Lunes, 02 de Diciembre 2024
Cultura | Al rededor de 200 personas disfrutaron de la interpretación del maestro Tomás Alemany

Sinfónica de Zapopan se presenta con obras de Julieta Marón

Al rededor de 200 personas disfrutaron de la interpretación del maestro Tomás Alemany

Por: EL INFORMADOR

Tomás Alemany, el más ovacionado de la noche.  /

Tomás Alemany, el más ovacionado de la noche. /

GUADALAJARA, JALISCO (19/JUN/2014).- Bajo la batuta de Guillermo Salvador y con el solista Tomás Alemany en la tuba, la Orquesta Sinfónica de Zapopan se presenta en el patio de la Presidencia Municipal de Zapopan.

Las amenazas de una lluvia que en otras partes de la zona metropolitana de Guadalajara ya era torrencial, no impidieron que los melómanos asistieran a la velada; el sitio estaba dispuesto para recibir a poco más de 200 personas, y pocos fueron los lugares que permanecieron sin ocuparse durante la presentación.

La primera interpretación fue de la obra Aliento del trueno, composición de la tapatía Julieta Marón, directora de Radio UDG. Marón estudió en la Escuela de Música de la Universidad de Guadalajara y ha estrenado varias de sus obras en el Teatro Degollado. Julieta estuvo presente como invitada de honor al concierto.

Otra de las obras con invitado de honor fue de la compositora Barbara York, igualmente contemporánea y con una exitosa trayectoria en Canadá y Estados Unidos: el invitado fue Tomás Alemany, destinado a darle vida al Concierto para tuba y orquesta, pieza que cautivó al público con sus reminiscencias de jazz.

Alemany estudió en España y en La Haya, actualmente es la tuba principal en la Orquesta Filarmónica de Jalisco. Luego de su participación, Alemany ofreció un breve encore, la pieza de nombre Capricho para el dedo del corazón. Entre los asistentes al concierto estuvo el director titular de la OFJ, Marco Parisotto y la funcionaria Gabriela Serrano, directora del Instituto de Cultura de Zapopan.

El resto del repertorio era de rusos: primero el celebérrimo Tchaikovsky con una suite de Romeo y Julieta, además de la Danza de los rusos del menos conocido Reinhold Glière. En general las obras fueron bien recibidas por el público, sin aplausos entre los movimientos de las obras (las que los tienen), aunque por algunos instantes, sobre todo notables durante los pianísimos, la música fue contaminada por la comunicación en los radios de oficiales de la policía estatal de Zapopan que resguardan el edificio. Para el desagrado de los puristas éstas no fueron las únicas distracciones: el ligero llanto de un niño y un timbre de celular fueron los detalles que mancharon la limpia actuación de la Sinfónica dirigida por Guillermo Salvador.

EL INFORMADOR / JORGE PÉREZ

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