Orquesta de la UNAM conquista a Uxmal

UXMAL, YUCATÁN.- La Orquesta Filarmónica de la UNAM conquistó a este antiguo centro ceremonial maya y a los asistentes al 'Concierto del Centenario', que con un gran éxito se llevó al cabo anoche aquí, en un recorrido por lo mejor de su repertorio de la música popular mexicana y latinoamericana.  

La orquesta de la UNAM, con calidad, magnífica acústica y variado repertorio, acaparó la atención de los asistentes, durante el concierto al que asistieron, entre otros, la gobernadora Ivonne Ortega Pacheco y su rector, José Narro Robles.  

Durante poco más de 90 minutos, ambos funcionarios y otras dos mil 500 personas, disfrutaron la velada, la calidad interpretativa del conjunto y el prestigio de los directores titulares, que sacaron a relucir lo mejor de sus notas musicales.  

Con un total de seis obras, pasando del 'Intermezzo de Atzimba', 'La noche de los mayas' y 'La sinfonía india' a 'Las danzas cubanas', 'Danzón' y 'Huapango', los más de 90 músicos que conforman una de las mejores orquestas de México, dieron rienda suelta a su repertorio.  

Bajo la luz de la Luna, la Sinfónica de la UNAM rindió tributo a obras de Ricardo Castro, Silvestre Revueltas, Carlos Chávez, Mario Ruiz Armengol, Arturo Márquez y José Pablo Moncayo, con peculiar carácter sonoro y exquisita complejidad rítmica.  

Fue así como académicos de la UNAM, intelectuales, científicos, funcionarios, conductores televisivos y hombres de la política, se dieron cita para presenciar la rica obra a los pies del Templo Adivino.  

En el evento se destacó que celebrar los 100 años de la UNAM en la ciudad maya de Uxmal, aquilata los festejos porque aquí se cifran todas las identidades, las de antes y las que están por venir, de acuerdo con las palabras del coordinador de difusión cultural de la máxima casa de estudios, Sealtiel Alatriste.  

En medio de una atronadora ovación enarbolada por el juego de luces multicolor, los asistentes despidieron a los músicos que, influenciados por el misticismo de la cultura maya, dieron paso a los redobles, la música de trombones, violines y timbales y con ello, una velada para el recuerdo.