Viktor Ullmann, músico austríaco de ascendencia judía, compuso esta obra bajo el estilo de cabaré junto a Peter Kien, autor del libreto, en el campo de concentración de Theresienstadt (en la actual República Checa), en 1943, donde comenzó los ensayos con algunos de los prisioneros."Esta ópera en particular es un sobreviviente, un grito desesperado de decir: aquí estamos. Existimos, morimos, y este es nuestro legado para la Humanidad, para que nunca nos olvide", explicó el barítono mexicano en una rueda de prensa.La obra, con influencias de Bach, narra en cuatro escenas en alemán la historia de un emperador que vive aislado en su palacio y declara una guerra de exterminio total, ante lo cual la Muerte, al enterarse de que están usurpando sus funciones, se rebela e impide cualquier fallecimiento.Al final, la Muerte se presenta al emperador y le explica: "Sí, yo soy el culpable de que nadie muera. De que tú sientas que ya no eres poderoso porque no puedes infligir miedo en la Humanidad", narra Adán Pérez.El emperador le exige que vuelva a sus funciones a la Muerte, quien acepta a cambio de que él sea el primero en morir, tras lo que "se da un amanecer" con lo que se refleja que "existe la esperanza dentro del amor y que la muerte viene a ser un factor de liberación para la Humanidad", explicó el barítono.Tras ser enviados a Auschwitz, también encontraron la muerte todos los prisioneros involucrados en la obra, que sufrió censura y fue destruida, pero que acabó sobreviviendo en su mayor parte gracias a que Ullmann confió los manuscritos a un compañero del campo, lo que permitió que se estrenase en Holanda en 1975.Presentada en varias ciudades de Estados Unidos, en Canadá y en Europa, la obra llega por primera vez a México bajo la 41ª edición del Festival Internacional Cervantino, del 9 al 27 de octubre en la céntrica ciudad de Guanajuato, con dos funciones los días 9 y 11 durante el ciclo "El Arte de la Libertad"."Todas las Bellas Artes buscan, a través de la trascendencia, liberar un poco el espíritu" de su cuerpo y sus límites, explicó José Adán Pérez, quien interpretará a este "monstruo" y buscará "despertar el repudio de la audiencia" y a la vez "un poco de conexión y de entendimiento" a través de los matices del personaje.Para lograr reflejar esa "oscuridad", este licenciado en Ingeniería de 37 años, a quien le dieron "ganas de llorar" y gritar con la primera lectura de la obra, cree que hay que ignorar el sufrimiento del resto de personajes e irse "al polo opuesto: ser lo más humano posible para entender cómo ser lo más inhumano posible".A pesar de sus estudios, al intérprete de "La Boheme", "Il Barbieri di Siviglia" y "L'Elisir d'Amore", entre otras, le picó el "gusanito" de la ópera cuando entró en un coro de su Mazatlán natal (Sinaloa, oeste de México).Más tarde recibió clases privadas, estudió dos años en la Academia de Artes Vocales de Filadelfia y fue invitado por la Ópera de Los Ángeles a una audición ante el tenor español Plácido Domingo.Animado por el "¡Arráncate!" mexicano del "maestro", el aria de Figaro del "El barbero de Sevilla" le valió para obtener el visto bueno del tenor, de quien se puede aprender su forma de administrar la voz, de prepararse y de hacer equipo, y su humildad para aceptar que el cantante solo es "uno más dentro de la maquinaria" de la ópera.
