Teatro en el panteón de Mezquitán

GUADALAJARA, JALISCO (18/SEP/2012).- La primera sección del Panteón de Mezquitán será el escenario en el que se presentará la obra "Cosas que tengo que hacer antes de morir".

Detrás, a los lados, enfrente, los 100 presentes que los organizadores esperan que asistan los miércoles y jueves, a partir del 19 de septiembre hasta el 25 de octubre, observarán tumbas y teatro. Sólo eso.

En la pequeña muestra que se dio para los medios de comunicación, un hombre de cabellos largos organizados por una liga lastima la tierra con una pala. Cava un hoyo. Se escucha el rasguño de la pala penetrando en la superficie. El hombre le mete el pie a la paleta para acentuar la profundidad. Se escucha una canción de piano. Es lenta. El hombre saca más tierra y cubre una rejilla de madera que descansa en el suelo. El sol le cae en la espalda. Se limpia el sudor de la frente. Espanta a los mosquitos con un manotazo. En el hoyo entra un vestido de niña, un pantalón, una chamarra, todos tienen historia, la historia de su muerte: inanición, se cayó desde un quinto piso, lo arroyó el tren...

El director de la obra, Ricardo Pérez, explicó que el trabajo nació a partir de la exploración que él, Gabriela Escatell y Rafael Evans (ambos actores de la obra) hicieron durante dos meses y medio. Recorrieron tumba por tumba con la intención de encontrar historias que pudieran contar dentro del montaje. Fotografiaron epitafios, buscaron símbolos que les llamaran la atención. Al final, los tres tejieron el texto. El proyecto tardó aproximadamente un año en cuajar.

"Las historias que nos llamaban la atención a partir de los epitafios. Creo que lo que le da sentido a la vida es justo la muerte, si no supiéramos que existe un final a lo mejor no sé dónde estarían los objetivos. La muerte es algo muy contundente como la vida de todos", dijo Gabriela Escatell.

Y encontraron las historias. La tragedia del cine Montes, ocurrida el 7 de julio de 1941; las personas que murieron durante las explosiones del 22 de abril de 1992; una tumba de los bomberos tapatíos; e historias de amor que rescataron de los epitafios, como la del "Gordito", en cuya tumba Rafael Evans encontró el mensaje: "Aunque ya no podamos hablar, platicar o estar juntos, sé que tú estarás ahí porque eres mi luz y mi alegría. Honrando tu memoria por siempre, gordo, tu fiel amigo A.C".

Ricardo Pérez agregó que es la primera vez que se lleva a cabo una obra de teatro en la primera sección del Panteón de Mezquitán. Al ser un espacio que se cuida mucho, los organizadores tuvieron que platicar con los encargados de los cementerios del Ayuntamiento tapatío y los convencieron al proponerles el enfoque artístico que tenían planeado. "Nos sentimos muy honrados por ese privilegio de utilizar esta sección que es la histórica y la que tiene más carga emotiva", afirmó Pérez.

Eligieron al Panteón de Mezquitán porque creyeron que a partir de la historia de este cementerio, a partir de las voces de los muertos, podían hablar de la historia de Guadalajara y de sus habitantes.

Antes de disfrutar la obra, los asistentes, quienes entrarán por la puerta ubicada en Avenida Federalismo, podrán dar un pequeño recorrido en el panteón en donde observarán algunas demostraciones artísticas, "detalles que estarán en el camino".

En el lugar habrá elementos de Protección Civil y personal de seguridad que supervisarán que todo deambule con normalidad.

EL INFORMADOR / GONZALO JÁUREGUI