Miércoles, 27 de Noviembre 2024
Cultura | El reloj es una pieza histórica

Roban un reloj del siglo XIX de la Casa Museo López Portillo

La Dirección General de Cultura del Ayuntamiento de Guadalajara dio a conocer a través de un comunicado que el robo tuvo lugar por la mañana

Por: EL INFORMADOR

GUADALAJARA, JALISCO.- La Casa Museo López Portillo fue objeto a media mañana de ayer del robo de un reloj de bronce de finales del siglo XIX, ubicado en la sala siete del espacio situado en el número 117 de la calle Liceo.

La pieza, valuada en 12 mil pesos, fue tomada a plena luz del día sin que alguien se percatara del suceso hasta minutos después.  

La sala siete tiene cuenta con una entrada principal al patio central. A la derecha se encuentra una puerta que conduce a los sanitarios y a la izquierda está el acceso a otra sala.

En esta habitación se muestra una recámara de seis piezas, dos de ellas son espejos de cuerpo completo. En el buró izquierdo se encontraba el reloj de origen francés sustraído.  

La Dirección General de Cultura del Ayuntamiento de Guadalajara dio a conocer a través de un comunicado que el robo tuvo lugar por la mañana, alrededor de las 12:00 horas. Los administradores de la Casa Museo López Portillo ya presentaron la denuncia del suceso a la Policía Municipal y Judicial, así como a la Procuraduría General de Justicia, para que se lleven a cabo las investigaciones necesarias.

El personal del turno matutino de la casa museo se integra por 11 trabajadores, pero no se cuenta con un equipo de seguridad fijo, ya que cada uno de los empleados tiene como obligación cuidar de las salas.
“El problema ocurre cuando hay una asistencia mayor, como fue el caso de hoy (por ayer)”, cuando por la mañana se realizó el acto académico de la Escuela Libre de Derecho y Administración, según los empleados del espacio expositivo.

El reloj imperial de origen francés robado de la Casa Museo López Portillo, con el número patrimonial 18511-49159, mide 30 centímetros de altura, 10 centímetros de largo y siete centímetros de ancho. Su base oval de mármol rosa de Noruega posee incrustaciones de tipo cuentas metálicas y de ella sale una especie de cítara de metal con elementos naturales y flores en cadena que cuelgan de la parte superior.

Ahora, uno de los burós de la sala siete del inmueble luce vacío porque falta el reloj realizado en broce y mármol, con una carátula de porcelana pintada a mano. La maquinaria posee las iniciales SEMF.

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