Recopilan el legado de José Saramago

GUADALAJARA, JALISCO (04/DIC/10).-  El pasado 18 de junio, el mundo literario perdió a José Saramago, pero su obra trasciende: sus opiniones sobre la democracia, la ética, la literatura, el compromiso, la ciudadanía y la mujer se convirtieron en el legado que el escritor dejó para el mundo tras su partida. A través de los libros En sus palabras y La consistencia de los sueños, el biógrafo y amigo de Saramago, Fernando Gómez Aguilera, aborda los temas sobre los cuales el Premio Nobel portugués se interesó a lo largo de su vida.

Un trabajo singular, ya que a Saramago le parecía disparatada la idea de una biografía suya, comparte su viuda Pilar del Río durante su visita a la Feria Internacional del Libro de Guadalajara: “Fernando le propuso a José hacer una exposición sobre su vida y trabajo, lo que al principio le pareció una disparatada; después lo dejó y Fernando se puso a bucear en todos los archivos, y descubrió que, en los 30 años de vida pública que tuvo Saramago, había hecho muchas declaraciones en las cuales había ido madurando, pero siempre dentro de una misma línea argumental”.

El recuento que se hace sobre la vida de José Saramago en La consistencia de los sueños se divide en nueve apartados divididos por fechas desde 1922 y hasta 2009. Incluye los premios, citas y datos sobre el autor y sus viajes alrededor del mundo, incluidas sus visitas a México. “El libro se presentó ya en Portugal, luego en España. ¡Mira, aquí en esta foto aparece con Gabo, y aquí en esta otra en su casa de Lanzarote!”, dice Pilar del Río al abrir el libro y mirar las imágenes en su contenido.

Un escritor por conocer

Para los que han seguido de cerca la trayectoria del escritor, En sus palabras no solamente recopila las ideas, formas de ser y convicciones más intensas y fieles del escritor, sino que también ofrece una nueva perspectiva sobre su vida: “Hay muchísimas cosas nuevas en la obra. José siempre decía una declaración periodística dura un día, pero, si la tienes en un libro, ya tiene otra dimensión. Además está lo más importante que él ha dicho acerca de la vejez, la sabiduría, el compromiso o de la necesidad de la cultura como instrumento: que, aunque la cultura o literatura no salva al mundo, tenemos, sin embargo, esa necesidad de belleza”, enfatiza Del Río.

Sobre nuevos proyectos, Pilar dice que el autor no tenía papeles guardados: “Existe una novela que empezó, pero que no pudo terminar, y otra que escribió en su juventud y que próximamente será publicada: entregó el original y nunca se la publicaron; cuarenta y tantos años después, cuando Saramago ya era un autor célebre, le hicieron la propuesta de la publicación, a lo que él se rehusó al tratarse de una novela de cuando tenía 24 años, pero nosotros la publicaremos como una novela que los amantes de Saramago tienen derecho a conocer”.

Desde su deceso, el escritor ha sido homenajeado en distintos lugares del mundo una gran cantidad de veces. “A mí me parece que todo lo que se haga para recordarlo está muy bien. En lugar de la palabra ‘homenaje’, prefiero decir ‘celebración’: cada vez que nos reunimos y hablamos de Saramago, brindamos con una copa de vino tinto, yo me siento feliz”.