Trino, el villamelón perfecto

GUADALAJARA, JALISCO (05/ABR/2014).- El amor al “pambol” lo mueve. Pero la pasión por encontrarle el lado humorístico a todo es lo que lo motiva. En lo que representa la primera incursión de Trino Camacho en el mercado del libro electrónico al par del impreso, “El Mundial de Trino” (Tusquets Editores, 2014), su libro más reciente, es una obra “que no me costó nada de trabajo hacer” y que lo mantuvo trabajando de octubre de 2013 a febrero de este año en algo “que no fuera tan especializado en futbol” y en el que abundan referencias a la cultura popular contemporánea.

¿Cuáles referencias? Pues lo que le cruzara por la mente, como el uso de redes sociales, la aparente distancia entre mujeres y deporte, la “Guerra de las Galaxias”, “Batman”, “James Bond” o “El Chavo del 8”, todo lo cual convive con las “apariciones” de Cristiano Ronaldo, Lionel Messi, David Beckham, Luis Figo, José Mourinho, João Havelange o Joseph Blatter, de modo que a través de estas páginas el lector, aficionado o no, disfrute del ambiente de Copa Mundial que ya se respira en el aire.

“Si fuera villamelón, le iría a un equipo que ganara”, enfatiza el monero. “Sí me gusta el futbol y me domina la pasión; pero no como la del Clásico pasado (Atlas–Chivas), sino la de sufrir al ver el partido por televisión o ir al estadio, apoyando a un equipo que desde 1951 no ha ganado”. Con todo, temáticamente su libro se extiende al ámbito “iberoamericano, porque la idea es que se distribuya también en España y Colombia”.

A través de las páginas del libro, desfilan personajes y se tratan situaciones “como el fenómeno de los hooligans y todo ese zoológico donde los jugadores son, a veces, los menos protegidos. Un futbolista a los 30 años es un veterano y eso es triste”.

SIN LIMITARSE
De familias y clásicos

Trino deja algo bien en claro: el libro no es solamente de futbol, y no es necesario conocer este deporte a fondo para disfrutarlo al cien por ciento. “Es más internacional, por eso pueden ver a personajes como los que aparecen; además, no es un libro especializado y muchos podrán apreciar esa parte de humor ácido sobre la gente que odia el futbol, incluso amas de casa”.

Lo anterior, refiere Camacho, como elemento que muestra que “el futbol forma parte de la idiosincrasia nacional”, algo que se expresa en el ámbito mismo de las disputas familiares y “que, en lo que respecta a este deporte, es visible cuando se da un partido clásico entre América y Chivas, se dividen opiniones y puede ser incómodo, “pero se trata de pasiones”.

Y es que el monero separa lo que es una pasión desenfrenada (o mal encauz         ada), de lo que es un tradicional Clásico deportivo. “Lo que pasó en el Jalisco hace unas semanas es algo más extra cancha; lo veo como algo de carácter social, una manera que tiene la gente de expresar que siente que todo está muy jod... y no hay oportunidades. Por eso los jóvenes arremeten contra la policía. En mi caso, siempre me he quejado de la policía pero, al ver esas escenas, me doy cuenta de que en realidad estoy en contra de la violencia”.

El Mundial de Trino se presentará en la Ciudad de México a fines de este mes pero, posteriormente, se prepara una firma de libros por parte del autor que, se presume, se llevará a cabo un domingo durante el paseo dominical de la Vía RecreActiva en Guadalajara.

Conejillo de indias

De que se respira una nueva época a nivel editorial, no hay duda. “Es la primera vez que publico un libro electrónico, de manera que las personas que viven fuera del país pueden adquirirlo por esta vía, a través de iTunes o Google Play para tenerlo en su dispositivo de preferencia”, explica el monero. Esta experiencia es novedosa para el autor y “además cuesta más barato, obviamente evitando el uso de papel o preocuparse por la distribución”.

Trino afirma que esto es también una ventaja porque “muchos mexicanos nos escuchan en el programa de radio desde otros países del mundo y, si viven fuera, pueden adquirir el libro a través de varias plataformas y no es necesario pensar en lo difícil de un envío o esas cosas”.

Admite que se tardó en incursionar en el libro electrónico, “no es una novedad, pero entre mis compañeros moneros mexicanos veo que muy pocos han sacado libros electrónicos”.