Maya, autora de seis novelas y profesora de leyes, confiesa que gracias a que creció en una familia muy unida es que puede echar mano de esa experiencia de vida para plasmarla en sus escritos, al tiempo que asegura que su vida como escritora inició después de graduarse de la universidad (1993) y que son los casos criminales los que le permiten escribir sus libros. “Gracias a mi trabajo como abogada y por el contacto que establezco con menores en problemas como opresión, que no tienen padres o que están en pandillas es puedo crear historias”. La autora incluso, imparte clases de teoría legal feminista, derecho y literatura, además se concentra académicamente en derecho y no violencia, por ello es que sus personajes principales realizan actos criminales, sin embargo, dice, deben enfrentar las consecuencias.Mientras que Nina Revoyr, a quien el diario Los Angeles Times recientemente la llamó como una de las noveles cronistas y forjadora de leyendas, asegura que gracias a que es hija de madre japonesa y padre norteamericano nació su interés por escribir, lo que considera no se había dicho sobre lo que en su niñez era la constante, el sentirse extraño al estar en un sitio como Los Ángeles, donde en la escuela se podían escuchar hasta 47 idiomas. “Al compartir con personas de diferentes nacionalidades, con costumbres distintas, me di cuenta de lo complicado que resultaba entender e integrarse a una sociedad donde la diversidad de culturas se daba en un mismo espacio. Pensé entonces en escribir lo que no se había dicho sobre el intercambio entre personas tan distintas”.