Viernes, 22 de Noviembre 2024
Cultura | El Centro Nacional de las Artes le realiza continuamente homenajes por ser uno de los máximos compositores

Se mantiene vigente el músico Blas Galindo

El músico mexicano Blas Galindo, uno de los máximos compositores mexicanos de la época moderna y autor de más de 150 obras, murió el 19 de abril de 1993

Por: NTX

MÉXICO.- El músico mexicano Blas Galindo, quien permanece vigente por homenajes que brinda el Centro Nacional de las Artes, por ser uno de los máximos compositores mexicanos de la época moderna y autor de más de 150 obras, murió el 19 de abril de 1993.  

Blas Galindo recibió en 1964 el Premio Nacional de Ciencias y Artes de México. El creador nació el 3 de febrero de 1910 en San Gabriel, Jalisco, y a su muerte heredó a México un legado que trascendió a nivel internacional.  

Blas Galindo Dimas es hijo del matrimonio entre Luis Galindo Nieves y Adriana Dimas Casillas. Inició sus estudios musicales desde temprana edad en el coro infantil de la parroquia de su ciudad natal, donde, a la edad de 18 años, conformó la banda local de música.  

En 1931, viajó a la capital del país para ingresar en el Conservatorio Nacional de Música; en su aprendizaje contribuyeron los maestros José Rolón, Candelario Huízar, Manuel Rodríguez Vizcarra y Carlos Chávez.  

Dos años más tarde, compuso su primera pieza, "Suite para violín y violonchelo", que fue interpretada en el Teatro Hidalgo, y para 1935, formó el Grupo de los Cuatro, al lado de José Pablo Moncayo, Salvador Contreras y Daniel Ayala.  

En los 40, plasmó sus primeras obras para orquesta y mariachi, entre las que destacaron "La negra", "El zopilote mojado" y "Los cuatro reales", creadas para el programa de música mexicana del Museo de Arte Moderno de Nueva York, que dirigía Carlos Chávez.  

En ese tiempo, la Rockefeller Foundation le otorgó una beca para estudiar en la ciudad de Lennox, Dakota del Sur, tras su presentación en el Festival Musical de Berkshires.  

En 1945, de vuelta en México y con las más altas calificaciones obtenidas durante su estancia en Estados Unidos, sustituyó a José Rolón en la cátedra de Armonía y Composición que dictaba en el Conservatorio Nacional, hasta que obtuvo el grado de director general del recinto.  

Recibió innumerables premios y homenajes en el ámbito estatal, regional, nacional e incluso mundial.  

Un año después ganó un concurso organizado por la Secretaría de Educación Pública, debido a su "Cantata a la patria", basada en el poema "Suave patria", de Ramón López Velarde.  

En 1957, le dieron el premio José Angel Llamas durante el II Festival Latinoamericano en Caracas, Venezuela, y resultó triunfador del certamen de composición convocado por el gobierno del estado de Jalisco con motivo del "Año de Juárez", gracias a "Cantata homenaje a Juárez".  

Esta obra se estrenó el 12 de septiembre de 1958, en la noche de gala del Teatro Degollado, y fue interpretada por la Escuela de Música de la Universidad de Guadalajara, bajo su dirección.  

Los éxitos y reconocimientos fueron parte de su vida, por lo que en 1980 le otorgaron una medalla y un diploma en el homenaje que le rindieron en forma conjunta la Sociedad de Compositores de Jalisco y el entonces Departamento de Turismo (hoy secretaría), por su brillante labor como compositor.  

Asimismo, tres años después le entregaron el Galardón Ocho Columnas y el gobierno de su natal estado lo condecoró con el prestigiado Premio Jalisco.  

Su ingenio musical cruzó las fronteras nacionales: representó a México como jurado en el Concurso Internacional Federico Chopin, en Varsovia, Polonia, y visitó escuelas de música en varios países europeos como comisionado del país.  

Además, obtuvo fama en Estados Unidos y diversos lugares de Latinoamérica, Asia y Europa, donde además de presentar sus más de 150 obras, también dirigió conciertos y dictó conferencias.  

El 19 de abril de 1993, falleció a la edad de 83 años en su residencia de la Ciudad de México, donde se mantuvo retirado del ambiente artístico durante el último periodo de su vida.  

Destacó por su incursión en diversos géneros como sinfónico, coral, de cámara, ballet y música de banda, así como para solistas, teatro y cine.  

Tras su muerte se le han rendido una serie de homenajes como el realizado en el Aula Magna "José Vasconcelos" del Centro Nacional de las Artes (CNA), en el que participaron su hijo Carlos, el corista Rufino Montero y la pianista María Teresa Rodríguez.  

En febrero pasado fue recordado a 100 años de su natalicio con un concierto homenaje en su honor en el auditorio que lleva su nombre, ubicado en el CNA.  

Apoyado por el Sistema Nacional de Fomento Musical (SNFM), el concierto contó con la participación de la Orquesta Sinfónica Juvenil Carlos Chávez.  

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