Treinta años de ilustración en México

GUADALAJARA, JALISCO (03/NOV/10).- Los ilustradores con capaces de convertir la poesía escrita en imagen y darle un rostro a Caperucita Roja; pueden proyectar la noche en un semblante y expresar la tristeza sin lágrimas, todo en las páginas de los libros. En la década de los ochenta empezó a incrementarse las posibilidades de mercado de la ilustración en México, “antes de eso, la ilustración era mucho… Colibrí, que era Conafe y para libros de texto gratuito, no era tanto para la industria en general”, recuerda Peggy Espinosa directora de la editorial de Petra Ediciones.

“Es un lenguaje finalmente (la ilustración)”, dice la editora y explica que como tal también se debe aprender a leer y decodificar. “Somos muy malos para leer la imagen, porque la ves y dices: me gusta o no me gusta; pero de verdad, hay que empezar a tratar de construir significados y encontrar realmente lo que está detrás de la imagen, símbolos y signos”.

El ilustrador bebe de sus experiencias personales y se nutre con la vista para realizar su trabajo, las imágenes que crea quedan entre los recuerdos luego de leer un libro. Cómo olvidar a ese pequeño rubio de pie sobre un planeta: El Principito. “La ignorancia se articula en la imaginación con el deseo de saber”, dijo el ilustrador mexicano Gabriel Pacheco durante el Foro Internacional de Ilustración (Filustra), que finalizó el pasado lunes 29 de noviembre y donde se reflexionó sobre este oficio.

 “Es la primera vez que le dan la importancia a la ilustración”, apunta el ilustrador mexicano Josel, “aunque venían ilustradores no había un foro dedicado a los ilustradores; el oficio de ilustrar está creciendo mucho aquí en México y esto es reconocer la parte de la industria del libro, que es el ilustrador”.

Por mucho tiempo se creyó que el texto es más importante que la ilustración en los libros, pero la idea ha ido cambiando, uno de los objetivos de Filustra fue que el trabajo del ilustrador se valore de la misma manera como se valora el trabajo del escritor. “Que ya no se vea que la ilustración es un agregado o un adornito más para llenar la página, que se vea que es sumamente importante, que se vea que es tan importante como los conceptos o las definiciones, que se vea así”, dice Josel, quien ilustra libros infantiles.


Los libros para niños y jóvenes dominan el mercado

Vanguardia y tradición

Desde hace 30 años el mercado de la ilustración para libro infantil y juvenil aumentó, empezó a realmente a difundirse y distribuirse en México y junto con ello empezaron a nacer nuevas editoriales mexicanas que publican libros infantiles.

“Tuvo mucho que ver la primera Feria Internacional del Libro Infantil y Juvenil (FILIJ), como que ellos de verdad dieron mucho impulso a lo que fue el libro para niños y ahí se puso de manifiesto la necesidad de libros infantiles y juveniles”, comenta Peggy Espinosa.
Pese a que hay ilustradores talentosos en todo México, el mercado se concentra en la Ciudad de México, ahí se encuentra un gran número de casas editoriales.

“Hay pocas editoriales infantiles como Petra fuera de la ciudad de México, están empezando a surgir otras, pero realmente el trabajo fuerte se concentra allí. Muchos ilustradores de aquí trabajan para editores de la Ciudad de México o de Venezuela, España, otros lugares”, comenta la directora editorial. Lo que queda claro es que en el país aún hay mucho camino por recorrer.

Para Peggy Espinosa la ilustración es muy importante porque consigna mucha información, refiere que el sistema de imágenes es más complicado, porque cuando se está ante una ilustración o un gráfico ¿cómo se lee?, ¿de izquierda a derecha? “El recorrido del campo visual es diferente, pero también la entrada y cómo vas dando valores e información, no es fácil”.

Para que la potencialidad que tiene la ilustración realmente vaya más allá del me gusta o no me gusta, propone dar más elementos para dar una mejor lectura y compresión de los libros ilustrados y sobretodo formar y capacitar a los maestros, padres, lectores e ilustradores.
Gana terreno

Con el paso del tiempo el desarrollo de la ilustración en la industria literaria se ha dado de manera positiva. Así lo hicieron saber los ilustradores Javier Zabala (España) y Miguel Pacheco (México), quienes fueron los encargados de poner el punto final al primer Foro Internacional de Ilustración Filustra, que, además de pláticas y ponencias, incluyó rondas de promoción con editoriales, un par de talleres y una serie de actividades más en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL).

Durante su intervención, los ilustradores hablaron sobre los avances que se han dado en el mundo de la ilustración hispanoamericana, donde aseguraron que el mercado comienza a tomar más en cuenta a los ilustradores para entregar material de mayor calidad.

El ilustrador español compartió ante un público conformado en su mayoría por estudiantes algunos de los secretos que lo han llevado a ser considerado uno de los maestros de la ilustración en su país. “Soy de la idea de que la computadora es una herramienta más, está bien usarla pero hay que tener cuidado que no se coma la personalidad”, asegura Zavala, quien al tiempo agrega que: “La computadora es una herramienta muy potente. No descuiden el dibujo del natural y el aprendizaje como se hacía en el siglo XX. Verán que se complementan perfectamente”.

Por su parte Gabriel Pacheco habló sobre la idea de profundizar las formas de conceptualización y explorar sus espacios como lugares de esta escritura.

El dato

Entre los ponentes que participaron en Filustra, además de Gabriel Pacheco y Javier Zabala, destacaron Kitty Crowther, Beatrice Alemagna, Arnal Ballester y Philip Giordano.


Arte para una página en blanco

Coprotagonista

Una ilustración es un lenguaje gráfico que se utiliza por lo general para acompañar algún texto y desde el punto de vista del ilustrador Alejandro Orozco, quien ha trabajado en libros para niños, hay dos formas de verlo: como adorno, mucha gente lo ve como si se fuera a rellenar espacios; y la otra es como un complemento para el texto y a la vez un gancho para que el lector se atrape y se meta al texto.

Cuando se va a ilustrar un texto lo primero que se hace es leerlo, “entonces lo que vas sintiendo la idea y qué material usar. Cuando es algo más artístico se te antoja un papel en el que le puedas echar acuarela o pastel, hay otros que son muy cuadrados, muy técnicos, negros, y también depende del público al que va”.

Para Orozco el trabajo de un ilustrador es equiparable con el de un pintor, un artista, porque una pintura puede ilustrar un libro y lo mismo una ilustración puede estar en un museo.

“Yo siento que va mezclado, a final de cuentas es una forma de expresión y tal vez no tengo el título de pintor, pero pinto”.


Algunos géneros:

Novela gráfica:

Cuenta una historia con principio y fin por medio de dibujos explicados. Narra una única historia, estas son las principales diferencia ante el cómic, que la historia se plasma en largas series.

Libro álbum:

Existe una relación de complementariedad y mutua dependencia entre el texto y la imagen, que aporta significados y datos al relato que no necesariamente están escritos.

Libro ilustrado:

La imagen ilustra o recrea lo que dice el texto.

Libro de referencia:

Pueden ser atlas, diccionarios y por lo general contienen ilustración científica, y pueden ser de ficción y no ficción.


Las herramientas:

Papel:

Guarro, cuando se utiliza acuarela, pastel o algún lápiz muy grueso. Opalina, para trabajar a blanco y negro y luego se puede escanear y trabajar en la computadora y el papel bond para hacer bocetos.

Para pintar y dibujar:

Acuarelas, pincel, tinta china, estilógrafo, lápiz.

Imaginación:

Básica.

Originalidad y estilo:

Se descubre con el oficio..