Viernes, 22 de Noviembre 2024
Cultura | Juan Pineda Santillán fue el restaurador responsable de esta pieza

Regresan al Cristo de Pasta de Caña al Ex Convento de Churubusco

Fue llevada a su espacio original luego de permanecer 30 años fuera de este lugar

Por: NTX

CIUDAD DE MÉXICO (30/ABR/2010).- El Cristo de Pasta de Caña, pieza emblemática de la Colonia, regresó al Ex Convento de Churubusco, en el Museo Nacional de las Intervenciones, tras un año de trabajos de restauración.  

También conocido como el Cristo de Churubusco, la escultura de 2.07 metros de altura, con un peso de siete kilogramos y elaborada en el siglo XVI con la técnica de pasta de caña, o lo que es lo mismo 'escultura ligera', fue llevada de nueva cuenta a su espacio original, la Antesacristía, luego de permanecer 30 años fuera de este lugar.  
En el acto, Juan Pineda Santillán, restaurador responsable de esta pieza considerada la más significativa del citado recinto, aseguró que entre los trabajos realizados destaca la reposición de faltantes de pies y manos que dan la idea del deterioro y el porcentaje de pérdida de la obra.  

Detalló que la obra fue sometida a reposiciones de los dedos de la mano izquierda y del pie, así como algunas lagunas faltantes en la pieza, a fin de evitar su deterioro.  

Consolidación de fisuras, capas de base de preparación y policromía, fueron realizadas con materiales compatibles a los originales.  

Además, señaló que la reposición de faltantes se hizo con madera de balsa y revestimiento de papel japonés, para no agregar pastas de dureza diferente a los materiales originales.  

Comentó que también se hizo la integración cromática de la policromía, pues la pátina, en una limpieza muy severa, afectó la parte frontal de la imagen.  

Agregó que afortunadamente la espalda no fue intervenida y se pudieron tomar los tonos para poder dar con el dorado original de una policromía modificada por el tiempo y que se convirtió en pátina.  

Con lo anterior, dijo, hoy se puede disfrutar de una pieza completa y con la apariencia que el tiempo da a las antiguedades.  

De acuerdo con Pineda Santillán, la figura refleja el sincretismo entre lo español y lo indígena.  

Asimismo, reveló que no es la primera vez que se somete a restauración dicha obra, toda vez que en 1985, los restauradores Rolando Araujo y Sergio Guerrero realizaron un análisis muy preciso de los materiales de la pieza.  

Señaló que durante 30 años, la obra abandonó su lugar de origen por diversas restauraciones del Ex Convento, lo que la obligó a emigrar al Museo Nacional de Historia, en Monterrey, donde permaneció 17 años.  

En el Cristo de Churubusco es notoria la mano del artesano indígena que le dio forma. El sincretismo cultural está presente en toda la escultura en la que hay también trabajo de los frailes y técnicas europeas.  

De acuerdo con el Instituto Nacional de Antropología e Historia ( INAH), la pieza tiene una combinación magistral de estética prehispánica con simbología religiosa, las imágenes cristianas de reciente implantación entre la población indígena coexisten en este Cristo con fragmentos pequeños de códices que se encontraban al interior de la obra.  

Códices o fragmentos de códices pueden haber sido utilizados como material en las esculturas de la época, pero también se considera que era una forma de introducir elementos culturales de relatos indígenas precisamente al interior de una imagen religiosa española.  

El trabajo fue realizado por el restaurador antes mencionado, bajo la supervisión de la Coordinación Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural, del Instituto Nacional de Antropología e Historia.  

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