetas Souza y Bañuelos dan cuenta de una evolución en la forma de escritura y las diferentes corrientes por la que se lee impregnada, como lo es la poesía del siglo XIX que “está imbuida de romanticismo, su tono es grandilocuente y la rima aparece siempre, en cambio con José Juan Tablada cambia, porque la rima es más libre, el lenguaje es mucho más contemporáneo”.

Del resultado comprendido en 500 páginas, destaca Jorge Souza, “es cómo esta visión de los poetas construye la representación conceptual de una patria que va caminando hacia la justicia social, igualdad y libertad”.

Poesía patriótica

Hay autores de quienes fue prácticamente sencillo obtener información, así como sus textos; sin embargo, hubo otros, quienes por tener poca difusión en aquel tiempo hoy en día resulta complicado ahondar en su vida y obra.

Tal fue el caso de las mujeres que escribieron poesía, ya que en la mayoría de los casos no encajaban en la temática de Jorge Souza y Raúl Bañuelos.
“Apenas pudimos incluir como a cinco, de las cuales están dos o tres de Jalisco. Entre ellas destaca Refugio Barragán de Toscano, una de las que sí hicieron obra patriótica. Otra que nos llamó bastante la atención por su obra fue Isabel Prieto de Landázuri -mujer equiparable a Sor Juana Inés de la Cruz- que aunque nació en España, vivió toda su vida en Guadalajara, ciudad a la que dedicó muchísimos versos”, señala Souza.

Además, se detectó que las publicaciones en corpus, es una costumbre muy reciente, ya que anteriormente las obras literarias, como es el caso de los poemas, se publicaban sueltos y posteriormente cuando había un volumen considerable se recopilaban en un libro.

El trabajo de investigación se llevó a cabo en la Biblioteca Nacional, Biblioteca Pública Juan José Arreola, Biblioteca de Escritores Jaliscienses, así como a archivos y documentos digitales que se encuentran en servidores de universidades de Estados Unidos, México.

Del acervo consultado, a Jorge Souza le sorprendió la calidad y cantidad de publicaciones que se encuentran no sólo en la academia estadounidense, sino en las mexicanas, como en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Universidad de Nuevo León, pero lo que más llamó su atención fue Poetizas mexicanas, de José María Vigil, en el que se incluyen a 95 mujeres que destacaron por su trabajo en el siglo XIX y principios del XX.