Martes, 26 de Noviembre 2024
Cultura | Por Fernando Barrera

Torerías

De política, políticos y toros (I)

Por: EL INFORMADOR

Ahora que está de moda que los estados interpongan Controversias Constitucionales ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) contra resoluciones que atañen al Distrito Federal, los verdaderos aficionados a los toros de cualquier parte del país y los propios profesionales de toreo deberían pensar seriamente en aliarse.

En la Asamblea Legislativa del Distrito Federal se presentó a finales del año pasado una iniciativa de decreto que reforma varios artículos de la Ley para la Celebración de Espectáculos Públicos, impulsada por el diputado del PRI Cristian Vargas Sánchez, que impide la práctica de la tauromaquia en la capital del país.

Dentro de los argumentos sin razón que presentó este sujeto, esgrime como una causal para querer prohibir la fiesta que pese a ser la Plaza México la tercera en importancia a nivel mundial, ahí han ocurrido tres percances mortales. El primero, a finales de 1947, cuando José Rodríguez recibió una cornada y murió.

El 8 de octubre de 1989 falleció el monosabio Rafael Domínguez “Gamucita”, el ser herido por un novillo que saltó al callejón. Acoto que “Gamucita” era un señor de edad. Recuerdo bien que aquella tarde, los reflejos no le respondieron y al querer brincar las tablas fue prendido y herido en la femoral. Por último, cita la muerte del rejoneador Eduardo Funtanet, en 1997, y lo más absurdo, el vuelo de “Pajarito”, en 2006.

Sus fundamentos están basados en ese correo electrónico que circula desde hace varios años, que quién sabe de dónde salió y a parte asegura que “genera una serie de elementos encaminados a la violencia”.

También asegura que un menor de 16 años no puede torear, pues es “explotación infantil y puede traerles consecuencias psicológicas”, pero la ALDF sí aceptó la adopción por parte de parejas homopreferentes. Suena un tanto absurdo. Creo.

Debería pensar este diputado que justamente la alta burocracia a la que pertenece vive de un presupuesto de todos, taurinos, no taurinos, empresas, toreros y demás, y que justamente la incompetencia de ellos puede, eso sí, generar una violencia social por cómo se perjudican al pueblo.

Hay muchos aficionados a los toros, incluso priistas influyentes. Habría que pensar en un frente común para frenar esta iniciativa. Como gritaron los republicanos a las puertas de Madrid: “no pasarán”.

fotografiataurina@yahoo.es

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