Sábado, 30 de Noviembre 2024
Cultura | Tunick demuestra que se siente más a gusto detrás de cámaras que delante de ellas

Spencer Tunick está en busca de la mejor ciudad para trabajar

Después de visitar México, el fotógrafo viajará a Australia para tratar de reunir a más de 4 mil personas en la marcha gay

Por: SUN

MONTERREY, NUEVO LEÓN.- Un tanto tímido e introvertido ante la prensa, Tunick demuestra que se siente más a gusto detrás de cámaras que delante de ellas.

“Estoy muy interesado en el cuerpo humano y en cómo manda mensajes muy poderosos en un espacio público transformándolo por completo, esta energía es muy excitante para mí”, afirmó en entrevista para KIOSKO el fotógrafo estadounidense Spencer Tunick, durante su reciente visita a Monterrey con motivo de la inauguración de su última exposición titulada Citadinos.

Dejando a un lado sus conocidas instalaciones multitudinarias, en esta ocasión plasma su propia visión del arte moderno mexicano tomando como protagonista a la ciudad de México.

La muestra de 30 fotografías está inspirada en algunas de las más de 130 obras de la Colección Andrés Blaisten, expuestas en el Centro Cultural Universitario Tlatelolco de la UNAM, las cuales Tunick piensa trasladar a las calles de la ciudad de México, generando una nueva elocuencia al convertir el desnudo en una parte del paisaje.

“Me gusta mucho México, cuando vine la última vez, en el año 2007, no tuve tiempo de conocer la ciudad porque todo el tiempo la pasaba del hotel al Zócalo y del Zócalo al hotel.

“Quería recorrer las calles de esta gran ciudad, redescubrirla. Cuando vi la colección Blaisten me recordó a algunas de las primeras fotos que hice en mis inicios en Nueva York; pensé en hacer una serie de fotografías individuales que mostraran el espíritu del mexicano y su entorno”, agregó Tunick.

De la colección Andrés Blaisten, el artista se basó en obras de la exposición Arte Moderno de México como La femme et le pantin (1909) de Ángel Zárraga, Las musas (Las tres parcas) (1936) de Manuel Rodríguez Lozano, La danza del venado (1933) de Fermín Revueltas, El peinado (1925) de Francisco Arturo Marín, Desnudo femenino reclinado (1930) de Emilio Amero, y Desnudo Rosa con abanico (1953) de Alfonso Michel.

“Queria jugar a hacer arte de una manera espontánea, improvisando. Nos levantábamos a las cinco de la mañana y nos íbamos en la camioneta a recorrer las calles, cuando veía algún escenario que me gustaba, escogía alguno de los voluntarios para tomar la fotografia. De las 40 imágenes que tomé escogí 30 que tenían la calidad necesaria para estar en una exposición”, citó el entrevistado.

De Magritte a los desnudos

Tunick ha trabajado en Estados Unidos y en ciudades como Montreal, Sao Paulo, Caracas, Santiago, Buenos Aires y México. Además destacan sus instalaciones en Brujas, Lyon, Melbourne, Viena, Barcelona, Ginebra y Londres.

“Nueva York es mi ciudad favorita para trabajar. En mis inicios me inspiraba en Magritte y fotografiaba a una persona con un objeto los sábados o domingos por la mañana cuando no había mucha gente en las calles.

“Hay una energía fenomenal en los países latinoamericanos. Estoy tratando de encontrar alguna ciudad que me haga sentir lo mismo que Nueva York. Espero trabajar pronto en las calles de Monterrey si el gobierno me da permiso”, recalcó el fotógrafo.

En algunas ocasiones, Tunick, ha sido comparado con Andy Warhol y aunque se dice admirador de su obra, afirma que no son similares.

“Me gusta mucho el trabajo de Andy Warhol y los elementos de collage que utiliza, pero a él le gustaba fotografiar a las celebridades del momento y yo utilizo gente común y corriente. Si fotografiara a Salma Hayek se diría que esa es la foto de Salma Hayek, no de Spencer Tunick”, afirmó el creativo.

Su próximo proyecto lo llevará a Sidney, Australia. “Estaré trabajando en marzo en Australia, durante la marcha gay, en un espacio muy grande donde tengo que reunir 4 mil 500 personas para llenar el lugar”, destacó Tunick.

Las imágenes del fotógrafo que rompen los conceptos de lo público y lo privado y lo tolerado y lo prohibido, lo llevaron a prisión en 1994, cuando una de sus modelos posaba desnuda en el Centro Rockefeller de Manhattan, Nueva York.

Para concluir, el artista declaró: “Mi trabajo es una celebración del espíritu humano y yo voy a continuar trabajando con el desnudo el resto de mi vida”.

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