Retrata Volpi en ''La tejedora de sombras'' la dualidad amor-perfidia

CIUDAD DE MÉXICO (21/MAR/2012).- "La tejedora de sombras", novela ganadora del Premio Iberoamericano de Narrativa Planeta-Casamérica 2012, es una extraña, desgarrada y psicoanalítica historia de amor, basada en la vida de personajes reales, con la que Jorge Volpi se plantea para sí y sus lectores si el amor existe o no.
 
"Mi obsesión en esta novela es clara, ¿el amor existe, o no, y hasta dónde hay relaciones de fuerza o de poder en las relaciones amorosas?, expresó Volpi a Notimex, entrevistado a propósito de la presentación del viernes en el Museo Casa del Risco, antes de viajar a España, Colombia, Argentina, Chile y Perú para presentar la obra.
 
Explicó que la experiencia que ha recogido durante los siete años que duró el proceso de esta novela, entre investigaciones, producción y publicación, le han dado la oportunidad de vivir la vida de Christiana Morgan y Henry Murray (protagonistas de la historia).
 
"También preguntarme hasta dónde están, en mi caso, los límites entre la libertad y el amor, que es una forma de pérdida de la libertad", añadió.
 
Basada en la vida de Christiana D. Morgan y Henry A. Murray, "La tejedora de sombras" desentraña el interior de ambos personajes, a través de una prosa ágil, acompañada por un lenguaje nutrido de pasión y erotismo.
 
Se trata de una novela,  "que retrata la parte interna de los personajes, principalmente de Christiana, (aquí) lo que hice fue inventar e imaginarme a ella misma a partir de los documentos biográficos sobre ella", información que conoció por casualidad, justo cuando investigaba para otra novela en los archivos de la Universidad de Harvard.
 
En ellos encontró, el autor de la denominada Trilogía del siglo XX, integrada por "En busca de Klingsor", "El fin de la locura" y "No será la tierra", cómo fue la vida de Christiana, cómo se reconoce a sí misma y a su amor por Murray, y fue a partir de ello, que buscó la manera de darle una voz.
 
Los hechos son básicamente los esenciales de su vida tal y cómo lo cuentan las fuentes que existen sobre ella. No obstante, lo importante en esta novela es encontrar qué hay detrás de lo que ella sentía, vivía y padecía, aseguró el escritor.
 
Respecto a la personalidad de Christiana, detalló Volpi, "es una mujer llena de inquietudes y de talento, obsesionada consigo misma, con conocerse y encontrar a la vez un escape hacia la libertad, y, por el otro lado, una especie de esclavitud en un amor absoluto".
 
Temperamento que se asemeja al de las mujeres mexicanas de su época, la primera mitad del siglo XX, como Nahui Ollin y Antonieta Rivas Mercado, quienes viven cuestiones semejantes, apuntó.
 
"Por un lado, una ansia de liberación y por el otro nunca lográndolo por completo porque las figuras masculinas son muy poderosas en su momento y se los impiden", detalló el Premio Iberoamericano de Letras "José Donoso" 2009.
 
En la novela, se lee, Henry Murray, Christiana también es una "femme inspiratrice", una mujer que no ha nacido para procrear hijos sino para fecundar los hombres que sepan apreciarla. Siempre que usted se mantenga cerca de esta mujer, hará usted grandes progresos, pero debe tener claro que las mujeres como ella, nunca serán buenas esposas.
 
Lo anterior, es una cita del psicoanalista Jung, quien también forma parte de esta novela, y es él quien entreteje las sombras de ambos protagonistas, quienes sostienen a lo largo de 42 años una relación extramarital, atraídos por una fuerza que los sobrepasa.
 
"La tejedora de sombras", la última entrega de otra trilogía de Volpi, compuesta por "El jardín devastado" y "Oscuro bosque oscuro", oculta también, gracias a su aguda y sutil pluma, una crítica hacia las instituciones políticas, culturales y sociales de la época.
 
"Hay una crítica, por un lado a la sociedad establecida, que era una crítica que emprendía la propia Christiana, y una crítica hacia los modelos de familia, sexualidad, maternidad", afirmó el escritor.
 
Agregó que las imágenes y los dibujos, autoría de los propios protagonistas, que acompañan esta novela intentan mostrar el interior de ambos, pero sobre todo mostrar imágenes casi desconocidas de las visiones de Christiana, que es lo más importante.
 
A partir de ellas, señaló Volpi, se puede adentrar en la personalidad de Henry Murray, quien sigue siendo un psicólogo importante hasta el día de hoy, no en primera línea, pero sí se le sigue recordando, sobre todo por estudios de personalidad y por el TAP, un test que desarrollo con Christiana y que sigue vigente.
 
Sobre la personalidad de este ambicioso médico, indicó el escritor, "era un hombre que también necesitaba a Christiana porque aunque era muy brillante nunca fue capaz de completar los proyectos que tenía".
 
"Parecía que realmente la necesitaba a ella como inspiradora, tal y como le decía Jung, para intentar vencer esa especie de pánico y esterilidad que casi siempre le impidió llegar a las metas que se proponía", apuntó.
 
Para Jorge Volpi, el haber obtenido el Premio Iberoamericano de Narrativa Planeta-Casamérica 2012, le resuelve la vida por un buen tiempo.
 
El aspecto literario, recordó,  "un escritor pese a todo lo que diga lo que más quiere es ganar lectores o la posibilidad de ganar más lectores. Entonces, un premio como éste es una oportunidad enorme, porque permite que el libro se distribuya en 20 países de lengua española casi simultáneamente", y así captar más lectores, concluyó.