Para no dejarlos morir, celebran los dialectos mexicanos

GUADALAJARA, JALISCO (21/FEB/2011).- Mateo Minjaréz Zavala tiene 36 años, un vaso con café negro en la mano y está vestido con un traje típico que lleva los colores de la región que lo vio crecer, la zona Wixirika, en el Norte de Jalisco. A los 10 años el sistema oficial de la escuela primaria, la única que había en su comunidad, le tuvo que enseñar la lengua que trajeron los españoles hace más de 500 años, aunque eso no impidió que dijera ayer por la mañana: “mi lengua materna es el wixirika, esa es mi riqueza, es lo que soy”.

Hoy, 21 de febrero es el día en que él y todo el mundo recuerdan las lenguas maternas.

Fue en 1999, cuando la UNESCO declaró que este día se celebraría en todo el globo el Día Internacional de las Lenguas Maternas, lo que motivó a que la Secretaria de Cultura (SC) del Estado, a través de la Dirección de Culturas Populares, lo celebrara ayer con una verbena en el Ex Convento del Carmen.

“Lo que queremos es seguir con este ejercicio que implementó la UNESCO, de preservar las lenguas maternas. México es el segundo país con más riqueza lingüística, con sus más de 60 dialectos, sólo debajo de la India”, declara Ignacio Bonilla, director de Culturas Populares y subraya “la importancia de no dejar morir esta parte de nosotros. Las lenguas maternas, y en nuestro caso las indígenas, son parte fundamental de la cultura mexicana. A nosotros nos toca fortalecer y tratar de preservarlas”

Mateo ahora le enseña el wixirika a sus hijos, aunque el sistema escolar, y la vida, lo único que le enseña es lo mismo con lo que concluye Bonilla: “Ahora todos quieren aprender inglés. A ver en qué acabamos”.