Viernes, 22 de Noviembre 2024
Cultura | Torerías

Peinar coleta

Por Fernando Barrera

Por: EL INFORMADOR

Una frase en desuso pero llena de arte, historia, torería y significado es "peinarse la coleta". La coleta, signo inequívoco de todo aquel que se viste de torero, tiene sus orígenes en el siglo XIX, cuando los lidiadores, que aún no se les consideraba toreros, se dejaban crecer una coleta que trenzaban en un moño, vago recuerdo de los tiempos de las pelucas del siglo XVIII.

Incluso, en textos de esas épocas se afirmaba que todo aquel que participase en los juegos táuricos debía "peinar coleta" para poder hacerlo, pues significaba que poseía los conocimientos necesarios para enfrentarse a las reses e, incluso, sin la trenza no se le permitía el acceso a los improvisados ruedos que se instalaban en los mataderos.

Al igual que toda la vestimenta taurina, la coleta sufrió algunas modificaciones, sobre todo en cuanto al largo del trenzado, el cual fue de menor extensión, además de incluir una castañeta, es decir, un medio círculo, generalmente hecho de hilo, que se coloca en el nacimiento del pelo.

Fue Juan Belmonte el primero que prescindió en activo de la coleta natural, por considerarla incómoda para ir por la calle vestido de civil, por lo que a esa castañeta le colocó lo que se conoce como "añadido", o sea, una trenza de pelo que no necesariamente es propio. Conozco algunos toreros cuya coleta es elaborada con cabello de su madre, esposa o hijos.

Con el resurgimiento del romanticismo, algunos toreros, como "El Pana" o Morante de la Puebla, literalmente han vuelto a peinar coleta, devolviéndole a este signo de torería la relevancia que debe tener. Y se ha puesto de moda que algunos toreros de los llamados "de arte" la usen.

Cuando llega el momento de decir adiós a la profesión, en una ceremonia breve, sencilla, pero con una inmensa carga de emotividad, el torero se corta la coleta, sinónimo que la etapa de jugarse la vida cada tarde ha terminado.

Pero la coleta tiene otro significado, representa la fuerza oculta, ancestral, bíblica. Es la dicotomía de la parte femenina, de la sutileza, el encanto y la inteligencia asentadas en la fuerza, el valor y la destreza de un hombre para buscar la creación de arte efímero.

Fotografiataurina@yahoo.es

 

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