Periodismo e hiperrealismo taurino

La fotografía periodística es punto y aparte. Sobre todo en el toreo, pues captar este tipo de imágenes requiere de un ojo especial, trabajado y, sobre todo, con un agudo sentido de informar, incluso con un alto contenido semiótico y estético. En verdad no cualquiera la puede lograr, incluso para los propios fotoperiodistas es un reto per se.

Esa forma única de fotografía capta los momentos justos no de las suertes, sino de las situaciones que se presentan en cada tarde de corrida o en donde esté presente el Bo Tauros. La fotografía periodística, en algunos casos, carece de taurinismo, pues está encaminada a reflejar un instante de lo plasmado en las crónicas, busca el momento dramático, emotivo o hasta chusco, siempre con el sentido de la oportunidad y veracidad, pilares del periodismo.

Es un género que amalgama todos los conceptos anteriores y que adquiere relevancia al ser la que llega a un mayor número de personas y que incluso puede ser un referente para dar, involuntariamente, una buena o mala "publicidad" a la fiesta. Como ejemplo más cercano basta recordar aquella imagen donde "Pajarito" hizo historia al llegar al tendido de la Plaza México, una foto que dio la vuelta al mundo gracias al ojo oportuno y taurino de Tadeo Alcina.

En España, Cano fotografió la legendaria muerte de "Manolete"; Botán recibió en 1973 un World Press Photo, captó al "Che" Guevara en una barrera de Madrid; Pepe Arjona y su sobrino Pozo Boje también partícipes de la historia hecha imágenes.

En México, "El Saltillense", Palomo y otros tantos han sido pilares de la fotografía taurina, sin embargo, la escasa memoria colectiva les ha dejado poco a poco en el olvido. Aquí mismo en Jalisco, colegas como Ernesto Castellón, quien captó la secuencia de la muerte de Alberto Bricio en 1993, el gran Don Toño, vivos, modestos y el más olvidado de todos, Evaristo Espinoza, que por azares del destino no lograron esa notoriedad, solo quedan perpetuados en sus imágenes.
Sin embargo, hay una camada interesante de fotoperiodistas que le han dado frescura y mayor trascendencia a esta categoría, como Berumen, Ángel Sainos, Tadeo, Luis Fernando Moreno, Javier Hoyos, Chema Burgos, entre otros.

Pero la fotografía periodística taurina por naturaleza propia de la noticia, va formando la historia que permite a las generaciones futuras conocer, saber y comprender la misma evolución del toreo, ayudando a la mitificación de hazañas y tragedias.

Quizá para los taurinos recalcitrantes el fotoperiodismo no es la esencia de la fiesta, pero sí la perpetúa.

fotografiataurina@yahoo.es