Domingo, 24 de Noviembre 2024
Cultura | El poeta y narrador galés presenta sus memorias en la Feria Internacional del Libro

Richard Gwyn; de un poeta punk a su desayuno del vagabundo

El poeta y narrador galés presenta sus memorias en la Feria Internacional del Libro

Por: EL INFORMADOR

Richard Gwyn, en la FIL.  /

Richard Gwyn, en la FIL. /

GUADALAJARA, JALISCO (30/NOV/2011).- Con humor, el escritor Jorge. F. Hernández define al narrador nacido en el Sur de Gales como: "Un ser humano extraordinario, narrador, poeta que leía en la década de los setenta en conciertos de punk; que abría conciertos de la banda británica The Cure, y un hombre entrañable porque es un sobreviviente trasplantado."

Richard Gwyn decidió no vivir en el Reino Unido, entonces gobernado por Margaret Thatcher, y decidió ser un vagabundo donde menciona el presentador que deberían de traducir su libro titulado Vagabond's Breakfast (El desayuno del Vagabundo).

Ante un poco más de medio centenar de personas en el Salón Mariano Azuela, en Expo Guadalajara durante la Feria Internacional del Libro (FIL), comienza a narrar vivencias de su historia como un trotamundos y acerca de su enfermedad.

El narrador y poeta galés menciona que la primera vez que escuchó la palabra vagabundo fue en los años sesenta, él era bastante pequeño y fue en casa de sus padres, pues un hombre llegó a su casa pidiendo comida y un abrigo que la madre del Richard le regaló. Él le dijo a su madre "¿Quién es ese sujeto y a qué se dedica?", lo que su madre le respondió: "Es un vagabundo y no hace nada". Con un tono de gracia menciona "Cosa que a mi me dio envidia".

Además contó haber tenido de encefalopatía enfática, una consecuencia de hepatitis y cirrosis, que en abril del 2007 su hígado había sido invadido por un virus y los médicos le dieron un mes de vida al menos que recibiera uno. A Gwyn su enfermedad en este momento le parece distante, otro modo de pensar y otro modo de vivir.

En la presentación dice que conoció en Francia al escritor chileno, Roberto Bolaño, que le comentó que cualquier persona puede ser novelista, ya que todos poseen fantasía.

En su travesía de trotamundos, el galés dice: "no tenía idea de lo que estaba haciendo durante muchos años, pero con el tiempo en la ciudad de Barcelona lo visitó su amigo Luis Peñaranda, que murió el año pasado de cáncer del hígado, le dijo que tenía que volver a su país de origen donde había empezado su historia. Dice que al principio no tenía la intención, pero después de dos días pensó que tenía razón."

Después de lo que pasó, cuenta que es un lujo dormir en la cama después de lo que vivió como un trotamundos y como experiencia entre bromas expresa que para mantener el calor recomienda comer mucho ajo.

Al finalizar Richard Gwyn mira en dos partes la vida, el reino de los enfermos y el reino de los sanos. "El primero es un reino oprimido y el segundo es ajeno a la enfermedad".

EL INFORMADOR/ MIGUEL A. CORIA

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