Viernes, 22 de Noviembre 2024
Cultura | La convocatoria fue publicada en internet

Organizan certamen de fábulas para recordar a Félix María Samaniego

El autor es famoso por las defender el teatro neoclásico y la ideología ilustrada

Por: NTX

El autor buscaba ofrecer ejemplos a los niños del seminario con sus fábulas. ESPECIAL  /

El autor buscaba ofrecer ejemplos a los niños del seminario con sus fábulas. ESPECIAL /

CIUDAD DE MÉXICO (11/OCT/2012).- La Sociedad de Amigos de Laguardia, en España, ha organizado el Primer Concurso de Fábulas "Recordando a Samaniego", como parte de las jornadas dedicadas a recordar al fabulista Félix María Sánchez Samaniego, a 267 años de su natalicio.

La convocatoria, publicada en "villasmedievales.com" y en una página de "Facebook" fue abierta a fábulas escritas en verso o en prosa con tema libre.

Los ganadores disfrutarán de dos noches en el Hotel Villa de Laguardia, con alojamiento y desayuno incluidos, según señala el portal del hotel.

Podrán participar mayores de 18 años, de cualquier nacionalidad residentes en España, con textos escritos en castellano y originales mismos que tendrán que ser enviados a la oficina de turismo de Laguardia (C/Mayor 52, CP 01300 Laguardia, Álava) hasta el 15 de noviembre de 2012.

Félix María Serafín Sánchez de Samaniego Zabala, por su nombre completo, nació en Laguardia, España, el 12 de octubre de 1745 en el seno de una familia acomodada, que le permitió dedicarse al estudio. Eustaquio Fernández, su principal biógrafo, afirma que estudió en un colegio en Francia, aunque no especifica cuál.

Más tarde cursó en Peñaflorida y llegó a formar parte de la Sociedad Bascongada de Amigos del País, fundada por Peñaflorida, su tío abuelo, donde leyó sus primeras fábulas. La primera colección de las mismas fue publicada en Valencia en 1781.

Cuentan que en un viaje a Francia se entusiasmó con los enciclopedistas y permaneció mucho tiempo allí criticando la política y la religión, su espíritu libertino y escéptico lo indujo a burlarse de los privilegios y a rechazar, incluso, un empleo en la corte ofrecido por el conde de Floridablanca.

A su regreso a España, contrajo nupcias y se estableció en Vergara, donde participó en la Sociedad Patriótica Vascongada, para difundir la cultura en medios populares, allí llegó a ser presidente

Las fábulas escritas para que sirvieran de lectura a los alumnos del Real Seminario Patriótico Vascongado de Vergara son su obra más conocida. En 1781, publicó en Valencia sus cinco primeros libros de "Fábulas en verso castellano".

En 1784, apareció en Madrid la versión definitiva del escritor con "Fábulas morales" conformada por nueve libros con 157 fábulas.

Las fábulas de su amigo Tomás de Iriarte, publicadas un año después, afirmaban en su prólogo que eran "las primeras fábulas originales en lengua castellana".

Lo anterior, rivalizó a los escritores. Samaniego publicó anónimamente el folleto satírico "Observaciones sobre las fábulas literarias originales de D. Tomás de Iriarte" (1782) y una parodia del poema "La música", también de Iriarte: "Coplas para tocarse al violín a guisa de tonadilla".

Los ataques de Samaniego eran de una crueldad mayor, pero siguieron numerosos libelos, contestados con violencia por Iriarte. Con los Borbones al poder, se produjo un proceso centralizador y se complicó la situación en 1783.

Samaniego fue comisionado por Álava para gestionar problemas provinciales de la Corte, así como asuntos regionales y de la Vascongada. Su actividad literaria, fue más exitosa y se intensificó al asistir a reuniones y tertulias, gozó en aquel tiempo de la amistad de nobles y escritores.

Participó en las polémicas teatrales de la época defendiendo el teatro neoclásico y la ideología ilustrada. Sin embargo, no llegó a buen puerto el plan de un seminario para señoritas, que la Vascongada pretendía establecer en la ciudad de Vitoria.

De nuevo en Bilbao, recuperó su hacienda y frecuentó a sus antiguas amistades. En 1792, decidió llevar una vida tranquila, pero con la llegada de la invasión francesa del año 1793 dejó malparadas sus posesiones guipuzcoanas;

Además, Samaniego había escrito al estilo de las fábulas eróticas de Jean de la Fontaine, cuentos más subidos de tono de índole anticlerical, lo que le genera problemas con la Inquisición que trató de confinarlo en un convento en 1793, tras considerar su obra como anticlerical y licenciosa.

Samaniego se salvó del castigo gracias a la intervención de sus influyentes amigos, que aún conservaba. Se desconocen, sin embargo, los detalles del proceso inquisitorial.

Fue autor de la moral bonachona, del optimismo y de las verdades mediocres, expresión de todas las virtudes y defectos de la literatura moral y didáctica del siglo XVIII, quien hablaba sobre asuntos de la fabulística tradicional de una manera ágil, mediante el verso ligero y sonoro.

Entre sus fábulas principales se encuentran "La paloma", "Congreso de ratones", "La cigarra" y "la hormiga", "El perro y el cocodrilo" y "La zorra y las uvas".

Samaniego escribió con la finalidad de ofrecer ejemplos a los niños del seminario. Falleció el 11 de agosto de 1801, con 56 años.

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