Jueves, 19 de Septiembre 2024
Cultura | El propio Skármeta se reserva un papel en este cuento-fábula

Skármeta homenajea a los niños que aman a sus padres

El escritor chileno publica el libro infantil Galletas chinas, con ilustraciones de Emilio Urberuaga

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO.- Los niños a veces hacen extrañas preguntas. ¿Cuánto de alto es arriba? ¿De qué es propaganda la luna? ¿Qué puede hacer una aspirina a la que le duele la cabeza? Lo bueno es que todas estas interrogantes no tienen respuesta y, sin embargo, ellos dan por buena cualquiera.

Todas estas preguntas se las hicieron sus hijos al escritor chileno Antonio Skármeta y ahora vuelca esta perplejidad y esta fantasía en el cuento Galletas chinas, ilustrado por Emilio Urberuaga.

"Mi actitud al escribir para niños no cambia de cuando lo hago para adultos. No cambio mi lenguaje, los reto. Los niños, al no estar formados todavía, son personajes con infinitas posibilidades, son imprevisibles, y me encanta el juego que da escribir para ellos", comenta el escritor.

Galletas chinas es un homenaje a todos los niños que aman a sus padres, a los padres que aman a sus hijos y a las pequeñas empresas, que son las que sostienen la economía.

"En Santiago es tradición que los mapuches, que son nuestros indígenas, trabajen como panaderos y se instalen en grandes empresas panificadoras o en pequeñas panaderías", señala Skármeta.

Precisamente en uno de estos pequeños negocios es donde transcurre el cuento Galletas chinas. Se trata de la historia de unos trabajadores mapuches que trabajan en una pequeña panadería de Chile, que, tras el éxito de ventas en unas Navidades, son invitados por el dueño a comer en un restaurante chino. Al finalizar la comida, Pedro Collihuinca, su mujer y el hijo de ambos son obsequiados con un dulce envuelto en papel celofán en cuyo interior encuentran un papelito con un mensaje o un proverbio chino con relación al futuro.

En su dulce, el niño descubre con sorpresa el mensaje "serás un empresario" y aquello, de la mano de Skármeta, enciende la imaginación del pequeño, que hará que llegue a convertirse en el panadero más famoso de todo Chile.

El propio Skármeta se reserva un papel en este cuento-fábula, el de un inspector de sanidad que al final dictamina a favor de niño cuando éste ingenia unas nuevas galletas con papelitos en su interior: "no es un problema sanitario, es una nueva variante del arte de la repostería, las ‘chilean cookies’".

Para el autor chileno, "los motores de la economía son las pequeñas empresas, las pymes y, dentro de éstas, las microempresas, en las que no existe la relación autoritaria entre un gran jefe y un grupo grande de obreros".

Por esa razón, Skármeta quería "celebrar esos micromundos" y, además, "dibujar un gesto de cariño hacia esos chicos que aman a sus padres y al amor al trabajo, que es para mí siempre fuente de inspiración y poesía".

A la hora de escribir para niños, el autor de El cartero de Neruda no acude a diminutivos, tampoco trata de "enternecer ni hermosear el lenguaje", sino que va al hecho factual. "Si hay una palabra con dificultad, la pongo sin escrúpulo, porque el padre podrá asistir al niño lector o éste podrá acudir a Google", dice.

En la actualidad, Skármeta trabaja en una nueva novela, de la que no quiere revelar nada, y está a punto de estrenar una pieza teatral en Nápoles (Italia). "Es la historia de un hombre obligado a ser actor cuando no tiene ningún talento. Será divertida", asegura.

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