Psicóticos del mundo: la cita es a las 4:48

GUADALAJARA, JALISCO (16/SEP/2011).- Como parece que ya es costumbre en el Teatro Experimental, también esta vez el escenario fungió como espacio compartido entre los actores y el público. Rodeada en sus cuatro lados por gradas y sillas, se encontraba una caja construida con herrería y láminas de acrílico con la parte superior abierta, al interior de ésta, esperaban inmóviles los actores Paula Hernández y Andrés David a que los espectadores ocuparan sus asientos.

Es la obra Psicosis 4:48. Se apagan las luces y es él quien, escondido tras una máscara, empieza por recordarle a ella -en la forma en que lo hacen nuestras voces internas- todas esas cosas que te impone una sociedad absurdamente convencional: tienes que ser exitosa, evitar la vergüenza, llegar a la satisfacción personal mediante la explotación positiva del talento, crear vínculos afectivos con iguales, reproducirte, ser una persona de bien, etcétera, etcétera.

 Es así como inicia un ágil, confuso y perturbado diálogo, que es en realidad el monólogo interno de una mujer psicótica librando una batalla contra sí misma. Conforme avanza la obra y en medio de las reflexiones, lamentos y ataques repentinos de ambos personajes, ella se va despojando de sus ropas, para quedar al final casi desnuda en este curioso espacio que representa el encierro físico y mental de una persona asustada, furiosa y sin deseos de vivir.

Las 4.48 es la hora de la desesperación extrema, pero también, en ocasiones,  de la cordura, dice en algún momento el personaje principal, y es que según estadísticas inglesas, esta es la hora en que más suicidios se cometen al acabarse los efectos de los fármacos tomados la noche anterior.  El guión original es de la dramaturga inglesa Sarah Kane (1971-1999), considerada como una autora de culto a nivel internacional, quien se quitó la vida a los 28 años cumplidos.

 Es de resaltar el diseño sonoro envolvente y el uso continuo de delays en la voz masculina, efecto que contribuye a crear la atmósfera de confusión y miedo en la que se encuentra la mujer. La iluminación también juega su papel en la creación de un ambiente casi siempre sombrío, pero también algunas veces luminoso. Solamente queda la duda de si el intenso calor que se sintió durante la función fue también parte de la sensación de incomodidad y angustia que se buscaba provocar en el espectador, o un mero descuido de los técnicos del teatro.

 La puesta en escena dirigida por Luis Manuel “el Mosco” Aguilar que está en temporada durante septiembre y octubre en el teatro experimental, no es -en palabras de sus creadores-- un estudio sobre la personalidad psicótica ni tampoco una apología al suicidio, sino más bien una reflexión emotiva y “sentipensante” sobre los efectos nocivos que provoca una sociedad competitiva como la nuestra.

P s i c o s i s  4 : 4 8 / H a s t a  e l  2 3   d e   o c t u b r  e / S á b a d o s  a  l a s  2 0 : 3 0 h o r a s  y  d o m i n g o s  a  l a s  1 8 : 0 0  h o r a s /

T e a t r o  E x p e r i m e n t a l  d e  J a l i s c o / P r e c i o : 1 0 0  p e s o s . 8 0  e s t u d i a n t e s  y  t e r c e r a  e d a d