San Felipe Neri, con vista renovada

GUADALAJARA, JALISCO (07/ENE/2015).- Los tapatíos que transitan por el Centro de la ciudad han notado que en el Templo de San Felipe Neri hay labores de restauración. Parte de la banqueta de Contreras Medellín en su cruce con San Felipe permanece cerrada, debido a los andamios montados para alcanzar lo más alto de la fachada lateral. Al interior del terreno del templo, justo en el atrio, se hallan bolsas con escombro, instrumentos de construcción, más andamios y, por supuesto, los trabajadores (en las horas hábiles).

Todo esto se debe a las labores de restauración que se están implementando en la antigua construcción que data del siglo XVIII. La asociación civil Adopte una Obra de Arte es la responsable de estas faenas. Su presidenta, la arqueóloga María Irma Iturbide, destalla que los trabajos de intervención comenzaron el primero de noviembre, pero se retrasó ligeramente porque los cables de luz de Contreras Medellín están muy cercanos al edificio. Ante esto, la asociación civil presentó una solicitud a la comisión de luz para que solucionaran el problema, que resultó en los cables cubiertos con el plástico naranja que aún se observa para proteger a los trabajadores. Se calcula que la intervención en la parte lateral concluya este enero. Actualmente son 11 personas las que están trabajando en los andamios, hace un par de meses eran 16.

Son muchas las adecuaciones que se han hecho y se harán en el edificio: hay columnas dañadas, lo mismo que los marcos de las ventanas, y las cornisas, que necesitaban una restitución de sus formas originales. Las paredes presentan humedad, incluso lama, muchos detalles decorativos están incompletos (como las manos de las imágenes): en general se han hecho muchas labores de limpieza. Pero no sólo son elementos estéticos, ya que también los bajantes serán remplazados. También se restauraron los morteros entre las piedras, con una mezcla a base de arenas, cal y baba de nopal.

Además de los morteros, las juntas de las piedras necesitan mantenimiento. Algunas juntas fueron restauradas con cemento anteriormente: “El cemento es el peor enemigo de un edificio patrimonial”, detalla Iturbide, pues no permite la salida de la humedad subterránea. Si se pierden las juntas se genera mayor humedad, además de que disminuye la capacidad de carga del edificio, en conjunto: “Al no poder salir por las juntas afecta las piedras. El INAH no permite que se restauren edificios con cemento, ya que deben hacerse conforme los cánones antiguos”.

Hay piedras escamadas, con el conocido “mal de piedra”. Para ello se hace una evaluación, una de las posibles soluciones es el injerto. Tanto en la parte lateral como en la fachada frontal se repondrán las partes faltantes. Un ejemplo de ellos son hipocampos en lo alto del edificio en la fachada lateral: dos de ellos carecen de cabezas, pero por fortuna uno más sí la tiene. De este tercer hipocampo se toma el ejemplo para que Luciano Jiménez, cantero profesional, haga las piezas faltantes para completar las esculturas.

Trabajo de altos vuelos

También en lo alto del edificio hubo unas gárgolas que se quitaron, por donde bajaba el agua. Para canalizar el flujo de la lluvia en la parte superior del templo se colocaron tubos de PVC, que causaron mayores problemas. Uno de los tubos sufrió una ruptura, por lo que salpicó de agua provocando humedad y lama en lo alto de la pared.

Originalmente fueron cuatro las gárgolas, tres laterales y una trasera. Dichas estructuras miden 92 centímetros, con 50 incrustados en el edificio, por lo que se deben conseguir bloques de piedra con un tamaño de metro y medio.

Los cimientos están expuestos, debido a las pendientes modificadas para controlar el flujo de agua: por ello en otros edificios históricos hay partes del edificio que quedaron bajo tierra; como el Templo de Santa Mónica, con sesenta centímetros debajo. En contraste, hay otros edificios con los cimientos expuestos. En este rubro realizan la evaluación y el presupuesto para saber cuánto costará la restauración. Igualmente solicitarán un segundo apoyo al Fonca para solucionar otros problemas de la planta alta.

Para la fachada lateral el Fonca aportó 550 mil pesos, mientras que Adopte una Obra de Arte puso 150 mil, la coordinación y supervisión de la obra. Para la parte frontal el Foremoba puso 500 mil pesos con 600 mil de Adopte una Obra de Arte, más coordinación y supervisión.

Intervenciones en curso

En total suman cuatro las restauraciones que Adopte una Obra de Arte tiene en la Zona Metropolitana de Guadalajara y dos en otros municipios del Estado.

> El Templo de Santa Mónica: restauración de las puertas, con apoyo de Foremoba.

> Templo de Santa Teresa: restauración de los vitrales emplomados y de la imagen del altar. Cuando se desmontó la imagen del altar para restaurarla se descubrió el altar original. Apoyos de Foremoba, Adopte... y la comunidad de la iglesia, a través del padre Tomás de HÍjar.

> Santuario de Guadalupe: impermeabilización y restauración de las cornisas. El apoyo es de Foremoba, Adopte una Obra de Arte y la comunidad de la iglesia.

> Parroquia de la Asunción, en Lagos de Moreno: restauración del órgano tubular antiguo, con Foremoba, Adopte... y la comunidad de la iglesia.

> Nuestra Señora de Rosario, en Zapotlanejo: restauración de la torre, notablemente dañada, con apoyo de Gobierno municipal (con un aporte mayor) Foremoba y Adopte una Obra de Arte.

TOMA NOTA

Equipo

> Para cumplir con los requisitos y obtener apoyo Federal por medio de Foremoba, la instancia solicitante debe contar con profesionales que respalden la calidad del trabajo que se hará.

> En el caso de Adopte una Obra de Arte, los arquitectos parte del equipo técnico son Modesto Aceves, Salvador de Alba y Jorge Velázquez.

> Modesto Aceves es el responsable de las obras en el Templo de San Felipe Neri, mientras que Salvador de Alba se hace cargo de las intervenciones en el Santuario y Zapotlanejo.

> El especialista en metales Rigoberto Sánchez trabaja en las restauraciones del Templo de Santa Teresa y del órgano en la Parroquia de la Asunción en Lagos de Moreno, debido a que estos dos trabajos se vinculan con dicho material.

> Álvaro Zárate, especialista en madera, (junto a Maria Elena Larios) hace lo propio en el Templo de Santa Mónica. Zárate además es el director académico de la ECRO.