Martes, 26 de Noviembre 2024
Cultura | Especial atención en la crónica

Suben al ring al periodismo y a la literatura

Rafael Pérez Gay, J. M. Servín, Héctor de Mauleón, Enrique Serna y Guillermo Fanadelli estuvieron al frente de la charla

Por: EL INFORMADOR

Cinco especialistas sobre el periodismo y la literatura.  /

Cinco especialistas sobre el periodismo y la literatura. /

GUADALAJARA, JALISCO  (28/NOV/2012).- Hubo límite de tiempo, pero no de caídas. ¿La discusión? La eterna charla sobre la relación entre el periodismo --especialmente la crónica--y la literatura.

En la mesa hubo cinco ponentes que han nadado en ambos mares: Rafael Pérez Gay, J. M. Servín, Héctor de Mauleón, Enrique Serna y Guillermo Fanadelli; todos ellos reunidos por la editorial Cal y Arena.

Pérez Gay sacó un comentario del anecdotario: hasta hace unos años, afirmó, la crónica era un asunto canónico en el que Carlos Monsiváis decidía cuando se escribían.

El primer golpe lo soltó Fadanelli. No precisamente sobre el tema, sino por la falta de micrófonos. Ya entrado en la discusión, señaló que si bien las definiciones ortodoxas de la sexualidad están pasando de moda, las literarias siguen manteniendo sus límites de manera estricta. A él lo que le gustaría que los escritores no fueran relegados siempre a los suplementos culturales, sino que fueran esparcidos por todo el periódico.

Entonces soltó la crítica: hay libros tan malos que parecen periodismo. Agregó que la literatura está tomando las malas mañanas del periodismo por la creación excesiva de premios.

Enrique Serna puso la mayor diferencia entre periodismo y literatura: el primero de ellos, afirmó, tiene en contra que casi nunca perdura, a menos de que una compilación de textos tenga mucha suerte. Recordó que el siglo pasado la crónica tomó elementos del ensayo porque la descripción ya no era suficiente, por la competencia de los medios audiovisuales.

Héctor de Mauleón sacó a relucir el tema de Bryce Echenique, pues volvió a poner a flote la discusión entre crónica y novela, pues el jurado argumentó que los plagios fueron meramente periodísticos.

Enrique Serna se permitió conciliar a ambas partes. Cuando se escribe para un periódico, se puede ir recopilando material para, con el paso de los años, pensar en plasmar en un libro de ficción o no ficción.

Servín dio su más certero golpe: las opiniones en la crónica están dejando fuera a las vidas cotidianas, que es de donde más se nutre la crónica.

Pérez Gay retomó el micrófono y dejó la duda en el aire: ¿es el periodismo de los escritores la peor parte de su obra?

EL INFORMADOR/ ROBERTO MEDINA

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