Rebaja en e-Books de Amazon sacude a competidores

REDACCIÓN (12/ABR/2012).- La decisión del gobierno estadunidense de demandar a los principales editores de libros con cargos antimonopolio ha dado gran poder a la minorista de internet Amazon, la librería más grande de Estados Unidos que ahora puede decidir el precio de un libro electrónico, y el mundo del libro está temblando por las posibles consecuencias.

Parecería ser una buena noticia: El diario New York Times publicó que el Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció el miércoles que había demandado a cinco grandes editoriales junto con Apple con los cargos de monopolio de precios, y al mismo tiempo el acuerdo con tres de ellos; inmediatamente Amazon anunció sus planes para bajar los precios de los libros electrónicos. El precio de algunos títulos importantes podría caer a $9.99 o menos de $14.99, ahorrando mucho a los voraces lectores. ¿Qué tendría de malo para el amante de los libros?.

Los editores y libreros sostienen que desaparece un monopolio supuesto y se crea uno real. Amazon, la fuerza dominante en la industria, tiene todos los ases en la mano y ha empezado a jugarlos a su favor.

Según esto, los colosos del mundo editorial: Penguin, MacMillan, Simon & Schuster, Hachette y HarperCollins acordaron con Apple en secreto para desarrollar una nueva política que les permitiera fijar sus propios precios, misma que tomó vigencia en el 2010, así, los precios subieron en todas partes, porque los distribuidores no podrían socavar la operación librera de Apple.

Harper Collins, Hachette y Simon & Schuster aceptaron los cargos el miércoles, dejando a los otros dos: Penguin y MacMillan, junto con Apple en la lucha.

Amazon, que ya controla cerca del 60 por ciento del mercado de libros electrónicos, puede rebajar de forma extrema los libros que vende para ganar porcentaje de mercado para sus dispositivos Kindle. Una vez que tenga la suficiente ventaja competitiva, podría dictar sus propios términos, algo que los editores dicen que ya sucede.

Librerías tradicionales, que han enfrentado la competencia del Internet desde hace años, temen que la diferencia de precios entre los libros físicos que se venden y libros electrónicos de Amazon ahora crecerá tanto que perderán lo que queda de su mercado. Barnes & Noble, cuyo Nook es uno de los pocos e-readers de que no es respaldado por Amazon, podría correr la misma suerte, según los analistas.

Pero para mantenerse saludable la industria actual necesita una gran cantidad de vendedores interesados en el futuro del producto. Ellos ganan dinero mediante la venta de un libro a la vez a una persona a la vez.

Los libros electrónicos han estado presentes por más de una década, pero sólo cuando Amazon presentó el primer Kindle e-reader en el año 2007 despegó el mercado, construyendo de inmediato una posición de liderazgo. Amazon, llegó a tener el 90 por ciento del pastel.

La introducción del iPad a principios de 2010 parecía ofrecer una forma de competir con Amazon.

La relación de los libreros con Amazon ha evolucionado. El minorista comenzó como cliente de los editores, pero se convirtió en un competidor. Aunque los editores y Apple negociaron a principios de 2010, dice la demanda, Amazon ha anunciado su propio programa de publicación.

Esto puede empeorar.

En el corto plazo, los lectores podrán ahorrar dinero. A la fecha se calcula que el sobreprecio fijado por el acuerdo con Apple ha extraido cien millones de dólares extra de los bolsillos de lectores de libros electrónicos.

Pero el libro de papel, a medida que su competidor virtual baje el precio, no podrá sostener tantos locales ni la infraestructura que hoy lo hace posible.

Un experto opina que las grandes editoriales no serán capaces de mantenerse en el negocio sólo de la venta de libros electrónicos, porque este formato no acarrea dinero suficiente para mantener la infraestructura, las estrategias de comercialización, editorial, las giras de autor y la variedad de catálogo. Se perdería la experiencia acumulada en siglos de edición.

Claro que el lector no verá esto. Si antes pagaba por un libro 15 dólares y con esta demanda Amazon rebaja a 10 dólares el precio. Habrá quien hoy aplauda con un razonamiento a corto plazo.

Amazon empequeñece las consecuencias, diciendo que al único que no le conviene el libro electrónico podría ser al taller de encuadernado. Sin embargo, el interés del lector no parece realmente ser su mismo interés, eso se demostró cuando al no aceptar sus condiciones un gran distribuidor de Chicago, Amazon eliminó cerca de cinco mil títulos de libros electrónicos de su catálogo. Si así va a actuar, a base de intereses meramente comerciales, adiós a las joyas editoriales, la literatura especializada y si los nuevos autores a veces visitan 20 editoriales para poder ver impresa su obra (que puede o no tener éxito), ahora sólo tendrían un rechazo, y ninguna otra oportunidad.

La moneda está en el aire, pero el último dardo lanzado es por parte de los editores al declarar que la producción de un buen contenido es la parte más difícil de hacer un buen libro, no importa si al final se imprime en papel o se presenta en una pantalla. ¿Por qué los editores cederían todo su poder a este intruso en el negocio de los libros?.