Regreso del PRI sería el tiro de gracia: Javier Sicilia

GUADALAJARA, JALISCO (29/NOV/2011).- A la Feria Internacional del Libro el poeta Javier Sicilia llegó con el claro mensaje de que el hallazgo de los 26 cuerpos en los Arcos del milenio no es más que otra señal de que la estrategia de Felipe Calderón es totalmente “equívoca” y contribuye más al dolor que a la solución, pues la gangrena que se empezó a desarrollar en Ciudad Juárez se está propagando de una forma “rapidísima” por toda la República.

“Si esto sucede es porque lo permite la clase política y porque a los ciudadanos nos ha faltado más fuerza para exigirle al poder que cambie la estrategia. Porque cuando la ciudadanía está unida, como lo hicimos el 8 de mayo pasado, el Presidente estuvo obligado a sentarse con nosotros. Es una fuerza que a veces no dimensionamos y necesitamos volver a salir. Y yo insisto en esa petición de una tregua de 48 horas, para que reflexionemos, para que los criminales reflexionen sobre el daño que le están haciendo a la nación, para que reflexione sobre esta farsa democrática”.

Después de una conferencia que ofreció el domingo en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara –un día antes de que asesinaran a don Nepomuceno Moreno, del Movimiento por la Paz- en la que señaló que él votaría en blanco porque las elecciones de 2012 serían las de la ignominia, aceptó una entrevista por la noche a distintos medios de comunicación, en la que replantea su postura.

—Sin embargo, parece que cualquiera que opine contra los partidos o que no quiera votar, se le llama traidor

—Sí, lo han reducido todo al voto, pero también es una profunda ignorancia del país en el que están parados y de qué nivel es la emergencia nacional. No voy a la radicalidad de Fernando Vallejo (de llamar a la abstención), pues creo que hay que ir a las urnas a ejercer al voto blanco, aunque no lo reconozcan. Es la confirmación de que no hay ningún candidato que nos represente, están absolutamente rebasados y no proponen absolutamente nada. Y sobre todo a la izquierda le disgusta muchísimo esta postura, porque creen que si gana la izquierda se va a componer el país. Pero es como creer que el presidente tiene el control absoluto de los poderes y Felipe Calderón es el ejemplo de que no tiene poder sobre nada. Los gobernadores son como virreyes; hay muchos crímenes del fuero común que no resuelven.
Entonces cualquiera que llegue va administrar la desgracia, porque el país no está para unas elecciones, sino para un gobierno de unidad nacional, una agenda entre todos para llegar a la paz, para hacer justicia y salvar verdaderamente al país.

—Con el antecedente de Michoacán de que se trató de intimidar a los votantes…

—Lo dijimos el 8 de mayo, si no se compone el rumbo, serán las elecciones de la ignominia y los mexicanos debemos preguntarnos no por qué candidato llegará, sino qué cártel llegará. Vivimos en un lodo, no sabemos dónde está el Estado y donde la delincuencia. Y si no limpian sus propias filas, si no meten a la cárcel a sus propios criminales, cómo quieren gobernar este país. Para mí es una elección de la ignominia y no voy a participar, yo, y yo no voy a llamar a ello porque en el Movimiento por la Paz hay gente que sí cree. Y bueno, nadie puede condicionar el voto, solo expreso mi opinión como ciudadano.

—En esta reconstrucción que deberíamos hacer como país, es posible jugar fuera de la cancha?

—Sí, yo creo que sí. El Estado está fracturado, desmoronándose, y los movimientos que están emergiendo muestran al estado su incapacidad.
Creo que es el momento del as autonomías, de irlas construyendo, de naciones confederadas, de pueblos como los quería Gandhi, como ahora lo promueven los albanos. Tiene que surgir algo nuevo, tal vez un nuevo Estado, más humano, más proporcional, donde la gente participe.

Cuando digo proporcional me refiero a que la democracia se pueda ejercer, tal vez en pequeños grupos y tal vez eso requiera grados de autonomías, de producciones económicas que tienen que salir de la esfera del mercado. Es algo que entendió el zapatismo. Ahí hay una muestra de cómo se puede vivir, no contra la nación, pero sí subsistiendo y defendiendo sus autonomías. Podemos hacer florecer economías locales, consumir lo que producimos… no sé si me explico, creo que hay respuestas, como los okupas, que pelean con el Estado y sin embargo viven al margen, ahí está su autonomía y no se han dado cuenta de su fuerza. Todo eso es jugar fuera del Estado, pero no se va a transformar de la noche a la mañana. Mientras tanto, el Estado debe darnos seguridad ciudadana. Y el crimen organizado es fruto de la lógica económica

—Pero hay una contradicción tremenda, el crimen está fuera del Estado, pero dentro del capitalismo. Los okupas no quieren salirse del Estado, pero sí del capitalismo.

—Pero salirse del capitalismo es salirse del Estado. El estado es el protector del capitalismo.

—Entonces es iluso pensar que acabarán con el narco.. .

—Es un nicho de mercado, igual que el alcohol, la comida chatarra… pero la droga ya existía, tenía un lugar y no se acabará. Pero cuando la sociedad económica invade todo, es cuando se dan problemas como lo que sucede con el narco.

—Dicen primero lo urgente y después lo importante. Urge resolver primero la seguridad…

—Y la justicia

—…Y lo que sigue es El Estado

—Claro, lo que sigue es la supuesta democracia, no podemos hablar de democracia, cuando hay 10 mil desaparecidos y ninguno, ninguno en el Estado, nadie en este país sabe dónde están. Es increíble que nadie sepa dónde están 10 mil seres humanos.

—Simpatiza con la demanda a Calderón por crímenes de lesa humanidad?

—Sí, pero tendríamos que demandar a toda la clase política. Es como si Felipe Calderón fuera el único responsable, él cometió un error inmenso, pero es responsabilidad de muchos gobernantes. Hay que juzgar al Estado mexicano en general.

—El movimiento por la Paz ha pasado etapas como los dos diálogos, la Caravana del Sur… ¿Por qué camino seguirán, especialmente en 2012?

—Se va definiendo en el camino. La identidad son las víctimas, se cuestiona a partir de ellas, de exigir justicia, seguridad, paz. Se cuestiona al Estado entero. En el primer diálogo con Calderón, me preguntaba, ¿por qué no le dice nada a los criminales? A ver, le respondí, a los criminales ya se les dijo y ellos respondieron con crimen, pero díganos que no hay Estado y nosotros los buscamos directamente, pero hasta ahora el Estado son ustedes y a ustedes les reclamamos porque no cumplen con la seguridad ciudadana, que es la vocación central del Estado. Eso es señal que no tienen conciencia de la responsabilidad que tienen, ¿entonces para qué quieren el voto si no tienen noción de lo que es administrar el Estado?

—Espera que voten en blanco.

—No lo sé, el problema del voto blanco es que no está reconocido, que eso era parte de la reforma política. Además, hay un voto duro de los partidos. Y en esa lógica, el voto blanco termina por fortalecer la imbecilidad de los partidos, de los gobernantes que dicen, ganamos, ¿ganaron qué? No ganaron nada, ganaron con el voto duro, es decir, gobiernan para su propio partido.

—Y a lo que llamaba Fernando Vallejo, al no voto

—Creo que es peor porque te acusan de apolítico, de falta de conciencia, en cambio el voto blanco es decir claramente, señores, ejerzo este derecho… De alguna forma empato con Vallejo, pero diría, vayan a las urnas, pónganlo en blanco. Que no nos engañen que se ganó con 60%. No lo reconocemos porque somos unos canallas y que se enfrenten a su impostura, creo que en ese sentido podría funcionar. Sé que esto le molestará a Paco Ignacio Taibo, me va a regañar… y bueno, tampoco quiero llamara a no votar, porque esa es mi posición personal y como movimiento no puede haber una postura general, sería un error garrafal.

—¿El regreso del PRI complica?

—Sí, creo que estaríamos arruinados, sería darnos el tiro de gracia. De todos los precandidatos y candidatos, Enrique Peña Nieto es el único que no hablado con nosotros. Entonces, para ese grupo del PRI, el Movimiento por la Paz y por lo tanto la ciudadanía, aunque no la representamos en su totalidad pero sí representamos el movimiento más importante de los últimos cinco años, no les significamos nada. Y un tipo con ese desprecio a los ciudadanos, sería el horror.

—¿La palabra poética te permite repensar esas nuevas formas de reconstruir la nación? ¿Te da nortes?

—Es que el poeta funciona con la intuición, es un saber oscuro, y ese saber oscuro se articula con determinados lenguajes que deslocalizan por lo general un discurso político que es unívoco, unilateral, el lenguaje poético hace fisuras y hace que algo aparezca de nuevo, esa es su fuerza.


EL INFORMADOR / ALEJANDRA GUILLÉN