Martes, 26 de Noviembre 2024
Cultura | Saqueo de zonas arqueológicas, impune en Jalisco

Olvidan en el presupuesto a las zonas arqueológicas

En 15 años apenas se han invertido 101 millones de pesos en nueve sitios protegidos, de los más de mil existentes en Jalisco

Por: EL INFORMADOR

¿Piezas protegidas?. En la refaccionaria Romo ubicada en Teocaltiche se exhiben piezas arqueológicas de origen caxcán. EL INFORMADOR / J. Mendoza

¿Piezas protegidas?. En la refaccionaria Romo ubicada en Teocaltiche se exhiben piezas arqueológicas de origen caxcán. EL INFORMADOR / J. Mendoza

GUADALAJARA, JALISCO (15/ENE/2015).- Nueve sitios arqueológicos en Jalisco concentran todo el presupuesto ejercido por el Gobierno del Estado en los últimos tres lustros. Sin embargo, en la Entidad existen más de mil zonas con vestigios registrados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). La concentración se contrapone con el abandono y la pérdida de otras áreas de valor, documenta la académica Acelia García, viuda del descubridor de los Guachimontones, Phil Weigand Moore.

En los últimos 15 años, la Secretaría de Cultura reporta que ha concedido para investigación, excavación y compra de terrenos de zonas arqueológicas, sólo 101 millones 324 mil pesos. Esto representa menos de la tercera parte que el presupuesto otorgado a los partidos políticos de Jalisco sólo para este año. A nivel federal, el INAH tiene a disposición para 2015 un total de 250 millones de pesos para repartir entre las 32 delegaciones del país. Apenas 20 millones más comparados a la partida del año pasado.

Las áreas Guachimontones, Loma Alta y Ocomo, en el Municipio de Teuchitlán, concentran la tercera parte del presupuesto, y otros sitios protegidos en Ahualulco de Mercado, Etzatlán, Jalostotitlán y Puerto Vallarta son los únicos que han recibido dinero estatal.

“Aún es increíble para mí que lográramos salvar los Guachimontones, fuimos muy tenaces porque no nos dejamos doblegar por las amenazas y pleitos de los que rechazaban que continuáramos. Pero se pudo obtener apoyo del Colegio de Michoacán, la UNAM y la Secretaría de Cultura”, dice la investigadora.

En contraste, vestigios encontrados en la Zona Metropolitana de Guadalajara desparecieron o se han descuidado, asegura Acelia García: “Reportamos centenares de sitios arqueológicos, realizamos planos y los fotografiamos, pero aún así, propios y extraños intentaron cerrarnos el paso o menospreciar el trabajo”.

Reportes realizados entre la académica y Weigand jamás aparecieron oficialmente en el archivo; otros se extraviaron. “Esto originó el deterioro o destrucción de sitios y monumentos”.

Algunos de estos se encuentran en Tonalá, donde descubrieron un sitio llamado Coyula, que tenía una de las mayores concentraciones de monumentos antiguos en Jalisco. La investigadora reporta que había varios inmuebles únicos, uno de ellos en forma de cruz: “Casi ninguno escapó de ser cubierto por las toneladas de basura (…) Ahí la derrota no sólo fue de nosotros, del municipio y sus pobladores… Jalisco perdió lo que ahí existía”.

Tlajomulco también ha sido foco de despojo. Una de las razones de la destrucción se dio al edificar fraccionamientos en donde, se sabe o presume, hay sitios arqueológicos. “Es mucho lo que se ha perdido en los últimos 15 años”. La investigadora señala que, a pesar de ser conocidos por las autoridades, zonas como Mochitlanejo y El Robloso siguen sin incluirse en los planes de desarrollo municipales y requieren conservación urgente.

FRASES

"
Regularmente los daños son maltrato en edificios arqueológicos. Las personas creen que en medio de la pirámide hay un tesoro, pero por mi experiencia, no encontrarán nada. Se están buscando un problema por algo que no les redituará "

Martha Lorenza López Mestas,
delegada del INAH en Jalisco.

"El acabar con el patrimonio jalisciense y de México no sólo es terminar con las zonas arqueológicas, va más allá: exterminar el patrimonio consiste en bloquear la búsqueda y los medios hacia el conocimiento y la comprensión de las antiguas culturas "

Acelia García de Weigand,
investigadora.

LA VOZ DEL EXPERTO
Mancha urbana se “traga”

Otto Schöndube Baumbach
(arqueólogo).

Ha sido exagerado el incremento de la población y sus necesidades habitacionales en el territorio, tanto que “se han tragado las zonas arqueológicas”, lamenta el arqueólogo Otto Schöndube.

El ejemplo son las zona del Ixtépete o El Grillo, en Zapopan, de las que quedan una parte muy pequeña: “Crecen en ciudades por los asentamientos irregulares. Cuando están puestos, la autoridad no le quiere entrar al toro”.

Además, refiere, faltan fondos para trabajarlas y dejarlas a la vista del público, aunque el otro polo también es negativo: “Ver estas áreas sólo como una cosa turística”, ya que sirven también por la información que dan.

Sobre los robos y saqueos en las zonas históricas comenta que están expuestas por el tiempo que pasa en la expropiación de las tierras por “papá gobierno”, para que el INAH intervenga, “bajo el dicho que ‘yo me lo encontré y es mío’. La gente no entiende el hecho de que la arqueología es propiedad de la Nación”.

“En los Guachimontones participa el Gobierno del Estado, pero otras zonas se descuidan. Como que sólo quieren cuidar lo monumental, pero también se necesita proteger hasta lo más pequeño”.

Sobre la importancia de la conservación la resume en una frase: “El que no conoce su historia está perdido”.

Explica que al pasado remoto prehispánico sólo se puede acceder a través de los restos materiales, no hay nada escrito, “y si se destruyen es como quemar un biblioteca”.

Expone el malentendido de que las zonas más valiosas se encuentran en la Ciudad de México o en Yucatán, pero no es así: “En Jalisco tenemos cosas igual de valiosas. Y eso nos falta captar”.

Hallazgo en La Primavera

Guachimontones, la zona arqueológica más grande del Estado, y el Ixtépete, son las únicas dos áreas abiertas al público en Jalisco. El dato es pobre porque el INAH tiene detectados mil 642 sitios de valor.

Destacan los descubiertos recientemente, informa la titular de la Delegación del INAH en Jalisco, Martha Lorenza López Mestas, dentro del Bosque La Primavera. “Vamos a ampliar nuestra base de datos con 70 sitios que son casi imperceptibles, en un lugar muy visitado”.

Estos sitios están delimitados por una “poligonal”, donde no se deja entrar a las personas. Esto provoca que en las zonas protegidas no se dé algún permiso de construcción.

El titular de la Dirección de Patrimonio Cultural en la Secretaría de Cultura de Jalisco, Tomás Eduardo Orendain Verduzco, adelanta que hay dos sitios en investigación que podrán abrirse pronto para visitas públicas. Uno en Jalostotitlán llamado Teocaltitán, el cual lleva tres temporadas de investigación; y el sitio de Oconahua, cercano a Guachimontones.

En esta serie de descubrimientos, en conjunto con los más de mil 600 ya registrados, se reparten las 31 averiguaciones previas abiertas por delitos contra el patrimonio arqueológico en Jalisco, pero sólo cinco personas consignadas por este delito, en el periodo 2006-2014.

La cifra de averiguaciones es baja si consideramos los números del Distrito Federal, Estado de México o Campeche, que lideran la lista con 82, 56 y 53 averiguaciones iniciadas, respectivamente. En total, durante los últimos ocho años se han iniciado 879 investigaciones en todo el país.

“En Jalisco no debería de suceder. No estamos tan altos comparativamente con otras partes, pero tenemos sitios que debemos cuidar”.

López Mestas comenta que cuando se tiene un asunto de violación a la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicos, Artísticos e Históricos se hace un dictamen pericial de parte de los arqueólogos y se interpone la denuncia ante la Procuraduría.

Para prevenir, el director de Patrimonio Cultural recomienda no tomar “ni siquiera una piedrita”.

Ejemplifica el daño el desgaste que sufría la pirámide de La Iguana en el sitio de los Guachimontones, donde las personas que subían se llevaban una piedra y ahora ya no hay paso por ese robo.

DATO
Impunes


Dentro de la recién reformada Ley de Patrimonio Cultural de Jalisco se establece la protección de las zonas arqueológicas; sin embargo, la capacidad de combatir delitos contra las áreas se determina por el INAH. También obliga al Estado a tener un inventario de los bienes muebles e inmuebles, además del patrimonio inmaterial.

INAH Ofrece registro electrónico

Para las personas que posean objetos de valor arqueológico pero quieran conservarlas, el INAH ofrece una plataforma digital para hacer el registro y se otorguen las piezas a manera de concesión.

“El dueño se compromete a cuidar esas piezas y esto nos permite saber qué sucede con esos objetos”, explica López Mestas: “Si tiene un percance nos avisa y nosotros le damos la asesoría para el cuidado de las piezas”.

La plataforma se llama Sistema Único de Registro Público de Monumentos y Zonas Arqueológicos e Históricos y está disponible en la página http://is.gd/YlqKIT.

CERRO DE LOS ANTIGUIS EN TEOCALTICHE
“Aquí están en exhibición… pero no se venden”


El que busca sí encuentra piezas arqueológicas en el Cerro de los Antiguos en Teocaltiche. En 20 minutos a pie, desde la Plaza de Armas, se llega a la punta del cerro donde un agricultor cuida su parcela. “Allí abajo, donde está lo planito, hay muchos hoyos. Ahí se meten muchos porque no hay nadie”.

En ese punto, dentro de un área plana de 20 metros cuadrados al que puede accederse sólo con desenredar la puerta del alambre de púas, se pueden encontrar varios hoyos, pero a cada paso se ven a simple vista restos de objetos, entre vasijas y otras figuras talladas.

“Los abuelos de mis papás vivían por allí. Porque dicen que en Semana Santa aparecía un lugar donde se abre una puerta y desaparece la gente. Por eso empezaron a ir y a sacar cosas, por curiosidad”, cuenta Sagrario, una habitante del municipio.

Ella trabaja en la refaccionaria Romo, casi a la entrada del municipio, donde presumen figuras y piezas arqueológicas encontradas en ese cerro. Asegura que nadie ha intentado comprar los objetos: “Aquí están en exhibición, no se venden”.

La mujer cuenta que sus papás también encontraron objetos de civilizaciones antiguas. Recuerda que el saqueo data de hace unos 35 años. “Los que van a hacer eso son los malvivientes, los muchachos que van de perezosos (…) Pero no vale la pena destruir una cosa tan antigua no más por la ambición de encontrar un tesoro”.

El director de Obras Públicas de Teocaltiche, Jorge Luis Padilla Torres, cuenta que su padre encontró figuras en sus parcelas.

Para proteger la zona, el Ayuntamiento aporta, cuando se puede, vigilancia policial, porque si se interviene se allana propiedad privada que debería pasar a ser federal, tal como establece la ley: “Pero no tenemos el suficiente dinero para vigilar la zona, apenas tenemos para las patrullas y para recoger la basura… no tenemos para proteger todo el cerro”, indica Padilla Torres, quien ve con buenos ojos que el INAH tome el control y comience con una investigación ya que, con la apertura al público del sitio, se podrían recaudar recursos por el turismo, “que buena falta le hace al municipio, porque estamos fregados”.

La delegada en Jalisco del INAH desmiente el dicho de que el organismo se apropia de los terrenos. Explica que cuando se descubre algo se debe reportar al Instituto, el cual investiga, recupera la información y los vestigios, y luego se puede continuar con las actividades normales en la zona.

GUÍA
La normatividad


¿Qué dice la ley?

De acuerdo con la Ley Federal sobre Monumentos y Zonas Arqueológicas, son monumentos arqueológicos los bienes muebles e inmuebles producto de culturas anteriores a la conquista española, así como los restos humanos, de la flora y de la fauna, relacionados con esas culturas.

¿Y a nivel estatal?

La Ley de Patrimonio Cultural de Jalisco establece que el Patrimonio Cultural incluye elementos y manifestaciones materiales a los que los habitantes les atribuyen importancia arqueológica y antropológica. Obliga a dar aviso a las autoridades e intervenir cuando se presuma daño, saqueo o destrucción de los monumentos.

JALISCO
Zonas arqueológicas


El Instituto Nacional de Antropología e Historia resguarda 187 zonas arqueológicas abiertas al público en México. De ellas, dos se encuentran en Jalisco.

l Ixtépete

Su nombre significa “cerro de obsidiana”. Se le atribuye una importante actividad comercial sobre todo con regiones como los Altos de Jalisco o La Quemada, en Zacatecas.

Ubicado en Prolongación Mariano Otero sin número, en la Colonia Miramar (Zapopan).

l Guachimontones

A nivel territorial, ocupó parte de Jalisco, Nayarit, Sonora, Zacatecas, Guanajuato Michoacán y Colima.

Hay alrededor de dos mil 200 sitios registrados de la tradición Teuchitlán. Se localiza a un kilómetro al Noreste del pueblo de Teuchitlán.

CLAVES
Prohibiciones y sanciones


Transportación Los monumentos arqueológicos muebles no podrán ser transportados, exhibidos o reproducidos sin permiso del Instituto competente.

Venta Comerciar con el objeto, transportarlo, exhibirlo o reproducirlo sin el permiso y la inscripción correspondiente. Al que lo haga se le impondrá prisión de tres a 10 años y de 140 mil 200 pesos a 210 mil pesos de multa.

Resguardo Tener un monumento arqueológico o un monumento histórico mueble y que éste se haya encontrado en o que proceda de un inmueble de valor artístico o arqueológico. Amerita prisión de tres a nueve años y de 140 mil 200 pesos a 210 mil de multa.

Ilegal Apoderarse de un monumento mueble arqueológico, histórico o artístico sin consentimiento de quien puede disponer de él con arreglo a la ley, se le impondrá prisión de tres a 10 años y de dos mil a tres mil días multa.

Extracción Sacar del país un monumento arqueológico, artístico o histórico, sin permiso del INAH, se le impondrá prisión de cinco a 12 años y de 140 mil 200 pesos a 210 mil de multa.

Límite Introducir al país o sacar la propiedad de bienes culturales se le impondrá prisión de tres a 12 años y multa de 140 mil 200 pesos a 280 mil 400.

SABER MÁS
Destacado


El INAH es competente en materia de monumentos y zonas de monumentos arqueológicos e históricos.

El Instituto Nacional de Bellas Artes es competente en materia de monumentos y zonas de monumentos artísticos.

LA CIFRA

5 personas detenidas desde 2006 por la PGR por saqueos, posesión ilegal de objetos y daños al patrimonio arqueológico en Jalisco.

1,642 sitios de valor arqueológico tiene detectados el INAH en Jalisco, pero sólo dos están abiertos al público: Guachimontones e Ixtépete.

31 averiguaciones previas se han abierto en Jalisco desde 2006, por el robo o saqueo de zonas arqueológicas.

250 millones de pesos, presupuesto del INAH para repartir entre sus 32 delegaciones en el país.
 
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