Octavio Paz, visionario del Arte Precolombino

CIUDAD DE MÉXICO.-El poeta Octavio Paz fue un visionario del Arte Precolombino, pues su fascinación y defensa hacia este patrimonio cultural, provocó que investigadores en su época voltearan a mirar a ese arte, no como un producto de las excavaciones, sino como una obra arquitectónica de gran singularidad estética.

Así lo reconoció el coordinador de asesores de la Dirección General del INAH, Miguel Angel Echegaray, durante un recorrido que ofreció por la exposición "Materia y sentido, un indisoluble vínculo entre la plástica y la literatura" que se presenta en el Museo Nacional de Arte (Munal), de esta ciudad.

El especialista, quien participa en esta muestra con algunos textos, afirmó que Paz (1914-1998), Nobel de Literatura 1990, mostró desde muy joven una fascinación, "no hacía las figuras precolombinas, sino en general hacia esas culturas de Mesoamérica".

"El acercamiento de Paz al Arte Precolombino no es la fascinación por determinadas piezas que hoy con facilidad decimos artísticas; en su época, no era tan claro que las piezas de hoy tengan un rango estético", comentó.

"Se decía que las piezas eran documentos productos de las excavaciones, pero no se hablaba de la calidad o singularidad estética de esta producción en piedra y cerámica en términos de la arquitectura", adujo.

Refirió que Paz se definía como un poeta moderno, y eso fue lo que le permitió llevar a cabo numerosos lecturas no sólo de la pintura, sino de las artes en general. "Era un hombre muy vasto", agregó.

Destacó que producto de esa fascinación se puede apreciar en obras como "Piedra de sol" o "Los Privilegios de la vista", las cuales son referentes precolombinos muy claros para su propia creación poética.

"Si se recurre por ejemplo al `Laberinto de la Soledad`, se dará uno cuenta que esa fascinación por la cultura precolombina le hizo reflexionar sobre algunas ideas que podrían ser la simiente de estructuras políticas del México de otras épocas", indicó.

Para Echegaray, Paz fue "un visionario del arte mexicano", pues realizó la gran defensa de lo que significó el surgimiento y desarrollo de la obra del pintor mexicano Rufino Tamayo.

"Fue un gran impulsor de diversos artistas que vinieron a renovar ese espíritu de arte y pintura moderna en México.

"Paz se definió como un aficionado, un amateur, pero su propia generación e intereses intelectuales, lo llevaron a acercarse sobre las culturas precolombinas; sin duda perteneció a una generación que tenía muy viva la idea de una herencia precolombina y eso se fue matizando al paso de otras generaciones", explicó.

"Materia y sentido" es una muestra de obras artísticas mexicanas, expuestas a través de la perspectiva de Octavio Paz; dicha exposición formada por 320 piezas conmemora el décimo aniversario luctuoso del escritor.

La muestra, que se presentará hasta finales de este mes, invita a conocer el arte mexicano basado en algunos fragmentos de la obra de Paz, que ayudan a comprender el arte que forma parte de nuestra cultura.

El recorrido nos lleva desde el arte prehispánico hasta el producido durante el siglo XX, llevándonos a dar un recorrido de la historia mexicana, a través del arte y de la opinión del autor de "El laberinto de la soledad".

La exposición también consta de una serie de videos en los que Paz habla sobre el arte mexicano y sus autores más representativos.

Además, dentro de la muestra existen actividades como la de escribir un poema basado en la exposición y fragmentos de la obra de Paz, así como una sala dedicada a conocer la vida del poeta, a través de sus libros.

Cabe mencionar que a finales de la década de los años 70, Octavio Paz escribió "El arte de México: materia y sentido", como prólogo a una muestra panorámica de arte mexicano celebrada en Madrid.

En ese ensayo, Paz resumió su sentir ante las artes plásticas (que concibió desde una continuidad narrativa), atribuyendo ciertos valores depositados en la idea, la forma y la expresión de los objetos artísticos.

De acuerdo con Echegaray, el concepto curatorial de "Materia y sentido, un indisoluble vínculo entre la plástica y la literatura", fue realizado por Héctor Tajonar, tomado básicamente del libro "Los privilegios de la vista", dos volúmenes aparecidos por primera vez en 1987.

"Sin duda, la generación de Paz buscó resolver grandes peguntas a partir de la herencia del México precomlombino. El pensaba en esas raíces para pensar la política en México", concluyó.