Cultura | Por Fernando Barrera Torerías La liberación femenina está en curso I Por: EL INFORMADOR 20 de marzo de 2010 - 01:28 hs Esto ya no se puede detener. La inercia del progresismo, la igualdad de oportunidades y condiciones tocó ya el mundo taurino y cada vez son más las mujeres que optan por el durísimo camino del hacerse toreras. En la historia de la tauromaquia ha desfilado una cantidad importante de mujeres. En el último cuarto del siglo XVIII apareció quizá la primera torera reconocida, la madrileña Nicolasa Escamilla, “La Pajuelera”. Incluso, en el siglo XIX hubo una cuadrilla de “señoritas toreras”, encabezada por Martina García. Pero una pléyade de toreras se vio truncada por Juan de la Cierva, ministro de Antonio Maura, quien prohibió por Real Orden del 2 de julio de 1908 el toreo a pie de las mujeres. Aquella decisión estaba fundamentada, según el ministro de la Gobernación, en protestas públicas y en el hecho de que el espectáculo era “impropio” y “opuesto a la cultura y a todo sentimiento delicado”. Se dio el caso de María Salomé Rodríguez Tripiana, “La Reverte”. Valiente y dominadora, hábil con las banderillas y muy eficaz con el estoque, a partir de 1908 aseguró que era un hombre y siguió toreando después de la promulgación de la Real Orden. En los labores del siglo XX surgió quizá la más reconocida de las toreras hasta fechas recientes: Juanita Cruz. Pese a que el Reglamento Taurino de 1930, artículo 124, mantenía la prohibición, se presentó en León (España) el 24 de junio de 1932, sin que el citado artículo hubiera sido abolido. El ministro de la Gobernación le recordó a los gobernadores y Juanita Cruz se quedó en el paro. Pero en 1933 se revocó dicho artículo y comenzó una efímera pero intensa carrera. Juanita Cruz toreó 33 novilladas en 1933, pero sufrió cierta censura de la prensa ya que su caso fue silenciado durante años. Sin embargo, los profesionales como Marcial Lalanda le reconocieron e incluso el día que la vio torear en Madrid dijo: “Juanita Cruz ha sido el único torero en la plaza”. Fue el 2 de abril de 1936, después de haber toreado más de 50 festejos en otras plazas. Cuando llevaba 18 novilladas con picadores estalló la Guerra Civil. Actuó en varios festivales benéficos en favor de la República y se marchó a Venezuela. Toreó en los países taurinos de América y tomó la alternativa en Fresnillo (Zacatecas, México) el 17 de marzo de 1940. Se la concedió Heriberto García. Cortó dos orejas. Pero el régimen franquista, totalitario y represor, impuso otra vez la prohibición a las mujeres. Juanita se retiró en 1946 sin poder actuar de nuevo en España. Lo hizo tras participar en casi 700 festejos. En América hizo el paseíllo en 460 ocasiones. Se despidió en La Paz (Bolivia) y en 1946 regresó a Europa. En Francia estuvo un año y allí toreó sus últimas corridas. En 1947 regresó a España. Murió en Madrid el 18 de mayo de 1981, en plena Feria de San Isidro, a las cinco de la tarde y a causa de una vieja lesión de corazón. “A pesar del daño que me hicieron en mi patria los responsables de la mediocridad del toreo de 1940-50… ¡brindo por España!” Juanita Cruz, primera matadora de toros de la historia. fotografíataurina@yahoo.es Temas Torerías Lee También Faena de Sebastián Castella, vibrante y con torería Los Forcados de Mazatlán, en grande Momento de resurgir Gerardo Rivera busca obtener su recompensa Recibe las últimas noticias en tu e-mail Todo lo que necesitas saber para comenzar tu día Registrarse implica aceptar los Términos y Condiciones