Lunes, 25 de Noviembre 2024
Cultura | Estudiosos que dedicaron su vida a investigaciones antropológicas y arqueológicas

Sensibles pérdidas de historiadores y antropólogos en 2010

El INAH se vistió de luto durante el año con las sentidas pérdidas de estudiosos que dedicaron su vida a investigaciones históricas, antropológicas y arqueológicas

Por: NTX

La antropóloga franco-estadounidense Anne Chapman fue una apasionada por los grupos indígenas americanos.  ESPECIAL  /

La antropóloga franco-estadounidense Anne Chapman fue una apasionada por los grupos indígenas americanos. ESPECIAL /

CIUDAD DE MÉXICO (21/DIC/2010).-  El Instituto Nacional de Antropología e Historia ( INAH) se vistió de luto durante 2010 con las sentidas pérdidas de estudiosos que dedicaron su vida a la museografía, investigaciones históricas, antropológicas y arqueológicas.  

Ellos, señaló el INAH, con ahínco y empeño fueron constructores de conocimiento científico y académico, a través de su ardua labor.  

Entre ellos figuran Enrique Nalda, que fue un amante de la cultura maya.  

 Llegó al sur de Quintana Roo en 1987 para trabajar en diversos proyectos de investigación arqueológica e indagar acerca del colapso de la antigua cultura maya.  

Su arduo trabajo arqueológico otorgó aportaciones valiosas para entender la importancia de dicha civilización, muchas de éstas plasmadas en diversas publicaciones.  

Dentro de los últimos proyectos que encabezó están las investigaciones en Ichkabal, que exploró desde los 70, así como en Dzibanché y Kohunlich, como parte de los trabajos del Fondo Nacional Arqueológico.  

Además estuvo al frente de diversos cargos en el INAH: como jefe del Departamento de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicas (1983-1984) donde impulsó, junto con el arqueólogo Javier López, las bases del proyecto Atlas Arqueológico Nacional, cuyo objetivo era crear un inventario del patrimonio arqueológico del país.  

Patricia Real laboró por más de 20 años en el INAH, institución para la cual coordinó con sabiduría y talento el montaje de diversas exposiciones nacionales e internacionales, además de guiones museográficos de recintos como el Museo Nacional de Antropología (MNA) y el Museo del Templo Mayor (MTM).  

Al momento de fallecer se desempeñaba como directora de Museos de la Coordinación Nacional de Museos y Exposiciones.  

Fue subdirectora de Museografía en el MTM (1987-1996); también trabajó en el diseño y montaje de la Sala Mexica del MNA (1998-2000). Asímismo participó en la reestructuración de las salas Teotihuacana, Nahua, Golfo, Occidente y Norte del mismo recinto, entre los años 2000 y 2001.  

 Su talento se pudo apreciar en innumerables exposiciones nacionales e internacionales, entre ellas:  

Zares. Arte y Cultura del Imperio Ruso; Pompeya y una villa romana, Arte y cultura alrededor de la bahía de Nápoles; Moana, Culturas de las Islas del Pacífico; Moctezuma II. Tiempo y destino de un gobernante y Rostros de la divinidad. Los mosaicos mayas de piedra verde.  

Anne Chapman fue una apasionada por los grupos indígenas americanos.  

Antropóloga franco-estadounidense, Chapman se dedicó al estudio de las etnias de los Altos de Chiapas, y develó investigaciones sobre culturas hoy extintas como la selk´nam, los yámana y los haush de Tierra de Fuego, en la Patagonia.  

Formó parte de la primera generación de egresados de la Escuela Nacional de Antropología e Historia (ENAH), lugar donde se interesó sobre la cultura mexicana y profundizó sobre el conocimiento de los grupos tzotziles y tzeltales de Chiapas.  

 Diversas de sus investigaciones fueron plasmadas en varias publicaciones, mismas que se encuentran entre los 150 volúmenes que Chapman donó a la Biblioteca Nacional de Antropología e Historia, de los cuales 20 son de su autoría.  

Joaquín García-Bárcena fue un impulsor de la paleontología mexicana. Encaminó sus esfuerzos al estudio sobre la prehistoria y de las primeras épocas del desarrollo humano en el territorio mexicano, cuyos resultados quedaron plasmados en obras como La etapa lítica en el sureste mexicano, El panorama de la prehistoria en Chiapas, Primeros pobladores y La etapa lítica en México.  

Fue miembro de diversas academias científicas y cumplió con varias comisiones honoríficas y oficiales. Asímismo ocupó diversos cargos dentro del INAH y fue subdirector de Paleontología, a partir de 1995 y hasta el día de su fallecimiento.  

En sus 41 años de investigador dejó cerca de un centenar de trabajos publicados entre libros, ensayos, artículos y notas; también fue coeditor de la revista Arqueología (1991-2001), y vocal fundador de la Dirección Científica de la revista Arqueología Mexicana desde 1993.  

 Javier Galván: Su investigación más importante fue el descubrimiento de las tumbas de tiro (bóvedas subterráneas donde se depositaban varios cuerpos junto con sus ofrendas) de Tabachines, Jalisco, mismo que publicó bajo el nombre Las tumbas de tiro en el Valle de Atemajac (1991).  

También exploró en Ixtépete y el pequeño Guachimontón, en la delegación de Santa Ana Tepetitlán. Dichos estudios ayudaron a dar una visión más amplia sobre la civilización Teuchitlán y su manifestación en el valle de Atemajac.  

Además investigó, junto con el arqueólogo Cuauhtémoc de Regil, el sitio arqueológico ubicado al pie de La Primavera, en Zapopan, en el mismo fraccionamiento.  

Ahí estudió un conjunto ceremonial prehispánico del tipo llamado Guachimontones, que posee patios, juegos de pelota, plataformas y espacios vinculados a las celebraciones rituales de Teuchitlán. Trabajó durante 35 años en el Centro INAH-Jalisco.  

 Jorge Serrano fue el pilar de la arqueología en Baja California. Fue el primer arqueólogo del Centro INAH-Baja California, al que se incorporó como responsable de la Sección de Arqueología en 1986, al mismo tiempo en que nació la delegación del Instituto en esa entidad.  

Impulsó el desarrollo de los encuentros binacionales México-Estados Unidos, como el de Balances y Perspectiva de la Antropología e Historia de Baja California.  

Además destacó como entusiasta promotor de la protección del patrimonio cultural en diferentes espacios, a través del trabajo con instituciones educativas y la creación de talleres infantiles de arqueología.  

 Hasta su fallecimiento tuvo a su cargo la Bodega de Colecciones del Centro INAH-BC y el Registro de Colecciones Arqueológicas.  

 Además participó en diferentes foros nacionales e internacionales, conferencias, cursos de arqueología; fue autor de diversos artículos especializados y fundador del Seminario de Historia de Baja California.  

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