Serbia tiene una ventana para el arte mexicano

GUADALAJARA, JALISCO (13/SEP/2013).- Lo de hoy es la comuna. Y no precisamente una hippie, sino de creación, internacional y breve. Ireri Topete, quien dirige el Taller de Artes Gráficas La Raya, en Puerto Vallarta, formó parte de una. La sede fue el Monasterio de Studenica, un referente artístico y religioso de la República de Serbia.

Este edificio, Patrimonio de la Humanidad, albergó la Art Colony Studenica 2013, que reunió a 15 artistas plásticos de diferentes partes del mundo para dar forma a una exposición. Asistieron tres mexicanas, Topete fue una de ellas, y asegura que vivió una experiencia religiosa.

No se trata de un asunto de creencias en deidades —de hecho, el Monasterio pertenece a la Iglesia ortodoxa serbia—, sino del contexto en el que se desarrolló el encuentro, un sitio ideal para la creación.

“Fue una de las experiencias más extraordinarias que me ha tocado vivir. El lugar sí te aísla. Es propicio para pintar, para crear. Estar allí fue alucinante. Mágico”.

Luego de una residencia de casi dos semanas, y tras recorrer casi 22 mil kilómetros, la artista vallartense dejó tres pinturas en el Viejo Continente. Estaba comprometida a realizar sólo dos, pero le proporcionaron tres telas y en todas ellas vació su creatividad. Un par de sus trabajos formará parte de la exposición que se inaugurará el próximo mes en Kraljevo. De esta muestra se editará un catálogo.

Cabe destacar que la especialidad de Topete, a lo que se dedica de lleno a últimas fechas, es el grabado, por lo que tuvo que retomar sus conocimientos técnicos e inspirarse para pintar. Todo lo que realizara debía estar relacionado con el lugar.

La Art Colony Studenica 2013 es un encuentro organizado por Tourism Organization of Kraljevo. Para integrar el grupo de participantes hay que recibir una invitación por parte de alguno de los tres curadores designados para hacer la selección; este trío cuenta con el aval en el ámbito académico de Serbia.

Para el caso de las artistas mexicanas fue Leposava Sivinovic quien extendió la invitación. Cada año participan creadores de diversas nacionalidades, y en 2013 hubo representantes de Escocia, Alemania, Macedonia, Bulgaria, Serbia y México, con la presencia, además de Topete, de Nunik Sauret y Silvia Rodriguez Rubio.

Un modelo para replicar

Más allá de la grata experiencia, Ireri Tepete se enfrentó a una forma muy elemental de creación, incluso sin los materiales más adecuados. La circunstancia la puso a prueba y resolvió todo satisfactoriamente, tanto para ella como para el proyecto que la invitó. Sin embargo, el mayor aprendizaje fue el modelo de trabajo.

“Creo que es una forma que se puede trabajar en México. Allá, con la presencia de diferentes artistas, la experiencia fue muy enriquecedora. Valdría la pena retomar ese modelo y replicarlo aquí”.

De lo que se trata es de extender una invitación abierta para artistas del todo el mundo, se les consigue una residencia —hospedaje, alimentación, traslados—y a cambio de ello los artistas comprometen su trabajo en un proyecto específico.

PERFILES
Las tres en Serbia

Silvia Rodríguez Rubio

Se ha desempeñado en el ámbito creativo y académico. Es licenciada en Pintura por la UNAM. Candidata a Maestra en Artes Visuales con orientación al grabado en la División de Estudios de Posgrado de la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM. Ha participado, de 1972 a la fecha, en diversas exposiciones colectivas de pintura y grabado, tanto en México como en el extranjero.

Nunik Sauret

Ha hecho pintura y dibujo, y reconocida como una grabadora de gran calidad técnica y temática. Su formación la tuvo en la Escuela Nacional de Pintura y Escultura La Esmeralda y ha sido ha sido beneficiada en cuatro ocasiones con la Beca de Creadores Artísticos del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes. También mantiene relación con maestros y creadores japoneses.

Ireri Topete

Hizo sus estudios formales en Artes Plásticas en la UdeG. Ha participado en talleres de pintura, grabado, e instalación con maestros en México y Cuba, entre los que destacan, Nunik Sauret, Francisco Patlán, Carlos del Toro, Kei Sei Takeo Kobayashi, Daniel Manzano. Sus creaciones han viajado, en muestras colectivas e individuales, por diferentes partes del mundo.

En voz propia

De México, fuimos convocadas la reconocida artista grabadora Nunik Sauret, miembro del Sistema Nacional de Creadores de Arte, quien ha sido uno de los pilares en la difusión y enseñanza de la gráfica en nuestro país; también la Silvia Rodríguez Rubio, catedrática de la Escuela Nacional de Artes Plásticas, San Carlos,UNAM, quien cuenta con una larga trayectoria en el ámbito académico y el mundo del arte, ambas radicadas en la Ciudad de México. Y por último yo, que he tenido el honor de acompañarlas en esta experiencia.

El Monasterio Studenica, en donde se llevó a cabo nuestra Colonia Artistica, se localiza 39 kilómetros al suroeste de Kraljevo, en la parte central de Serbia. Stefan Nemaña, fundó el monasterio en 1190. Sus muros fortificados albergan dos iglesias: la de la Virgen y la del Rey, ambas construidas en mármol blanco. El monasterio es conocido por sus frescos de arte bizantino de los siglos XIII y XIV. En 1986 la Unesco lo incluyó en la lista de Patrimonio de la Humanidad.

Es un lugar bellísimo, y fue ideal para desarrollar nuestro trabajo, que consistió en producir dos obras pictóricas cuya temática estuviera relacionada o inspirada en el monasterio. Esta colección de pinturas fue producida durante 10 días, del 4 al 14 de agosto.

Son muchas las anécdotas y vivencias que quedan después de este encuentro; es imposible narrar un un breve espacio todo; sin embargo, de lo que estoy segura es que todos los que asistimos a éste, nos llevamos en el corazón a Studenica, y la maravilla de entregarnos al quehacer artistico al 100%, pintando literalmente todo el día, con las condiciones y los recursos que estuvieron al alcance, entre abejas visitantes, monjes y sus cantos, el llamado a la liturgia, borregos a lo lejos, pero sobre todo la compañia y la amistad de todos los que asistimos. Quedan las vivencias, la obra y los nuevos amigos, esperamos regresar pronto a Serbia. No me queda más que dar gracias a la vida, y gracias queridas Lepa y Nunik por invitarme a este maravilloso viaje.                               Ireri Topete