Viernes, 22 de Noviembre 2024
Cultura | En la obra se observa al monarca de medio cuerpo, con símbolos que señalan su estatus

Óleo de Goya está nuevamente en el Palacio de Navarra

En la obra se observa al monarca de medio cuerpo, acompañado de los símbolos que señalan su estatus

Por: NTX

El óleo forma parte de la muestra 'Goya, termimonio de su tiempo'. ARCHIVO /

El óleo forma parte de la muestra 'Goya, termimonio de su tiempo'. ARCHIVO /

CIUDAD DE MÉXICO (29/MAR/2014).- Luego de su exhibición en la Pinacoteca de París, como parte de la muestra "Goya, testimonio de su tiempo", el óleo "Retrato de Fernando III de Navarra y VII de Castilla", de Francisco de Goya, regresó al Palacio de Navarra, en Pamplona, España.

En la obra de Goya, quien nació el 30 de marzo de 1746, se observa al monarca de medio cuerpo, acompañado de los símbolos que señalan su estatus: la corona real, el bastón de mando adornado con los castillos y leones de las armas de España, y el sable al cinto, de acuerdo con medios internacionales.

Considerado uno de los artistas plásticos más influyentes de la historia, Francisco José de Goya y Lucientes nació en Fuendetodos (Zaragoza, España), en el seno de una familia de clase media.

Sus biógrafos reseñan que su padre era un artesano de prestigio, cuyas relaciones laborales influyeron de manera significativa en la formación artística de Francisco.

A temprana edad mostró sus facultades artísticas, por lo que a los 13 años ingresó a la Academia de Dibujo de Zaragoza, bajo la tutela del pintor José Luzán.

En 1763 viajó a Madrid, para participar en un concurso de pintura en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, donde no obtuvo el triunfo que quería.

Su estancia en la capital le permitió trabar amistad con diversos artistas, entre ellos Francisco Bayeu (1734-1795), quien influyó notablemente en su formación.

En 1771 viajo a Italia, donde participó en un concurso de la Academia de Parma, consiguiendo una mención.

Tiempo después regresó a España, debido a un encargo de la Junta de Fábrica del Pilar, donde se le encomendó realizar un mural para la bóveda del coreto de la capilla de la Virgen.

A partir de ese entonces, comenzó a tener una intensa actividad en la pintura, ya que decoró la Basílica del Pilar y pintó la capilla del palacio de los condes de Sobradiel, los cuales dejaron satisfechos a la Junta de Fábrica del templo, valorando así el trabajo del pintor.

En 1773 contrajo matrimonio con Josefa, hermana de Bayeu, y dos años después ingresó a la Real Fábrica de Tapices de Santa Bárbara, donde permaneció hasta 1791, cita el portal de Internet "patrimonioculturaldearagon.es".

Las láminas para tapices que realizó durante esa década fueron muy apreciadas, por su frescura y cotidianidad. Se dice que con ellas revolucionó la industria del tapiz.

A la edad de 34 años ingresó a la Real Academia de Bellas Artes, de San Fernando, y en 1786 fue propuesto por Bayeu para el cargo de Pintor del Rey.

El rey Carlos IV (1748 -1819) lo nombró pintor de cámara en 1789 y, posteriormente, se convirtió en el pintor oficial del Palacio.

Su grado le proporcionó no solo numerosos encargos religiosos, sino también un importante desarrolló como retratista de distintos personajes ilustrados e importantes figuras de la época.

Goya trabajó como retratista para la familia real y la aristocracia madrileña. Entre sus retratos más valorados figuran "La condesa de Chinchón", "La maja desnuda" y "La maja vestida".

Según una leyenda popular, éstas últimas podrían haber representado a la duquesa de Alba, con quien el pintor mantuvo una estrecha relación, señala el portal web "biografiasyvidas.com".

En 1792, al presentar un discurso en la Academia, expresó sus ideas respecto a la creación artística, que se aleja de los supuestos idealistas y de las preceptivas neoclásicas vigentes en la época de Mengs, para afirmar la necesidad de libertad del pintor, que no debe estar sujeta a estrechas regla.

En esa época, y sobre todo por la enfermedad que adquirió ese mismo año y que le provocó sordera, Goya hizo lo posible para crear obras ajenas a las obligaciones adquiridas por sus cargos en la corte; cada vez pintaba obras de pequeño formato en total libertad, alejándolo para siempre de las pinturas de la realeza.

El artista dejó una gran cantidad de obras que marcaron toda una tendencia de libertad y conceptos en el arte, entre las que destacan "Saturno devorando a un hijo", "El tres de mayo de 1808", "El empecinado", "Bodegón con costillas y cabeza de cordero" , "El coloso", "La maja vestida", "La maja desnuda", "El aquelarre".

Son de especial mención sus series "Los caprichos", "Los desastres de la guerra", "Los disparates", "La tauromaquia" y "Los toros de Burdeos".

Debido a la enfermedad que adquirió en 1792 y que desarrolló en 1818, Goya falleció el 16 de abril de 1828 en Burdeos, Francia.

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