Sábado, 16 de Noviembre 2024
Cultura | La publicación puede consultarse en maya, mixteco, tzotzil y zapoteco

Traducen Carta Magna a cuatro lenguas indígenas

Aunque la iniciativa ha sido aplaudida, investigadores señalan no será muy útil, ya que pocos escriben en su lengua materna

Por: REUTERS

En México no existen datos sobre cuántos indígenas mexicanos leen en su lengua materna.ELUNIVERSAL  /

En México no existen datos sobre cuántos indígenas mexicanos leen en su lengua materna.ELUNIVERSAL /

CIUDAD DE MÉXICO (09/DIC/2010).- La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos ya puede consultarse en las lenguas indígenas maya, mixteco, tzotzil y zapoteco.

Los documentos traducidos se presentaron ayer en el Senado de la República. La secretaria técnica de la comisión especial de los Festejos del Bicentenario, Patricia Galeana, destacó que el 5 de febrero pasado, “en el 193 aniversario de la Constitución que nos rige, se publicó la traducción al náhuatl de la Carta Magna, a partir de entonces, se distribuye en todas las comunidades hablantes de esa lengua en todo el país”. 

La historiadora puntualizó que las lenguas maya, mixteco, tzotzil y zapoteco son las lenguas más habladas en México, después del náhuatl.

Durante el acto en el que se presentaron las traducciones de la Constitución, estuvo presente el doctor Miguel León-Portilla, miembro del Consejo Consultivo de la comisión señalada, así como los traductores Lorenzo Hernández Ocampo (mixteco), Feliciano Sánchez Chan (maya), José Vázquez López (tzotzil) y Javier Castellanos Martínez (zapoteco), quienes hablaron de su experiencia literaria. 

León-Portilla mencionó que es importante trabajar para que no se pierdan “nuestras lenguas originales, pues se cierran ventanas para comprender el mundo”.

Otras posturas

Aunque la iniciativa de traducir la Carta Magna a distintas lenguas indígenas ha sido considerada como un gran aporte, también ha recibido algunos cuestionamientos.

 como “atinada” y un gran logro por los cinco traductores, pero también varios de ellos cuestionan su continuidad, porque no se trata sólo de traducir y hacer llegar los ejemplares a los espacios culturales y educativos de las comunidades indígenas, sino de hacer una labor de difusión y sobre todo de acompañamiento para que ellos conozcan cabalmente sus derechos y obligaciones.

Sin embargo, no es el único tema que les preocupa, en México hay 68 lenguas, lo que significa que el trabajo apenas empieza. Hay otro asunto aún más serio. Los traductores reiteran los beneficios que puede traer consigo, pero son conscientes de que no se impactará a los más de cuatro millones de hablantes (en conjunto) que hay en las cinco lenguas, porque el que sean hablantes no significa que sean lectores en su lengua materna.

Problema de fondo

El maestro Javier Castellanos Martínez, traductor del español al zapoteco, cuestiona el impacto que podrán tener estas traducciones, ya que el Estado se ha dedicado a castellanizar a los indígenas, por lo que pocos leen y escriben en su lengua materna.

“La lengua del indígena mexicano el Estado se ha encargado de nulificarla, de olvidarla. Cuando ellos vean una Constitución en su lengua, seguro que primero la van a ver como una curiosidad y segundo se van a encontrar con el problema de que no la saben leer porque nunca les enseñaron a leer y a escribir en zapoteco”, señala el traductor Javier Castellanos Martínez.

El escritor y traductor asegura que con la publicación en zapoteco, los indígenas se van a cuestionar no haber puesto interés en leer y escribir en su idioma; pero también el Estado deberá cuestionarse sobre “por qué ha sido tan etnocida al generar que estos pueblos no sepan leer y escribir en su idioma en pleno siglo XXI”.

Para Castellanos Martínez “la traducción muestra esta terrible injusticia, este terrible olvido y etnocidio que el Estado mexicano está generando con los pueblos indígenas”.

Difusión y acompañamiento

El tema de la difusión y seguimiento es el que más preocupa. El maestro Zósimo Hernández plantea la problemática: “A quién le van a transferir la tarea de hacer llegar las constituciones a donde corresponda, quién va a emprender las acciones de acompañamiento para la lectura del material”.

Hernández no es optimista, porque en su opinión no pasará nada más con las constituciones y se quedarán como una acción aislada. “Falta difusión de éstas, pero también faltan las traducciones de los otros idiomas, de los restantes 63, pues son 68 los que se reconocen constitucionalmente”. 

Los traductores de la Carta Magna a lenguas indígenas (Zósimo Hernández, Javier Castellanos, Feliciano Sánchez, Lorenzo Hernández y José Vázquez López) refieren la complejidad del documento, de las distintas concepciones sobre cómo se concibe la construcción del Estado mexicano y de lo injusta que es con “los pueblos originales”.

Actualmente no existen datos de cuántos indígenas mexicanos leen en su lengua materna, ni siquiera lo sabe el Instituto Nacional de Lenguas Indígenas (Inali) que ha creado el Catálogo de las lenguas indígenas nacionales y la Ley general de derechos lingüístico de los pueblos indígenas.

Las cuatro traducciones (que se suman a la náhuatl) que se presentaron ayer tienen un tiraje de dos mil ejemplares cada una, para repartirse en una población general de más de cuatro millones de hablantes.
Agencias

Hablantes de otros idiomas

Náhuatl. Más de dos millones en 13 estados del país
Maya. Cerca de un millón en Yucatán, Campeche y Quintana Roo
Zapoteco. Más de 640 mil concentrados en Oaxaca y Veracruz
Mixteco. Más de 423 mil en Oaxaca, Puebla y Guerrero
Tzotzil. Más de 350 mil en Chiapas

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