Salen a la luz los ''Papeles inesperados'' de Julio Cortázar

BUENOS AIRES, ARGENTINA.- Cuando se acerca el 25 aniversario de su muerte, el escritor argentino Julio Cortázar regresa del más allá con Papeles inesperados ( Alfaguara), un volumen de casi 500 páginas en las que se agrupan textos inéditos encontrados en un mueble de su casa parisina por su viuda, albacea y heredera universal, Aurora Bermúdez.

En la reciente Feria del Libro de Buenos Aires, los lectores saludaron la novedad con voracidad consumista e hicieron de Papeles inesperados uno de los libros más vendidos. En su primer encuentro con el público, el editor y primer fanático de Cortázar, Carles Álvarez Garriga, le dio un viso paradisiaco a los textos terrenales descartados en vida por Cortázar y los llamó "un reglado desde el más allá" para "la secta de cortazarianos".

El volumen, disponible ya en las librerías, incluye 11 relatos, 13 poemas, un nuevo capítulo del Libro de Manuel, 11 episodios de Un tal Lucas y tres historias de cronopios.

"Con esto, no hay que esperar mucho más de Cortázar", avisó ayer Álvarez Garriga, ya que durante un año de arduo inventario recopiló, junto a Aurora Bermúdez, mecanoscritos que depositó el autor argentino en las universidades de Texas y de Princeton, otros que mandó a medios de comunicación y los que custodió su ex mujer en París.

Agrupados en poemas, prosas y autoentrevistas, los textos en prosa se subagrupan a su vez en narrativa breve, textos de acontecimientos públicos y vivencias personales, los redactados para divertir a sus amigos y otros hechos para presentaciones.

De lo que se agrupa en Papeles inesperados, un tercio ya se había publicado, otro tercio es totalmente inédito y el tercio restante se mantiene en la duda de si alguien alguna vez lo había leído o se había publicado en algún medio de comunicación pequeño.

Álvarez Garriga supo de los textos hallados por Aurora Bermúdez en una cómoda el 23 de diciembre de 2006 en París, cuando la viuda del autor de La vuelta al día en ochenta mundos le mostró "unos papelitos" que tenía guardados de Cortázar y que al final resultaron ser "una catarata" que trataron de ordenar, en primera instancia, sobre la mesa de madera en la que escribió Rayuela.

La mayoría de los originales son en español, salvo algunos que están en francés y que Aurora Bermúdez, traductora de profesión, ha pasado al castellano, y mecanografiados, ya que Cortázar solía considerarse "un cyborg", porque la máquina de escribir era una extensión de sus manos.

En Papeles inesperados "no está todo", porque Álvarez Garriga sospecha que existen cartas sin publicar -a pesar de que la viuda de Cortázar sacó en 2000 con Alfaguara parte la correspondencia del escritor- e insta a todos los poseedores de misivas del autor de Todos los fuegos el fuego a que las remitan, ya que se dispone a compilarlas.

Además, los textos primigenios no se han incluido, tampoco los de dos versiones -la viuda eligió cuál era la mejor- y otros que el autor no hubiese querido publicar, según Álvarez Garriga, como el discurso patriótico de 20 páginas que hizo en 1938 ante la tumba del general Guido.

La excepción que se ha hecho es El lento desplazarse de las constelaciones por tu piel, un texto incompleto, pero "bellísimo", dedicado por Cortázar a la muerte de su última compañera sentimental, la escritora canadiense Carol Dunlop.

Lo que Álvarez Garriga llama "la foto final de Cortázar" se presta a leerse de forma salteada, como Rayuela, y preferiblemente con cierto bagaje sobre el autor, ya que no lo recomienda como primera lectura para los no iniciados.

En Papeles inesperados, publicado en 24 países, el lector se reencontrará con el autor "como un amigo" y hará un ejercicio de relectura que Álvarez Garriga aconseja, porque es un escritor que se suele leer siendo "muy jóvenes".