CIUDAD DE MÉXICO (09/AGO/2017).- Seguidores y lectores de Eduardo del Río, Rius, han acudido a lo largo del día a la funeraria de Gayosso, en Sullivan, para darle el último adiós a su "maestro".El cuerpo del dibujante y cartonista fallecido la madrugada de este martes a los 83 años de edad, a causa de cáncer, será velado hasta hoy a las 19.30 horas. Será cremado y sus cenizas estarán mañana en el homenaje que se le rendirá en el Museo del Estanquillo, a partir de las 15:00 horas.Después, sus cenizas serán llevadas a su casa, a Tepoztlán, Morelos, dijo su viuda, Micaela Flores.Hoy ya no se vieron desfilar a personalidades, a funcionarios o a la comunidad de moneros en la sala donde sus restos son velados desde la tarde del martes. Quienes acudieron a darle el último adiós fueron sus seguidores, sus lectores, jóvenes y adultos, gente como don Francisco Palazos, quien creció en los años 60 con las caricaturas de Rius, desde que comenzó a publicar en la revista Siempre."Políticamente me formé con su trabajo; conozco todos sus libros, sus revistas. Precisamente el lunes en la noche, sin saber que íbamos a amanecer la noticia de su muerte, acomodé mis revistas de Los Agachados y Los Supermachos, hasta saqué una lista para ver cuáles me faltaron, faltan algunas, pero tengo la mayoría, tengo sus libros. A mis hijos les inculqué seguir a Rius. Ellos viven fuera del país, pero les envío toda la información siempre. Me formé con él, fue mi maestro", contó.A la funeraria también acudieron personas como el señor Raymundo, quien se aceptó como ateo y se hizo vegetariano gracias al caricaturista mexicano. "Yo soy de provincia y en mi ciudad era un ateo con culpa, pero cuando llegué aquí y leí al maestro Rius, me hice ateo totalmente", relató este hombre, originario de Córdoba, Veracruz. Por las influencias del autor del Manual del perfecto ateo y de El cocinero vegetariano también dejó de comer carne. "Todo eso fue para mí el maestro Rius", expresó.En la sala decorada con figuras elaboradas en papel china, familiares y amigos más cercanos acompañan a Citlali, hija del monero, y a Micaela Flores, su viuda.