Rafael Reig celebra su ingreso a ''La Literatura''

GUADALAJARA, JALISCO (01/DIC/2010).- “Un relato realista e irónico de la posguerra y los primeros años de la dictadura española”, describió Almudena Grandes, escritora y miembro del jurado del Premio Tusquets, la novela Todo está perdonado del español Rafael Reig (Cangas de Onis, Asturias, 1963), ganador de la sexta edición del reconocimiento, que se entrega cada año durante la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara.

Durante la lectura del fallo, Rafael Reig permaneció sentado entre el público y la prensa, como uno más con incertidumbre y las ansias —simuladas— por conocer quién sería el ganador de este año. Esa misma ansiedad que le obligó decir mentiras a su mujer en casa para venir a Guadalajara a recoger el reconocimiento. Igual que aquella tarde cuando Beatriz de Moura —directora y fundadora de la editorial Tusquets— le llamó por teléfono para informarle de que el jurado había determinado declararlo ganador.

“Estaba tomándome un whisky con un amigo novelista, Antonio Orejudo, y tuvo que jurarme todo el mundo que no era una broma. Me dijeron que tenía que estar hasta hoy sin decir absolutamente a nadie. Y he tenido algunos problemas con mi novia, porque le dije que iba de viaje a Zamora, pero ahora ya le he explicado lo que pasaba y está mejor, sin dramas, porque, si no, la que me esperaba al regreso”.

La historia de Todo está perdonado —que este crítico literario y profesor de literatura presentó con el seudónimo Ramiro Armero— se sitúa en Madrid en medio de la dictadura franquista, cuando Laura Gamazo, hija de un empresario, muere por envenenamiento el día de su boda. Su padre, Perico Gamazo, recurre entonces a Antonio Menéndez Vigil, ex guardia civil y agente de inteligencia retirado. La investigación conduce un recuento de medio siglo de historia desde la Guerra Civil hasta el presente, en un retrato de la transición española desde la dictadura a la democracia.

De allí el título, Todo está perdonado:“He contado una historia de una familia en la que los padres fueron los vencedores de la Guerra Civil y los hijos tuvieron que ganar la paz. La tercera generación, los nietos, tiene el problema moral: ¿qué se hace con esa herencia? Tomar lo bueno y lo malo, y después pagar las deudas.

“Las novelas funcionan como los alfiles del ajedrez, que avanzan en diagonal; por eso le he dado forma de novela policiaca, con una investigación de un género nuevo: theothriler”, explica el autor de Manual de literatura para caníbales, un ensayo en el que también mezcla la narrativa histórica con la ficción salpicada de humor negro.

Uno entre 360

El español admitió su nerviosismo por su participación en el certamen, que este año recibió 360 novelas, “porque en dos ocasiones se ha declarado desierto este premio de muchísimo prestigio. Conforme se acercaba el fallo, pensaba: ‘Si lo gana otro, siempre te van a decir: seguro que era amigo de no sé quién’, pero,‘Si queda desierto, qué humillación, mejor esconderse y desaparecer”, explica el autor de Hazañas del capitán Carpeto.

Reig admitió que el premio cambia su trayectoria literaria: “Es, ahora sí, ingresar a ‘La Literatura’. Imagínate: publicar ahora, de esta manera, es como una orgía, porque te lee todo el mundo. O, dicho de otra forma, porque me tengo que poner más serio. Es como si transmitiera en AM y nadie te escucha; desde ahora transmito en FM para que todos me escuchen”.

También opinó que, en el siglo XXI, “la ficción es una necesidad humana, que es la de poner orden, como lo he dicho antes: aporta diversión a esta crudeza. Nuestra vida es ficción, nos pasamos la vida armándola como historia. Además, aunque sea cruda nuestra realidad, nos aporta la posibilidad de entenderla y de intervenir en la realidad. La ficción nos hace libres”.

PERFIL

Rafael Reig es escritor y ha dado clases de literatura en Nueva York, donde obtuvo su doctorado. Actualmente es profesor de la escuela de creación literaria Hotel Kafka (www.hotelkafka.com) y como crítico literario colabora en diferentes publicaciones impresas y digitales.

Su novela Sangre a borbotones (2002) fue galardonada con el Premio de la Crítica de Asturias y elegida una de las cinco mejores obras en español de 2002 por la Fundación Lara.