Sábado, 30 de Noviembre 2024
Cultura | Fernando Barrera

Torerías

Al toro, que es una mona

Por: EL INFORMADOR

Es un dicho popular, es una invitación a lo que no tiene importancia e irónicamente a lo que la tiene demasiado. También es una expresión coloquial para hacer algo, como es ir a los toros.

Este domingo empieza formalmente la temporada de novilladas en la Nuevo Progreso con un cartel atractivo, conformado por el alumno más acercado a "El Pana", Alfonso Mateos; otro novillero con un gran potencial, Santiago Fausto; y el colombiano de gratos recuerdos Fernando Alzate, quienes lidiarán un encierro bien cuajado de Jorge de Haro.

Aquí conviene hacer una reflexión. Si bien es cierto que el cartel dice poco para quienes no son aficionados cabales, la realidad es que presenta a los novilleros punteros de México. Eso nadie lo puede negar y pocas plazas lo pueden dar.

En los últimos meses, la que debería ser la principal plaza del país, la Monumental Plaza de Toros México, ha tenido una temporada más que irregular con una suspensión caprichosa por parte de la empresa, un festejo interrumpido arbitrariamente por la lluvia e incluso denuncias en la Profeco por el incumplimiento del Derecho de Apartado.

Esto conlleva que la México cada día pierda el prestigio que durante seis décadas se ha forjado y que sea manejada sin el respeto a su historia y a la afición. Pero también es una gran oportunidad para que el Nuevo Progreso de Guadalajara acabe de posicionarse como la plaza más seria de la República.

La miopía de unos cuantos insiste en restarle prestigio al coso tapatío, más por rencillas personales, amarguras propias o arrogancias desfasadas sin tomar en cuenta que desde hace años sólo se han suspendido, curiosamente, los dos festejos inaugurales por sendos chubascos matutinos que dejaron imposibilitado el ruedo.

Además, el nombre de los toreros anunciados ha correspondido a la categoría que implícitamente tiene Guadalajara. Aquí no se han anunciado novilleros como un torerillo de la legua apodado "El Oaxaco", cuyo único recuerdo fue que tomó agua en un guaje, o Luis Miguel Pérez, quien con 14 años de novillero y cerca de 35 años de edad se presentó en 2008 en la que se supone debe ser la plaza más seria del país.

Basta ver los novillos en las corraletas del Nuevo Progreso para entender que quienes se pondrán por delante tienen los requisitos mínimos necesarios para llevar una lidia con dignidad y sobre todo con respeto a la categoría de una plaza como la de aquí.

Por eso, paradójicamente, la degradación de una plaza tan importante como la México representa una oportunidad insaludable para que el Nuevo Progreso sea el escaparate de mayor trascendencia no sólo en el país, sino en toda Latinoamérica.

Y justamente, para contribuir a que esa jerarquía se mantenga, solo basta decir ¡al toro…!
fotografiataurina@yahoo.es

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