Quedarse o mudarse de Torreón, disyuntiva de Carlos Velázquez

GUADALAJARA, JALISCO (06/DIC/2013).- El escritor lagunero Carlos Velázquez viene a la Feria Internacional del Libro (FIL) para mostrar su libro más personal hasta ahora: una colección de crónicas sobre lo que significa vivir en una ciudad destrozada por la violencia, cuyos habitantes han tenido que modificar sus rutinas y su estilo de vida para no arriesgar el pellejo cada vez que salen de sus casas. Y por más precauciones que tomen, precisa el escritor, siempre se están arriesgando, por eso la tensión constante es decidir entre quedarse un poco más o mudarse de una vez por todas, al menos para los que tienen posibilidades económicas.

"La ciudad me tiene muy mal y no es una exageración. En la Comarca Lagunera, formada por tres ciudades, apenas si alcanzamos el millón y medio de habitantes. Vivimos en un terreno muy pequeño y estamos más expuestos que nadie. La violencia te alcanza, como sucede en espacios geográficos muy cortos, es casi imposible que no te toque. Eso te tiene en un constante estado de paranoia y de histeria. No sólo tienes que salir a trabajar, sino que tienes que salir a trabajar y lidiar con los problemas que implica la violencia".

El libro lleva por título "El karma de vivir al norte" y es publicado por Sexto Piso. Se trata de un retrato muy personal del autor sobre su natal Torreón, Coahuila, una de las ciudades más peligrosas del mundo. A través de sus páginas, Velázquez imprime distintas estampas sobre lo que significa estar a expensas del crimen con la disyuntiva de quedarse o irse, considerando que lo último sería una especie de traición.

"Es doloroso por varias razones. En un contexto tan violento, uno lo que está procurando todo el tiempo es negar la situación, obviarla o simple y sencillamente ignorarla, porque entonces cuando tomas conciencia de todo lo que está pasando, empiezas a vivir el infierno no sólo que está afuera, sino también el que está adentro, el infierno personal".

En su texto no hay estadísticas, historias de cárteles o entrevistas con sicarios: sólo historias que pretenden dar una idea sobre lo que significa ser un padre de familia, un consumidor de sustancias o una persona cualquiera que en sus ratos libres quiere salir a divertirse. Un ciudadano común y corriente.

"Ya existen demasiados libros sobre la violencia", reconoce Velázquez. "Pero hacía falta un testimonio personal sobre lo que significa vivir ahí, sin hablar del tema del narcotráfico tan evidentemente".

Carlos considera que la mayoría de la producción periodística y de ficción sobre el narcotráfico está escrita "en frío", mientras que su texto sale desde adentro, de su memoria y de su vida. "Una de las diferencias entre este libro y los demás es que hay una honestidad brutal, que es palpable y cuando tú lo lees, cuando alguien lo lee, sabe que lo que está dicho ahí es verdad".

"El karma de vivir al norte" retoma un periodo especialmente crudo para Torreón comprendido entre 2005 y 2012, lo que ahora se conoce como "los años del plomo". Velázquez recuerda que hay distintas teorías sobre cómo se fue transformando la región, y que el detonante fue el ingreso de los Zetas para controlar una plaza que estaba en manos del cártel de Sinaloa.

"Fue un proceso muy largo (...) la invasión se fue dando de manera hormiga, se fueron infiltrando armas a las colonias más bravas, se fueron tomando posicionamientos, fueron tomando la ciudad, estableciendo rutas. Mientras había pocos cárteles en el país, el asunto estuvo controlado: la droga siempre estuvo ahí, pero nunca fue tan importante ni tan preponderante como en los últimos años".

El autor dice que su ciudad se convirtió en una serie de televisión. De esas donde pasan crímenes espantosos cada día. Sabe que debe irse, pero no le es fácil romper con su familia, con su vida, con el mundo que conoce.

"Al momento de escribirlo, pensaba que había una simplificación de la violencia. Por eso el karma de vivir al norte, la narcozona, estas teorías sobre el mal que estaba ya en la tierra. Yo quería explicar la metafísica del mal, de dónde proviene".

FRASE

"Ser escritor en este país no ha cambiado mucho de lo que significaba ser escritor hace 40 o 50 años. Estamos de alguna forma a contracorriente, pero quizás eso es lo que nos estimula: tratar de demostrar que podemos salirnos cada quien con la suya".

Carlos Velázquez, escritor.

EL INFORMADOR / BRENDA RAMOS