Recordar el futuro

GUADALAJARA, JALISCO (29/NOV/2015).- "He venido a hablarles del futuro. Y está claro que, como me autoimpongo el tema yo mismo, busco complicarme la vida”, expresó Enrique Vila-Matas al recibir el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances de la Feria Internacional del Libro de Guadalajara 2015, en un texto que sonó más a una poética de su carrera literaria que un discurso de agradecimiento políticamente correcto para la recepción de un premio. “He venido a hablarles del futuro, que para mí durante años ha sido algo que llegaba como llegó el rock el año en que nací, con aquella reposada lentitud de lo verdaderamente imprevisto”, abundó Vila-Matas.

La voz del escritor barcelonés no era la de un oráculo, sino la de un hombre que describe y escribe los libros más difíciles, sí, porque en ellos va la apuesta de transgredir las estructuras narrativas establecidas para jugar con los personajes, las historias y el lector. “Los callejones sin salida han sido el motor central de mi obra”, expresó el autor catalán. Dijo que actualmente hay un “bache” en la industria editorial donde se está eliminando de la literatura aquello que parece demasiado pesado o con sentido intelectual, lo que hace que el panorama sea desolador para el escritor y el lector.

Para finalizar su intervención, Vila-Matas advirtió que piensa en los horrores que han vivido el pueblo sirio, que después de estar en una guerra se levanta e intenta atravesar el Mediterráneo en busca de un mejor futuro. También recordó en las víctimas de Charlie Hebdo y los recientes ataques terroristas en París. “Al pensar en ellos he oído el eco de las voces de los supervivientes que nos hablan en el documento de Svetlana Alexievitch sobre Chernóbil. El libro no trata tanto de la catástrofe general como del mundo después de esa catástrofe. El libro habla de cómo la gente se adapta a la nueva realidad. Esa realidad que ya ha sucedido, pero aún no se percibe del todo, pero está aquí ya, entre todos nosotros, susurra el coro trágico. Y ustedes ahora me van a perdonar, pero lo  que dicen las voces de Chernóbil, el gran coro, es el futuro”.

El Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances fue entregado a Enrique Villa-Matas de manos del gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval y de Rafael Tovar y de Teresa, presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
 
Creativo y veloz

El crítico Christopher Domínguez Michael en la presentación del Premio FIL definió a Enrique Vila-Matas como “el prosista más creativo y veloz que ha tenido la lengua española desde Gómez de la Serna”, además recordó la amistad a distancia que ha llevado con el autor, pero la cercanía con sus libros y su obra, también señaló que “es impreciso reclutarlo entre los híbridos, con perdón de los profesores”, concluyó que su “ su obra es de las pocas que mira al presente con animación y apetito y sin miedo, seguro como ésta de que el verdadero misterio sigue allí, en la fijeza de la letra impresa y de su lectura a través del libro”.

La FIL abre paso al diálogo

Los discursos de gobernantes y gestores culturales coinciden en la posibilidades que ofrece la literatura para generar diálogo.

Ha comenzado la fiesta de los libros más importante en Iberoamérica. La Feria Internacional del Libro (FIL) fue inaugurada este sábado en el salón Juan Rulfo de Expo Guadalajara, y se hizo entre discursos que suplican un llamado a la paz, la concordia y la oportunidad de que las artes generen el dialogo necesario. La literatura “como antídoto de la barbarie”.

En la mente de los invitados todavía se recuerdan los eventos terroristas en Europa. No sólo en París, también en Túnez, en Bélgica, en los Países bajos. Raúl Padilla López, presidente de la FIL, hizo referencia en la parte final de su discurso: “Quienes organizamos la feria nos unimos al sufrimiento de los familiares de las víctimas, y nos sumamos a la aspiración de compartir un mundo en el que las distintas ideologías no sean motivo de conflicto, sino terreno fértil para la convivencia pacifica en y desde la mirada cultural”.

Por su parte, el gobernador del Estado, Jorge Aristóteles Sandoval Díaz mencionó que las artes genera la mixtura donde se diluyen fronteras, “en donde nos reconocemos como iguales, y donde las letras y los escritores tienen mucho que ver en esto”. Parafraseando a Enrique Vila Matas, ganador del Premio FIL 2015, se dijo convencido de que “algunos autores ponen una ventana frente a nosotros, pero también donde nos vemos a nosotros mismos”.

“Cuando las ideas se transforman en palabras ponemos los cimientos de sociedades más prosperas, por eso se gesta el antídoto contra la barbarie y ante los embates del miedo y el prejuicio, esta feria es una señal de paz que mandamos al mundo, donde el conflicto amenaza la tranquilidad de los pueblos”.

Por su parte, el presidente del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, Rafael Tovar y de Teresa, comentó que la literatura es “un bastión contra la barbarie”. Pidió a los gremios de editores que se expresen en repudio a la violencia, pues se debe defender “cueste lo que cueste” las libertades.

Estuvieron también en la cita  Miguel Ángel Mancera,  jefe de Gobierno de la Ciudad de México; el gobernador de Nuevo León, Jaime Rodríguez “El Bronco”; sir Vernon Ellis, presidente del British Council y John Mittingdale, secretario de estado para la Cultura, Medios de Comunicación y Deporte del Reino Unido, pero quien se llevó las ovaciones de pie fue Fernando del Paso, nuestro Premio Cervantes de Literatura.

EL INFORMADOR/ JOEL CASTILLO