Martes, 26 de Noviembre 2024
Cultura | Patrimonio. Recorrido con sabor a tequila

Paisajes Culturales ''deben ser evocadores de paz''

La UNESCO ratifica la declaratoria de Patrimonio de la Humanidad del Paisaje Agavero, tras la visita de delegada

Por: EL INFORMADOR

PAISAJE AGAVERO. La declaratoria de Patrimonio de la Humanidad fue otorgada en 2006.  /

PAISAJE AGAVERO. La declaratoria de Patrimonio de la Humanidad fue otorgada en 2006. /

GUADALAJARA, JALISCO (01/AGO/2012).- La importancia que el Paisaje Agavero le ha dado al desarrollo comunitario es un tema que a la UNESCO le interesa. Por ello es que la jefa de la Unidad para América Latina y el Caribe del Centro de Patrimonio Mundial, Nuria Sanz, realizó un recorrido por el polígono que obtuvo la declaratoria de Patrimonio de la Humanidad en la categoría de Paisajes Culturales en julio de 2006.

Se paseó por los plantíos de agave que simulan un mar azul, conoció las tahonas, las haciendas, las tabernas, destilerías clandestinas en la época Colonial y las grandes industrias que integran la arquitectura del tequila. Platicó con jimadores, pequeños productores, funcionarios y académicos.

“Venimos convencidos de que esta fue una declaratoria muy bien escogida”, dijo el pasado lunes, cuando ratificó la declaratoria.

En el mirador de la población del Salvador, donde –presumen– se tiene la mejor vista de la región, Nuria Sanz aclara que su visita –del domingo al martes– por el Paisaje Agavero es para conocer mucho más la zona que considera uno de los grandes patrimonios de América Latina, “porque estoy convencida de que estos lugares pueden marcar la pauta del desarrollo del patrimonio mundial de la región”.

México le apostó durante muchos años a resguardar sitios arqueológicos y ciudades históricas, “y pensamos que arriesgarse después a inscribir sitios en la categoría de Paisaje Cultural le da una visión de futuro al relacionar el paisaje con las políticas sociales. Así que estamos aquí para acompañar procesos, no hemos venido a vigilar”.

Los planes de manejo de estos sitios no son “fáciles” y no pueden pensarse como una foto fija: no se busca parar la producción del tequila ni convertir el paisaje en un sitio en el que nada pueda tocarse, sino que uno de los elementos más importantes es que sea un sitio vivo, en transformación, que contribuya a mejorar la calidad de vida de la población. Sanz concluyó ayer su recorrido.

—¿Cómo se resguarda un sitio como éste?

—Este año se festeja el 40 aniversario de la Convención de Patrimonio Mundial y precisamente la discusión son las políticas de participación comunitaria y lo que tiene que ver con el desarrollo sustentable. Y con este tipo de paisajes, la reflexión es que tenemos que hacerle preguntas distintas a cada paisaje. Es decir, en uno o dos años necesitamos que los expedientes incluyan los índices de desarrollo demográfico, productivo, hacia dónde van las políticas públicas, cuáles son las regulaciones locales y regionales de protección de los acuíferos,  de la cobertura vegetal, de crecimiento demográfico, la política de alfabetización, cuál es el sostén comunitario… Es absolutamente necesario unir los patrones de desarrollo local y de ordenamiento territorial, a lo que es la propia concepción del patrimonio.

—¿Cuál es el papel de las declaratorias en países violentos?

—Cualquier denominación es un pretexto extraordinario para generar políticas de participación ciudadana. El patrimonio es una forma de ciudadanía, de manifestar respeto y cohesión social; deben ser lugares evocadores y constructores de paz .En algunos momentos hay políticas de conflicto que no tienen por qué obviarse, complejiza la gestión, pero hay que apoyarse en el convencimiento de respeto a esos paisajes. Hay muchos parques naturales que por esa situación están inscritos en la lista en peligro (de perder la declaratoria) y otros no pueden ser (Patrimonio de la Humanidad) porque no se puede entrar a evaluar.

El patrimonio tiene que crear una condición social de construcción no violenta a futuro, que no sea identitaria sólo del pasado sino también del futuro. La criminalidad y la violencia no están apartadas de las políticas públicas culturales, y una manera de abordar la violencia es desde la cultura, no desde las armas. Ese es el mantra de nuestra organización, pensar que la paz se construye desde la mente de los hombres y por lo tanto desde el respeto entre culturas.

—En esta visita, ¿qué evalúa del Paisaje Agavero?

—Venimos acompañados de instituciones nacionales y la idea es analizar qué ha pasado desde la nominación. He visitado proyectos de centros de investigación, museos, hay más calidad hotelera, el campo de agave está resguardado… Creemos que es una declaratoria que le ha hecho bien a la región y eso hay que contarlo. Hay que seguir reproduciendo este tipo de modelos. Me ha impresionado mucho ver las tabernas que no quieren perder lo tradicional, esto me parece importante, que piensen que el beneficio no siempre son números y litros, sino también el apego a la tradición.

Piden apoyo a gobiernos entrantes

El arquitecto Ignacio Gómez Arriola señala que el modelo que ha seguido el Paisaje Agavero se ha copiado en otros países como Colombia, quienes pidieron asesoría para realizar su expediente del paisaje cafetalero.

“Nuestro trabajo lo encuentran como modélico y para nosotros es muy importante la visita de Nuria, que tenía tiempo queriendo venir”.

La presencia de la representante de la UNESCO “nos pone en un sitio de mayor responsabilidad” y por ello es importante que los gobiernos entrantes “le den el respaldo al Paisaje Agavero y que se incorpore en distintas políticas públicas. Ya lo platiqué con Francisco López (director de Patrimonio Mundial del INAH) y estamos previendo una reunión con las administraciones entrantes”.

Por otro lado, festeja que cada vez hay más personajes locales interesados en el resguardo del patrimonio, como Alicia Rodríguez, quien ha sido una de las principales impulsoras del Paisaje Agavero. Por esta razón, en julio se integró al Consejo Internacional de Sitios y Monumentos (Icomos) representación Jalisco y será la coordinadora de protectores que la UNESCO llama “Guardianes del Patrimonio Cultural”.

El Paisaje Agavero y la viejas industrias tequileras fueron los primeros bienes mexicanos que quedaron inscritos en la Lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO.

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