Presentadas las dos obras inéditas creadas por Mozart en su niñez

AUSTRIA.- La Fundación Internacional Mozarteum presentó ayer en Salzburgo (Austria), por primera vez en público, dos breves obras de un libro de partituras que posee desde 1864, tras descubrir que fueron creadas por el entonces niño prodigio Wolfgang Amadeus Mozart. Se trata de un movimiento de concierto para piano, de 75 compases y cinco minutos de duración, y un preludio de un minuto. En el acto, el austriaco Florian Birsak ejecutó al piano el par de piezas, que ya se pueden escuchar en la página de la Fundación Mozarteum ( www.mozarteum.at).

Estaban escritas en el llamado "libro de notas de Nannerl" (Nannerl era el apodo de la hermana de Mozart) y, hasta ahora, se habían adjudicado al padre del famoso músico, Leopold Mozart, o a autores anónimos.

Pero tras estudiar toda una cadena de indicios, los expertos han llegado a la conclusión, "con una probabilidad que raya la seguridad", de que fueron creadas por e Wolfgang Amadeus Mozart en su niñez.

Las partituras de las dos obras las pasó su padre a mano al papel, pero "el estilo de las composiciones no corresponde a la autoría de Leopold Mozart", explicó Ulrich Leisinger, un investigador de la Fundación Mozarteum.

Los científicos están ahora prácticamente seguros de que el pequeño Mozart creó estas piezas y las tocó en el piano para su padre, quien luego escribió las notas y después las corrigió.

Según Leisinger, Leopold Mozart nunca hubiese compuesto piezas para piano tan difíciles, que exigen un enorme virtuosismo como cruzar las manos y hacerlas saltar por el teclado, y eran poco corrientes en esos años (1763-1764).

El genio que más adelante iba a crear La flauta mágica tenía entonces entre siete y ocho años, y en estas tempranas obras se ve cómo "un músico joven se desfogó para mostrar lo que puede hacer. Además, el movimiento tiene auténticos fallos técnicos de composición y errores que nunca le hubieran pasado al experimentado Leopold", explicó el experto.

Fundada en 1880, la Fundación Mozarteum, con sede en Salzburgo, se dedica a preservar e investigar científicamente la vida y obra de Mozart, así como a organizar conciertos de sus composiciones.

Mozart comenzó a componer a los cinco años y realizó más de 600 obras en sus 35 años de vida. Su precoz virtuosismo instrumental fue aplaudido por todas las cortes europeas, pero su música le dio solo para malvivir y una fama tan poco consistente que, a su entierro en una fosa común, únicamente asistieron cuatro personas.

Pero la historia reconoció enseguida su importancia como creador y le ha elevado hasta la cumbre de la música, como compositor inspirado y revolucionario en los géneros que abordó, que fueron casi todos: él inventó la ópera moderna, innovó el género sinfónico y las formas tradicionales del concierto.

Pero el fenómeno Mozart aún va más lejos. Neurólogos, psiquiatras y educadores hallan en su música efectos terapéuticos y beneficios en el progreso de los escolares.