Lunes, 07 de Octubre 2024
Cultura | En Ocotlán, la mayoría de los participantes son niños

Un centro de lectura que se muestra lleno de vida

En Ocotlán, la mayoría de los participantes son niños que asisten a los talleres o cursos de verano

Por: EL INFORMADOR

A sus 11 años de edad, Yazmín Guadalupe Pineda ya es asidua lectora; el verano pasado hizo un libro que dedicó a su familia. EL INFORMADOR / P. Franco

A sus 11 años de edad, Yazmín Guadalupe Pineda ya es asidua lectora; el verano pasado hizo un libro que dedicó a su familia. EL INFORMADOR / P. Franco

GUADALAJARA, JALISCO (30/AGO/2015).- “Este centro de lectura está lleno de vida”, dice Alicia Reyes, mediadora certificada y encargada del Centro de Lectura y Formación Lectora, inaugurado en Ocotlán, Jalisco, en diciembre de 2012.

Ubicado en la esquina de las calles Ciudad Victoria y Durango, en la Colonia San Vicente, este espacio recibió en julio de 2015 a 631 personas. Los participantes, en su mayoría niños, acudieron a los cursos de verano y a los talleres que ponen a su alcance los comerciantes y los rotarios ocotlenses.

A las dos de la tarde, hora en que abre sus puertas, Alicia y dos prestadores de servicio social limpian este centro de lectura, el único en Jalisco (hay 14 a nivel nacional).

Yazmín Guadalupe Pineda, asidua lectora de 11 años de edad, cruza el umbral de entrada. Saluda a Alicia, platica un poco con ella y después sale, rumbo a su casa. Luego de unos minutos regresa y muestra un libro cuyas tapas están hechas con un material que parece cartón. Es un texto hecho por ella misma durante un curso ofrecido en este centro de lectura. Lo dedicó a su familia y lo dividió en temas como canciones y poemas.

A primera vista, en los libreros que acompañan a las paredes de este espacio sobresalen los volúmenes de Carlos Fuentes, José Agustín, Rodolfo Usigli, Gabriel García Márquez, Oscar Wilde, Herman Hesse y Julio Verne. Hay enciclopedias, libros para niños y un tomo muy grueso que aglutina las historias que componen "Las mil y una noches". Alicia comenta que comenzaron con mil 800 títulos, pero gracias a la solidaridad de los habitantes, que recurrentemente envían cajas con libros, ahora hay más de tres mil.

Los niños acuden a los cursos, pero cuando deciden leer prefieren los libros de la Secretaría de Educación Pública, los libros álbum y los que abordan temas científicos.

Luego de que un niño que camina por la banqueta le pregunta a Alicia si habrá alguna actividad para él, la encargada del centro cuenta que las personas todavía se sorprenden de que haya un espacio de lectura como ese en Ocotlán.

Los Centros de Lectura y Formación Lectora (CLFL) también forman parte del Programa Nacional Salas de Lectura y son considerados uno de estos espacios. Sin embargo, deben contar con espacios amplios, muebles, mesas, sillas y estaciones de escucha donde los participantes se sientan cómodos. También deben tener computadoras, proyectores o pantallas para ofrecer películas, entre otros elementos.

Un mediador de un CLFL necesita demostrar fluidez en la navegación por internet, el uso de programas diversos, el manejo de proyecciones y sistemas de reproducción y el acceso a las redes sociales. Sus dos tareas más importantes son ofrecer alfabetización virtual a los visitantes y proporcionar acompañamiento formativo a quienes escriben, en calidad de autores, textos originales o creaciones derivados de sus lecturas.

SABER MÁS

Propiciar el pensamiento propio y crítico

La misión de las salas de lectura es propiciar el surgimiento de comunidades con pensamiento propio y crítico que lean de manera libre, gratuita, incluyente y resignificativa, brindando condiciones materiales, sociales, cognitivas, afectivas y estéticas para que el mayor número posible de personas comparta sus lecturas entre pares y para que los lectores dialoguen, debatan, escriban textos propios derivados de sus lecturas y construyan lazos interpersonales y sociales que fortalezcan el tejido y la vida democrática.

Un programa exitoso: Cerlalc

Para el Centro Regional para el Fomento del Libro en América Latina y el Caribe (Cerlalc), el Programa Nacional Salas de Lectura, coordinado por la Dirección General de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta), es el modelo más exitoso para la promoción de la lectura en el país y en América Latina, pues trabaja a través de la creación de espacios de lectura comunitarios.

“A sus 20 años, el programa llega fortalecido y maduro, pero también con la capacidad de analizarse a sí mismo, por lo que a lo largo de este año se llevarán a cabo diversas acciones de autoevaluación, como son la Encuesta Nacional de Lectura 2015, entrevistas a grupos focales en comunidades lectoras y consultas ciudadanas a través de internet, cuyos resultados incidirán en las políticas de fomento a la lectura del próximo trienio”, resalta la Cerlalc en su sitio de internet.

LOS PARALIBROS, EN PROCESO DE REUBICACIÓN


Porque no hay recursos para mantener a los 13 paralibros que hay en Jalisco, la Secretaría de Cultura estatal propuso reubicarlos y ofrecerlos en adopción a alguna institución, de modo que estas variantes de salas de lectura puedan funcionar y subsistir a pesar de cualquier cambio presupuestal.

El director de Desarrollo Cultural y Artístico de la Secretaría de Cultura de Jalisco, Juan Vázquez Gama, afirma que hasta el momento sólo se ha movido el paralibro que estaba en la Estación Juárez del Tren Ligero y se llevó al municipio de Unión de Tula.

Vázquez Gama destaca que se busca que los paralibros aumenten su zona de cobertura. De los siete que funcionaban en la metrópoli, se prevé dejar cinco. El Tren Ligero se encargará del funcionamiento de los paralibros que quedarán en la nueva estación que se está alzando en Periférico Norte y el que permanecerá en la estación de Tetlán.

Antes de que quedaran relegados, los paralibros funcionaban en el Jardín Hidalgo de Autlán; en la Universidad Tecnológica de Jalisco; en el Reclusorio Preventivo de Guadalajara, en la presidencia municipal de Colotlán; en las estaciones Júarez, Tetlán y Ávila Camacho del Tren Ligero; en el jardín principal de El Limón; en la alameda principal de El Grullo; en los Hospitales Civiles de Guadalajara; en el Centro de Salud de Tonalá, y en el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana de Jalisco.

Los paralibros son variantes de las salas de lectura. Ofrecen una selección básica compuesta por 365 libros, mediación hospitalaria y préstamo a domicilio en horarios y días fijos.

Algunos de sus propósitos específicos son poner al paso de los viandantes un punto de encuentro con la lectura; fortalecer los espacios emergentes para el encuentro de libros, lectores, lecturas diversas, puntos de vista, propuestas y argumentos; rescatar algunos espacios públicos que pueden convertirse en espacios sociales; favorecer que un importante número de personas disfrute, además de la lectura, de distintas expresiones artísticas y culturales, y generar puntos de fiesta y encuentro para las familias en torno a la cultura escrita y las verbenas culturas.

Requisitos para abrir una sala de lectura

La apertura de una sala de lectura no tiene costo y el trámite puede realizarse todo el año.

Los únicos requisitos son:

•  Ser mayor de edad.

• Contar con un espacio para la lectura comunitaria.

•  Acudir a la Dirección General de Desarrollo Cultural y Artístico de la Sacretaría de Cultura. Domicilio: Ex Convento del Carmen, Juárez 638 , Guadalajara, Jalisco.

• Horario de atención:09:00 a 17:00 horas.

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